El frío ha sido utilizado desde la antigüedad para distintas finalidades, especialmente para usos alimentarios y sanitarios, en un primer momento. Para enfriar las cosas se utilizaba el hielo o la nieve conservados después del invierno. Desde época romana, se construyen pozos en el terreno donde se guarda la nieve o el hielo que, protegido del calor exterior, se mantiene durante largas temporadas.
En Ciudad Real se han documentado varios pozos de nieve y lo que es aún más interesante una regulación legal y administrativa muy importante con la existencia de un concejal de la nieve, normas que priorizaban el uso sanitario sobre el alimentario (para bebidas y helados) o concursos para la adjudicación de la explotación veraniega. Miguel Angel Hervás ha publicado un libro sobre los pozos de nieve en la provincia que documenta la existencia de estas infraestructuras en todas las localidades de Ciudad Real.
En el siglo XIX el hielo empezó a demandarse como producto que podía conservar los alimentos y por ello se producen grandes importaciones mundiales desde las zonas frías a otras más cálidas con barcos o vagones de ferrocarril llenos del hielo. En este momento comienza a estudiarse la producción de frío por la expansión de determinadas sustancias, de las cuales la más económica era el amoniaco.
Las fábricas de hielo tenían zonas con cajones metálicos alargados llenos de agua que sumergidos en agua salada se sometían al enfriamiento que producía el amoníaco para producir el hielo. Las barras de hielo que salían de los cajones metálicos eran adquiridas por las familias o los establecimientos hosteleros que las introducían en sus neveras para conservar los alimentos. A lo largo del día el hielo se derretía y era necesario reponerlo al día siguiente.
En Ciudad Real han funcionado dos fábricas de hielo: Siberia situada al final de la calle Calatrava (¿) y La Industrial en la calle Alarcos.
Siberia.
Siberia es la más antigua de las dos fábricas, propiedad de don Críspulo Morales Paz. La fábrica debió instalarse en los años treinta del siglo pasado (en el plano de 1925 no aparece todavía).
Después de la Guerra Civil Española, la fabrica fue vendida a Paco el herrero quien la mantuvo hasta los años sesenta del pasado siglo XX. Ya a mediados del siglo XX el hielo empieza a utilizarse en los bares y restaurantes y en algunos hogares. Las barras de hielo de forma rectangular se partían en trozos según las necesidades para poder colocarse en las neveras domésticas.
La fábrica la sitúan en diferentes publicaciones al final de la calle Calatrava. Curiosamente, sin embargo, en diferentes anuncios del diario Lanza (23.04.1949 por ejemplo) de la empresa de trasportes Gamo se indica como referencia de información a Francisco Romero Lara. Estrella 30. Teléfono 111, Fábrica de Hielo La Siberia.
La Industrial.
La demanda crece a mediados del siglo pasado con la mejora de las condiciones de vida de la población. Fructuoso Cárdenas montó una fábrica de hielo en la Avenida de los Mártires 47, actualmente calle Alarcos que bautiza con el nombre de La Industrial.
La fábrica comenzó a funcionar el 3 de julio de 1951 bendecida por el Padre Castro (párroco de Santiago) que hablaba en la inauguración del apoyo de la iglesia al progreso industria
El diario Lanza de 6 de julio de ese año titulaba “Bendición de la nueva fábrica de hielo La Industrial”, “fábrica que ha comenzado a funcionar esta temporada por los más calificados industriales del gremio de cafés y bares de Ciudad Real”. La instalación ha sido realizada por la empresa alicantina Videlsa y pude llegar a producir cinco mil Kilos diarios de hielo. La fábrica tenía dos compresores, uno de ellos de reserva y grandes cámaras para poder conservar el hielo. El periódico hace toda clase de elogios de las instalaciones que califica como industria modelo.
El acto convoca a todas las autoridades provinciales: don Evaristo Martin Freire, presidente de la Diputación Provincial, don Diego Reyes Viciana, delegado provincial de trabajo, don José Navas Aguirre, alcalde de Ciudad Real, don Joaquín Vaamonde, jefe provincial de sanidad; Ingeniero de la Jefatura de Industria y otras autoridades.
Durante algún tiempo seguía en funcionamiento compartiendo el solar con el cine de verano situado al fondo del mismo. L llegada de los frigoríficos domésticos que funcionan con electricidad y las modernas cámaras frigoríficas van dejando sin el uso que tenía la fabricación del hielo.
La fábrica de hielo cerró sus puertas en la calle Alarcos el 13 de Junio del año 1991.
Espacios
Diego Peris Sánchez
Y en el mismo solar de la fábrica de hielo La Industrial…estaba el cine de verano Avenida.
Madre mía qué viejuno me siento. Yo he ido a por hielo a la fábrica de la calle Alarcos. Qué depresión…jajaja.
¡Buen artículo Diego!!
Recuerdo perdectamente ia a la de la calle Alarcos, pasar y a la izquierda estaban los grandes bloques de hielo. Un señor mayor los acercaba a una pila de madera tirando de ellos con un gancho… luego le daba un toque con una especie de machete y lo partía en «dados». Lo guardaba en un saco y a una carretilla y de allí a mi casa…
Recuerdo perfectamente el cine de verano entrando a la derecha y pasando «envidia» al pensar en los vecinos que verían el cine gratis desde sus terrazas colindantes…
Las fábricas de hielo ya han quedado obsoletas debido a los nuevos electrodomésticos, pero tenían «su aquel».
En cuanto a los cines…¡LOS ECHO MUCHÍSIMO DE MENOS! y no solo yo. Esta si que ha sido una pérdida que no tiene nombre…