Ecologistas en Acción asegura en un comunicado que ha tenido acceso a informaciones sobre las circunstancias que han rodeado la muerte del lince Kenitra en un coto de caza de la localidad de Almuradiel (Ciudad Real) que pondrían de manifiesto que «nos encontramos con algo bastante más serio que un simple accidente de caza». Al parecer, según los ecologistas, la finca donde se ha producido la muerte de este lince del programa de reintroducción Iberlince es las Navas de la Condesa, cuyo propietario es Jaime Botín.
«Este titular y esta finca, a pesar de gozar una inmerecida fama de buena gestión cinegética y modelo a seguir por el resto del sector, arrastra un historial de conflictos con especies protegidas y ya en 1os años noventa fueron multados por la muerte de un águila imperial en un cepo», señalan los ecologistas. «Ahora», prosiguen, «el incidente con el lince se ha producido durante una batida para cazar zorros, una modalidad de control de predadores poco habitual y muy peligrosa ya que moviliza a muchas personas y armas en zonas con abundancia de predadores, no sólo de zorros, y donde es fácil disparar sin haber identificado bien el objetivo».
A juicio de Ecologistas en Acción, «más riesgo se ha añadido a la situación por el hecho de que se haya producido esta batida a poca distancia del lugar donde se están soltando los linces del programa de reintroducción. Se supone que todo ello con la autorización y conocimiento de la propia Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha».
«Por otra parte, el hecho de que los responsables de la finca dieran aviso de la muerte del lince, no tiene porque ser una muestra de responsabilidad, ya que Kenitra llevaba un radiotransmisor por lo que no cabía otra que reconocer cuanto antes lo sucedido ya que se iba a saber igualmente donde había muerto el lince», reza la nota.
Por todo lo anterior, Ecologistas en Acción reclama de la Consejera de Agricultura una profunda investigación y una explicación urgente «que no se queden en valorar el resultado final de este triste suceso sino que profundicen en las causas subyacentes y en el conocimiento de los culpables de las decisiones que han dado lugar a esta lamentable situación».
¿Porqué me recuerda esto – de nuevo – la película «Los Santos Inocentes». ¡»Milaaaaana…!!», «Keenitraaaaa»!! Gritaría ahora Paco Rabal.
A los que han matado al lince no les pasará ni media. A matar, que está de moda.
Estos «señores» que van al campo arma, botella de whisky y neurona y media en ristre son un peligro para todo. El campo, la vida en el medio y el resto de humanos que no estén a una distancia prudencial. Si a esto añadimos que los dueños de fincas se despreocupan de todo excepto de poner la mano para recibir la cuota por cazar en «su coto» pues es un coctel explosivo. Esta gente sin escrúpulos, que lamentablemente son mayoría, sobra en el mundo de la caza y de las armas. Que investiguen, la junta se ha presentado como acusación particular. Espero que expliquen por qué introducen estas especies en fincas que no cumplan unos requisitos y esta por precedentes no era segura.