Suresnes

Celebran en el PSOE los cuarenta años del Congreso de Suresnes, verificado entre el 11 y el 13 de octubre de 1974. Una pequeña localidad de la periferia parisina, ahora que con Modiano reconocido, hablamos tanto de ‘Bulevares periféricos’ viene bien recordar al Suresnes periférico, aunque muy central, por otra por otra parte, en las historias de la Transición española.

José RiveroSe levanta la municipalidad en la orilla izquierda del Sena, como límite occidental del municipio, que así lo separa  de París. Se extiende en dirección norte sur, desde Puteaux hasta Saint Cloud. En el este se eleva la colina de Mont Valérien, tras la cual está Nanterre. En el siglo XV, algunos laicos deseosos de una vida retirada se trasladaron al citado Mont Valérien,  constituyéndose en el XVI una comunidad de eremitas. En 1634 se iniciaron las peregrinaciones al monte, construyéndose un calvario con capillas sufragadas por los miembros de la corte. El uso religioso del monte finaliza en 1840, cuando  se decide por parte  del gobierno de Thiers la construcción de una cadena fortificada en torno a París. Al año siguiente, en 1841, y sobre las ruinas de la abadía, se inició la construcción del fuerte de Mont Valérien, que participó en la guerra Franco-Prusiana y más tarde en la represión de la Comuna. En la Gran Guerra, Suresnes se transformó en uno de los principales lugares de fabricación de material de artillería. Y durante la Segunda Guerra Mundial, el fuerte de Mont Valérien fue prisión de resistentes, muchos de los cuales fueron ejecutados allí.

rv_-Suresnes-53-Del 11 al 13 de octubre de 1974, se celebró en el teatro Jean Vilar el XIII  Congreso, último del PSOE en el exilio. Y que supondría, para algunos interpretes, el que cambió la orientación política e ideológica del PSOE antes de la transición democrática en España y el factor de ruptora de los grupos del interior con la dirección del exterior, dando paso a dos facciones conocidas como PSOE-H (Históricos) y PSOE-R (Renovados).  Las razones de elegir Suresnes como sede congresual, en lugar de otro lugar, dejaban ver los apoyos del PSF, y particularmente de Miterrand, junto a una cómoda accesibilidad desde París.rv_arton4423

Desde 1970, en el Congreso de Toulouse, el socialismo  español había mantenido una división notable y visible, tanto respecto a la orientación política, como respecto  a la propia organización interna. Rodolfo Llopis, a la sazón Secretario General en el exilio, mantenían una visión diferenciada del grupo del interior, formado por el llamado ‘Pacto del Betis’, que unía a los seguidores vascos (Múgica y Redondo, sobre todo), con el grupo de Sevilla (González, Guerra y Chaves) y con activos de Madrid (Gómez Llorente y Castellanos). Un mes antes del Congreso, se presentó la llamada ‘Declaración de Septiembre’, que abogaba claramente por la ‘Ruptura democrática’, superando las tesis del grupo comandado por Llopis.  ‘Ruptura democrática’  entendida como el restablecimiento de un régimen de libertades equivalente al modelo europeo-occidental para lo que se exigía la libertad sindical, la liquidación del aparato represor del Estado, libertad política, de asociación, de reunión, derecho de huelga y el reconocimiento de las nacionalidades históricas.

rv_guerra-gonzalezEnric Juliana en su texto ‘Los papeles de Suresnes’, deja ver que “El PSOE, efectivamente, era muy poca cosa en 1974. En el Congreso de Suresnes se dio por buena la cifra de 3.786 afiliados, 1.038 en el exilio. Los núcleos principales de militancia se hallaban en el País Vasco y Asturias, muy pegados a las estructuras clandestinas de UGT en la minería y la siderurgia. En Madrid, profesores universitarios, algunos de ellos de familias muy notables. En Sevilla, el círculo de González y Guerra, coloquialmente llamado ‘el clan de la tortilla’. Un partido escaso. Un partido hibernado tras el dramático final de la Guerra Civil en Madrid”.

Pese a esa limitación y pese a las rivalidades advertidas por Juliana (PCE, Partido Socialista Popular y la Conferencia Socialista Ibérica), el PSOE merced a una programa maximalista y a un apoyo exterior indisimulado, se erige en centro de atención de los últimos días del franquismo. Por ello, prosigue Juliana  “González y Guerra… Intuyeron, correctamente, que las siglas del PSOE eran la mejor opción para la construcción de una oferta electoral socialista con potentes apoyos internacionales. Y optaron por un programa maximalista que fuese atractivo para las jóvenes generaciones urbanas de la época. Sin el riesgo de ser confundido con un satélite de Moscú, el PSOE quería presentarse como un partido rejuvenecido y radical”. 

Y esa opción estratégica tuvo, finalmente su reconocimiento en las primeras elecciones generales de 1977. Donde el PSOE, para sorpresa de muchos, superó los resultados del PCE y se estableció como primera fuerza parlamentaria de la Izquierda política. Pese a la acusada ausencia, llamada por algunos ‘largas vacaciones’ en los no menos largos años de dictadura.rc__40aniversariodelcon15959826_aa21320b

Lo demás, es historia reciente y muy recordada por todos. Un PSOE que enarbola en las elecciones generales de 1979, la bandera de los ‘100 años de honradez y firmeza’, bajo la mirada de Pablo Iglesias (Senior), y que vería como tres años más tarde, tras el golpe de Estado de 1981, con un programa enormemente atractivo, pero lleno de imposibles (como la salida de la OTAN o la creación de los famosos 800.000 puestos de trabajo), llegaría al poder.

Y ahora 40 años más tarde, en una travesía del desierto muy particular, Pedro Sánchez actual Secretario General, convoca al tándem González-Guerra para exorcizar el miedo a  nuevos resultados electorales negativos, que alejen al electorado de la sintonía de Suresnes.

Periferia sentimental
José Rivero

 

 

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11 COMENTARIOS

  1. Largo viaje del día hacia la noche o, lo que es lo mismo, de Suresnes a las puertas giratorias, con o sin el candado que dice querer instalar Pedro Camisa Blanca. Y si lo que desea éste es recuperar el voto perdido, no creo que el camino pase por rodearse del dúo sevillano, sino alejarse de él a velocidad Usain Bolt.

  2. Las fotos en blanco y negro son magníficas. La primera es muy famosa. Un Felipe al estilo del revolucionario de los sesenta, como Daniel Cohn Bendit o como Rudy Dutschke. Alfonso Guerra personificando a la España de los muertos de hambre (Mújica es otra cosa, pero es que en el País vasco siempre se ha comido bien, incluso durante la dictadura). Yo, como los srs. Rivero, Valero y otros escribientes de Micr.es soy de aquella época y, desde luego, puedo decir que encandilaban. Felipe era el mejor orador que había visto y oido en mi vida. No había oído a tantos, pero es que después tampoco oí a ninguno igual.
    Luego llegó el poder. Pero, ¡ay!, el poder…… No se ejerció mal ni mucho menos, tal y como yo lo veo en perspectiva. Pero la sociedad dejó de pasar hambre, se instaló el hedonismo, el querer más haciendo menos. Y luego está el comportamiento del genero humano, y el género específicamente español (de los especímenes nacionales).
    No sé…, me parece bien que Podemos haya movido el tablero, pero yo, sigo apostando por el aprendizaje continuo y el pragmatismo de los calvinistas y luteranos europeos, con un Estado neutral puramente redistribuidor al servicio de un consenso social. Esto último constituiría la primera piedra, hoy demasiado arenosa por la desconfianza entre nosostros mismos, para cambiar el juego (no el tablero).

    • Hermoso comentario, Petrus. Pero no olvides que la hagiografía no solo distorsiona la historiografía sino que produce, además, un efecto nocivo para la sociedad, haciéndola más domesticada y servil , como se ha demostrado recientemente con el aguacero de panegíricos que llovieron en los funerales de Adolfo Suárez.
      Que la perspectiva histórica, como bien dices, juzgue y glose con ecuanimidad y justeza a todo pichichi, pero afirmar que la sociedad española dejó de pasar hambre el ¿28? de octubre de 1982 se me antoja , como poco, harto falaz.

      • No, no. Pero en los sesenta y los setenta sí había bastante pobreza. Yo era alumno de una universidad laboral. Alfoonso Guerra era profesor. Y mis conmilitones, y yo mismo, éramos un ejercito de desarrapados provenientes de las familias más humildes de la sociedad española. Y esa humildad, yo diría esa pobreza, era muy común. Aunque la miseria de un par de décadas antes ya no existía.

        • Guerra paso de la Laboral de Sevilla a dar clases en la Escuela de Aparejadores. Y era un carca, según me contaban. Yo lo conocía de librero de Antonio Machado y de teatrero del grupo Esperpento, luego cambio a Teatro de Mediodía.

  3. De Suresnes a Villaverde, de González a Iglesias, de Guerra a Echenique ¿Si ellos pudieron, por qué no van a poder estos? Yo creo que PODEMOS realmente no quiere cambiar el tablero (como ha pasado con el farol de no devolver la deuda) pero sí que se cumplan las normas básicas sociales, económicas o laborales que necesita España en una encrucijada como la actual ¿Y quién de nosotros se quiere oponer a ello? ¿Acaso queremos que los tahúres sigan haciendo movimientos en falso? Yo al menos no, y la regeneración que trae Pedro Sánchez me da tanta confianza como su entorno en Ferraz…ninguna. Por supuesto del PP ni hablo, porque seré moderado ipso facto por MCR.

    Estoy con Petrus en casi todo lo que dice (siempre dice cosas coherentes), yo también era mucho más jóven y el blanco y negro no me es ajeno y, por desgracia, el paso del blanco y negro al color de González y Guerra ha tenido y tiene muchas sombras…demasiadas. Es más, recuerdo que el que se movía no salía en las fotos… No quiero negarles lo bueno que dejaron en el ámbito social, que no fue poco, pero del resto hay mucho que no se cumplió e, incluso, se hizo al peor estilo del Partido Popular.

    Por eso, dándole la razón a Gonzalo, el Ciudadano en Blanco, creo que peor no podemos estar y creo que PODEMOS no nos puede llevar a algo mucho peor. Me resisto a pensar que un 17% de los españoles que les apoyamos somos rematadamente estúpidos.

    Sin embargo, en respuesta a Sánchez y Cospedal, el populismo mal entendido ya lo hemos visto en los telediarios manipulados por PP y por PSOE durante años, en sus mítines, en sus manipulaciones de lo medios escritos a base de subvenciones y publicidad. Por lo tanto, dejemos a Suresnes como historia (de la que aprender y la que no debemos olvidar) y vamos a ver qué sale de Villaverde, que si es bueno, lo será para casi todos (menos Rato, Blesa y CIA -una gran CIA que se ha surtido del bipartito desde 1978-).

    A ver si pasamos de la España «católica» a la España «luterana» de una vez, que a los del Norte de Europa no les va peor que a nosotros.

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