Ángel López Jiménez. PSOE Ciudad Real.- Cualquier analista imparcial pensaría que la pasada semana en lo más cotidiano fue de infarto. Se celebró en Ciudad Real un Congreso Nacional de Caza, pero sin cazadores. Un consejero desocupado del Gobierno de Castilla-La Mancha nos anuncia que quiere militarizar la enseñanza con esos valores de disciplina y obediencia, todo ello para sustituir la asignatura de Educación para la Ciudadanía que, por lo visto, adoctrinaba peligrosamente.
El Ayuntamiento de Ciudad Real se suma a las instrucciones de Génova y dice que nos baja los impuestos municipales medio punto cuando en la legislatura los ha subido una burrada, seguramente pensando que los ciudadanos somos despistados y olvidadizos, y con ello quieren contrarrestar la pérdida del 50% de votos que reflejan las actuales encuestas.
Pero la traca del remate de la semana fue la fiesta-party que el PP celebró en Guadalajara, donde se han atrevido a privatizar las palabras. Dijo la señora De Cospedal que “el talento era del PP y el talante del PSOE”. Y nos hemos quedado de piedra. No sabemos si son palabras pontificadas, si son palabras viejas o nuevas, si son palabras urbanas o rurales, si son palabras de moda para pijos y ricos. Tal vez sean palabras para la diversión o para la intimidad. Igual son palabras cursis o simples palabrejas. Son palabrotas que nos quieren robar a una sociedad atónita ante sus aburridos y tópicos lenguajes.
¿Cómo se atreven a apropiarse del talento? Diciendo estas cosas ‘mitineras’ se alejan del pretendido talento. Por eso les abandona Gallardón, que sale corriendo porque le atufa tanto talento a su alrededor. El talento les aturde y dicen esos golpes tan humorísticos de “los de las camisetas igual nos agradecen haber salvado el sistema público”.
Minusvalorar a los de “las camisetas” o a los que tienen talante es despreciar a quien tiene educación no militarizada, a los ciudadanos que aguantan diariamente que les mientan cuando hacen lo contrario de lo que prometieron, mofarse del talante es despreciar a quienes cumplen con sus obligaciones fiscales y a quienes no son arrogantes cuando les van a poner una multa de tráfico por aparcar mal.
Ya lo dice el proverbio: “el talento es algo bastante corriente, no escasea la inteligencia, sino la constancia”. Y esto es lo que le pasa a la señora De Cospedal, que visita poco Castilla La Mancha. Le falta la constancia de la acción de gobierno a favor de los gobernados; sólo quiere pisar fuerte cuando se acerca el tiempo electoral. Le doy un consejo: visite las residencias de ancianos de la provincia de Ciudad Real y pregunte si los mayores muy dependientes están satisfechos con la ración de tres pañales por día que algún “talento” de su gobierno ha impuesto recientemente. Y es que, mire, el talento no se basa en tener dones que los demás no tienen, sino en saber utilizarlos.
Para su próximo acto electoral, señora De Cospedal, repase el refranero manchego, que dice que “talento y talante se conjugan con tiento y aguante”. Me temo que no pueden disociarse y que ni uno ni otro pueden ser privativos de ninguna mayoría absoluta, ya que en cualquier empresa, en cualquier sociedad y en cualquier gobierno no hay éxitos personales, los éxitos siempre son fruto de un trabajo en equipo, y si ese equipo no está conjuntado y tiene “talante” estará abocado al lindo fracaso.
Igual en alguna próxima gira o parranda por Castilla-La Mancha, seguramente de fin de semana, nos obsequia con alguna otra bobada que le hayan escrito sus talentosos asesores. Lo esperamos con paciencia de talante. ¡Palabras tópicas!