Daimiel Noticias.- «Daimiel al Gusto» ha puesto el broche final a la VII Edición de la Fiesta de la Vendimia. Este año, la tradicional propuesta gastronómica ha logrado reunir a cerca de 2.000 personas desde que comenzara a las 12:00 del mediodía bajo un sol radiante.
Ocho tapas diferentes (gachas, migas, pisto, huevo frito, panceta, bilbaína, chorizo y morcilla) con las que las asociaciones han deleitado a todos los que se han acercado al Parterre de Daimiel para disfrutar de estas viandas. Un evento que cada año tiene mejor aceptación y en el que FEDADA consigue reunir a buena parte del movimiento asociativo de la localidad, que año tras año se afanan en preparar los pinchos y colaborar con esta muestra gastronómica.
Así han terminado estas fiestas que comenzaron el pasado 26 de septiembre con la presentación de un nuevo número de la revista «La Garulla», el tradicional almuerzo y los concursos de vendimiadores y lanzadores de uvas. Pero ha sido este fin de semana el más intenso en cuanto a programación de actos. El viernes tenía lugar el acto institucional en el que por primera vez una mujer era nombrada Pregonera y Mantenedora de la fiesta, Ana Galiana, gerente del Restaurante Las Brujas, que en su discurso destacó el potencial turístico de Daimiel y la importancia de eventos de este tipo que dan a conocer las tradiciones del pueblo a los más jóvenes, todo ello con la uva y el vino como protagonista. En este acto, además, se hizo entrega del VI Galardón FEDADA, que este año ha recaído en el Coro de Cámara Laminium. También se nombraron a los «Vendimiadores de Honor 2014», que este año han sido María Isabel Heredero Camuñas, presidenta de la comparsa Purpurina, y Pedro Gómez Soriano, fundador del grupo folk Clavileño; junto con los «Pisaores de Honor», títulos que han recaído en la futbolista Esther Martín Pozuelo y en el novillero Carlos Aranda.
Ya el sábado, las novedades que ha incluido FEDADA en estas fiestas fueron las protagonistas del día. En primer lugar la Master Class de Jota Manchega, en la que alrededor de 15 personas se ponían manos a la obra para aprender los pasos y punteados que componen las coreografías de los bailes regionales. Después, la actividad se trasladaba al restaurante El Bodegón, donde un año más se realizaba una cata comentada de vinos, que en esta ocasión fue impartida por Juan Manuel Treceño. Prosiguiendo con el vino como protagonista de la jornada, otra novedad: «Chateando por la Almanta». Un evento en el que por el precio de 3 euros se podían degustar 10 caldos de la tierra, entre tintos, blancos y rosados, todo ello acompañado por una tapa de «machacón». Actividad novedosa que reunió a unos 40 participantes que querían conocer de qué se trataba esta nueva iniciativa.
Ya por la tarde, antes de que la «Cabalgata de la Uva» emprendiera su recorrido hasta la Plaza de España, asociaciones, mantenedora, vendimiadores y pisaores de honor, realizaban una ofrenda floral en la ermita de la Paz depositando varios ramos de flores a los pies del altar de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Una iniciativa en la que también se recogieron alimentos no perecederos con los que ayudar a los más necesitados y que según la hermandad de ‘Los Moraos’ han sido más de 80 kilos de alimento recogidos. Ofrenda que ha sido uno de los momentos más emotivos, según ha destacado el presidente de FEDADA, José María Díaz Salazar.
Tras la ofrenda floral, tenía lugar la cabalgata o desfile de la vendimia en el que todos los participantes, ataviados con los trajes típicos de vendimiadores y manchegos, recrearon ese sabor añejo de lo que fue la vendimia en Daimiel en otro tiempo.
Al son de la canción «Somos de Daimiel» hacían su aparición en la Plaza de España. Una formación que había paseado por las calles del pueblo, como hace años, lo hacían los vendimiadores al ir o volver de su jornada de trabajo. A pie, en borrico, carruaje o tractor, los más modernos, grandes y pequeños vestidos de vendimiadores con cestas y como no, uvas, se aproximaban hasta el escenario donde tendría lugar la pisá de uva y la posterior actuación folclórica.
El escenario, bien podía haber sido una bodega de hace años, en las que los pisadores, al son de la música convertían las uvas en mosto. Y así lo hicieron, los Pisadores de Honor, los jóvenes daimieleños Carlos Aranda y Esther Martín Pozuelo. Ambos descalzos, dentro de la tina y cogidos por los hombros, defendieron su título y fieles a la tradición pisaron las uvas, donde los acordes de fondo de la Jota de la Vendimia, el himno manchego por excelencia de esta recolección, sonaba para amenizar el acto.
La pisá de la uva es uno de los actos que más interés despierta entre los vecinos, señal de ello era el gran número de personas que se concentraron en la plaza para seguir el acto, donde tras recoger el mosto por parte de los Vendimiadores de Honor, Pedro Gómez Soriano y María Isabel Heredero, era el turno de el Grupo Folclórico Las Tablas, que en solitario llenaron de color, música y baile el escenario. Piezas como el Fandango de Las Tablas, la Jota de la Virgen de las Cruces y otros temas arrancaron el aplauso de los allí presentes.
Otro de los actos más emotivos y solemnes de la noche, se produjo cerca de las 22:30 horas, cuando los Vendimiadores de Honor ofrecían a la Patrona el mosto obtenido en la pisá. Lo hacían acompañados de los vecinos y la rondalla, que pusieron música y voz a las jotas que dedicaron a la Virgen de las Cruces. Ofrenda que, como ya es tradición, tenía lugar en el mural de la virgen situado en la Iglesia de las Mínimas.
El presidente de FEDADA se mostraba emocionado tras las coplillas y canciones ofrecidas a la Virgen, mientras destacaba «la gran aceptación que han tenido los actos por la gente» y recordaba que «es una fiesta nacida del pueblo, por y para él».
Seis días en total, repartidos en dos fines de semana, para dar cabida a todos los actos programados durante séptimo año consecutivo en la Fiesta de la Vendimia de Daimiel, donde además el buen tiempo les ha acompañado durante todos los días.