Fermín Gassol Peco.- Y de pronto, otro escándalo sale a la luz. Da la sensación de que la corrupción en España va apareciendo a la luz pública de una manera ordenada, calculada, como las malas series, por insufribles capítulos. Todos los días los ciudadanos contribuyentes, vigilados fiscalmente las veinticuatro horas del día nos tenemos que tragar una gran ración de mierda que siguen defecando los de siempre.
La penúltima, a estas horas habrá sido servida alguna más, tiene que ver con el escándalo de las tarjetas millonarias que manejaban unos privilegiados de la vida. La consigna general implícita parece que fue la de ¡¡A gastar que son dos días!!
Pero lo que llama poderosamente la atención en este y otros muchos casos, en casi todos, es que determinados poderes económicos, que tienen como obligación controlar todo los movimientos financieros, se hayan caído ahora del guindo. Y eso no cuela. Lo de las tarjetas, lo sabía hasta el Tato…que debía ser muy tonto.
Aquí todos tenían conocimiento de la existencia de un arma de derroche y apropiación masiva…como de otros muchos desmadres que se venían cometiendo en casi todas las Cajas de Ahorros. Lo que sucede es que en esta borrachera económica general en la que participaron representantes de Partidos y Sindicatos…las tarjetas se servían on the rocks…y así fresquitas…resultaban ricas, ricas, ricas…
Es imposible que los interventores, auditores e inspectores del Banco de España ignoraran estas prácticas. Pero como todos estaban en la fiesta…aquí juerga… y después gloria…que el dinero, a partir de determinadas cantidades, siempre pone de acuerdo en todo…a casi todos.
La pregunta «del millón» o de «los millones» mejor aún:
Si «todo el mundo» sabía de estas prácticas ¿porqué se ha llegado hasta donde estamos y no se cortó antes?
Y ahora…¿qué?
El Gobernador del Banco de España, MAFO…se debió acojonar con todo lo que se le venía encima y dejó correr…la juerga.
Ahora…sufrimos la resaca los que no fuimos invitados a esa fiesta.
Y de la ccm nadie se extraña…
Ni de Caixa Cataluña, CAM. Caixa Galicia, Bancaja…
La cuestión de las tarjetas podría ser meramente estética si no fuera por los 24.000 millones de euros que hemos pagado ya los españoles a Bankia y que comprará en breve la hija de Botín, toda saneada. Es lo que tienen los cazasubastas…
Esto solo puede ocurrir en una España paleta, inmovilista, sin conciencia que se merece todo lo que le pase.
Como el proyecto Castor en el que se embarcó el ministro Sebastián del PSOE cuando era un soberbio que todo lo sabía. Ahora tenemos que pagar casi 1.400 millones de euros en el recibo del gas para que Florentino, el del Real Madrid, pueda seguir viviendo a su nivel.
Con esto quiero decir que el destino de un pueblo lo marca el pueblo, no los dirigentes. Tanto a nivel nacional, como regional, como local. Y en España nos merecemos todo lo que nos pasa por creer que la politica era cosa de «cuatro chorizos malnacidos» que nos provocaban todo el rechazo cuando tocaba votar.
Ahora parece que hay más ciudadanos concienciados, pero la cuestión es que España sigue igual. Cada día nos aprietan un poquito más la soga la cuello, pero no nos importa, porque aún entra un poco de aire y, si caen dos o tres, pues qué le vamos a hacer, mientras no nos toque a nosotros…que proteste la PAH.
Por ahora van 8 dimisiones por lo de las tarjetas y una, la del asesor de Botella, llama la atención, porque ha sido separado del Ayuntamiento por Ana Botella, pero no del PP por Esperanza Aguirre ¿Hasta ese punto se puede ser tan deplorable en politica? ¿Es cosa de dos enemigas a muerte o es cosa política?
Aún así, la lista es inmensa respecto a las dimisiones y, que haya sindicatos y partidos de izquierda asquea aún más, porque a la derecha y la patronal se les comprende el amor al dinero, pero de la izquierda que defiende al trabajdor…es aún más vomitivo y si de mí dependiera aplicaría cierta norma árabe sobre el robo…no se merecen menos.
He tenido, tengo y tendré tarjeta de empresa. El problema es que soy el propietario de la empresa, por eso miro cada céntimo que sale de la misma. Sin embargo, he visto a amigos con buenos cargos en otras empresas que han gastado hasta límites insospechados porque era lo lógico en la empresa ¿Cuál era la lógica? ¿La de que la mayoría de esas empresas han hecho eres, concursos de acreedores, despidos, liquidaciones? ¿Esa era la lógica? En fin, de aquellos polvos estos lodos.
Como bien dices, Fermín, ha habido un fiestorro ibicenco de los grandes, de los que no se olvidan. El problema es que el señorito Blesa y CIA se fueron sin pagar y ahora le toca al servicio (nosotros) juntar dinero para pagar las copas de Dom Perignon, la cocaina, las chicas y la multa por volver borrachos a casa. Ah, y los osos matados para disfrute del presidente.
Pues juzguen ustedes señores ciudadanos ¿Son o no son 24.000 millones de euros suficiente como para decir hasta aquí hemos llegado y salir a la calle como en Hong Kong?
¿Te imaginas Fermín a Cáritas con un presupuesto de 24.000 millones de euros? Es que ni me cabe en la cabeza.
Que hablen las urnas y que la guillotina de la derrota aleje de la política a todos estos hijos de la Gran Bretaña que nos han arruinado a nosotros y a la generación que hemos traído al mundo.
Dices Blisterr: «Con esto quiero decir que el destino de un pueblo lo marca el pueblo, no los dirigentes. Tanto a nivel nacional, como regional, como local. Y en España nos merecemos todo lo que nos pasa por creer que la politica era cosa de “cuatro chorizos malnacidos” que nos provocaban todo el rechazo cuando tocaba votar»…y dices bien.
Hace dos años escribí un art. que titulaba:
Nosotros somos el riesgo y entre otras cosas decía:
«Aquí sin embargo cada uno va a lo suyo, como si esta crisis no fuera en realidad con ellos y lejos de entonar el mea culpa por su contribución a este calamitoso estado económico, se mantienen erre que erre en sus costosas exigencias, aunque soliciten ser rescatados por el Estado. Algunos presidentes autonómicos haciendo la peineta de manera ostentosa y permanente a lo que dicta el gobierno de la nación. Éstos, gobernando desde la lejanía y la frialdad de los números sin dar mayores explicaciones a quienes lo están pasando tremendamente mal. Y la clase política a lo suyo, a mantenerse en el machito, resistiéndose a adelgazar manteniendo a demasiados profesionales de la cosa pública. A modo de ejemplo de lo que digo: De los datos que recoge un estudio, ampliamente difundido por internet, se desprenden algunos, económicamente escalofriantes; por ejemplo, que existen 131.000 políticos empleados en empresas públicas. Asombroso y bochornoso desmadre».
Ahí os dejo los otros «amos de tarjetas de crédito»:
http://www.elmundo.es/espana/2014/10/04/542e3030e2704eab518b456d.html
Y, encima, estas nos las venden como «servicio a la patria».
No sé cuál de las dos me asquea más.
Blister, aquí tienes otro enlace interesante . Trata de otra de las muchas formas de corrupción legal. Otro oxímoron de las sociedades postmodernas.
http://elpais.com/elpais/2014/10/02/opinion/1412265078_593518.html,
Si señor. Otro más. Y, lo que más me indigna es que estamos en la sociedad de la información del S XXI, donde podemos votar online en Eurovisión, escribir en foros, publicar fotos, vídeos, hacer blogs con repercusión mundial; pero ni siquiera podemos hacer un referendum sobre el color de las farolas de la Ronda del Carmen.
Vivimos en un país donde hay más móviles que personas, donde la fibra óptica une todas las ciudades, pero el acceso a los parlamentos y plenos es casi menor que cuando existía el derecho de pernada….que, por cierto, a día de hoy existe (lo llevan desde el Ministerio de Hacienda).
Te pongo por ejemplo un pleno en Ciudad Real, tienes que mandar previamente la pregunta por escrito, no se sabe si cabrá o no en el apartado de preguntas, la tienes que leer tal cual y no tienes derecho a réplica pero, la alcaldesa tiene el derecho a responderte o no, a usar el tiempo que quiera y a reirse en tu cara sin que puedas abrir la boca. Así ¿Quién puede creer en la Democracia?
Tú lo has dicho Alter Ego, un Oxímoron. Lo que propone el Ciudadano en Blanco de poder votar todos y decidir todos sin necesidad de representantes es, cada vez más, una utopía utópica, valga la redundancia.
Creo que merece la pena recordar que ha habido cuatro personas honradas que no activaron las tarjetas B que les entregaron. Uno de ellos es Esteban Tejera Montalvo de Alcázar de San Juan. Un manchego íntegro.
Si señor. Así es.
Siempre merece la pena recordar a la gente con principios y honestidad. Siempre.
Afortunadamente siempre existen sujetos morales.
La única salida a este berenjenal económico es la puerta de la ética. Pero la moral es un valor que en general hoy ni está…ni se la espera.