Este viernes a las 21 horas en el Teatro Municipal de Almagro se alza el telón del XIV Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo de Almagro (FITCA), que como cada año llega puntual a su cita otoñal con las mejores propuestas de las artes escénicas de aquí y de allá, de España y Latinoamérica.
Y será con la prestigiosa y conocida compañía madrileña Micomicón, que representará Santa Perpetua, una obra escrita y dirigida por la dramaturga Laila Ripoll que cierra la “Trilogía de la memoria”, compuesta por Atra Bilis y Niños Perdidos. En toda esta “trilogía fantástica” la memoria, los recuerdos, lo paranormal, lo esperpéntico, el humor y la mala leche se dan la mano.
Perpetua es una mujer que vive acostada desde tiempos inmemoriales. Sus dos hermanos, Plácido y Pacífico, atienden sus necesidades y se ocupan de la casa. Entre los tres sostienen un lucrativo negocio basado en las cualidades de Perpetua, que es santa y visionaria, capaz de predecir el futuro, de ver el presente y el pasado, de hacer que se preñen las mujeres estériles, de encontrar novio a las que ya han perdido la esperanza, de curar la gota y el asma, aliviar los dolores y quitar la tos, y, en sus ratos libres, conversa con sabiduría con los canónigos de la Catedral. Pero Perpetua esconde un secreto oscuro, que se pierde entre girones de niebla y años.
El sábado a las 20 horas en La Veleta, la compañía Laurentzi Producciones lleva a escena Cuarteto del Alba, escrita por Carlos Gil Zamora y dirigida por Lander Iglesias. Teatro comprometido, social, que habla de desencanto, de la frustración política, de la utopía, que cuestiona al espectador y le empuja a la búsqueda de respuestas y a la posibilidad de superación.
Sobre el escenario, cuatro “entes escénicos” que dan vida a múltiples personajes que se convierten en una voz coral que va describiendo una generación que se proyecta en el presente como una plataforma hacia el futuro. El montaje propone con un lenguaje escénico moderno, multidisciplinar, muy físico, un paseo emocional por las cenizas de algunas de las utopías vivenciales de una generación, expresado de tal manera que tiene un puente en el tiempo para declararse como discurso actual y de futuro.
Y a las 22 horas, el Teatro Municipal acogerá a una de las compañías que mejor representa la juglaría contemporánea, Tryo Teatro Banda, de Chile. Su teatro, con Francisco Sánchez a la dirección, se caracteriza por combinar las artes escénicas con la literatura y la música en vivo, así como por la investigación de episodios emblemáticos de la historia de Chile, en especial, los referidos a los pueblos originarios y a la conquista y colonización del territorio chileno por españoles e ingleses.
Uno de esos episodios es La Araucana, un espectáculo de teatro-musical con cuatro juglares en escena que narran la aventura de Alonso de Ercilla y Zúñiga en Chile, durante la Guerra de Arauco, en 1558. El montaje, sin llegar a ser una obra en verso, se inspira en el arte de los antiguos juglares, en la Comedia del Arte -estilo teatral propio del renacimiento europeo- y en el trabajo con muñecos. A la vez, se adentra en la literatura medieval de caballerías y la literatura clásica.
Tryo Teatro Banda será la indiscutible protagonista del programa para el domingo. A las 12 horas en el Teatro Municipal llevarán a escena La Tirana, una obra para niños que cuentan la Leyenda de La Tirana, como origen histórico de la mayor fiesta religiosa de Chile. El espectáculo se desarrolla combinando juglarescamente el estilo de la Comedia del Arte con los Pupi (títeres italianos con temáticas caballerescas medievales), y los bailes y máscaras del Carnaval andino.La música original en vivo, ejecutada y cantada por los mismos actores durante la función, está inspirada en la música tradicional y festiva de Los Andes, con zampoñas, tarkas, moceños, charango, trombón, eufonio, clarinete, bombo, platillo y caja.
Por la tarde, a las 20 horas en el Teatro Municipal llevarán a escena la obra Afrochileno. Cinco juglares cuentan la historia de Bebelumba, un joven africano que es capturado en el Congo y trasladado en un barco negrero a Buenos Aires, donde es vendido y llevado como esclavo a una hacienda de la zona central de Chile, a través de la Pampa y la Cordillera de los Andes. Allí tendrá que luchar por la independencia de Chile para ganar su libertad, y luego trabajar en la ciudad para poder comprar la libertad de su amada, una esclava africana.
La obra está construida sobre un lenguaje físico y musical basado en bailes, cantos e instrumentos musicales afroamericanos, con énfasis en el valor primordial de la libertad y en el aporte del pueblo africano a nuestros bailes, música y alegría de vivir.