Ricardo Chamorro.- Al parecer, todos los anuncios de Gallardón y el PP en relación a la reforma de la Ley del Aborto han caído en saco roto. Miles de personas se han manifestado en toda España, este fin de semana, para exigir la derogación de la Ley Aido y el cumplimiento de la promesa de Reforma de la Ley por el Gobierno.
Ningún dirigente del PP, del PSOE, del PNV, de CIU, de Ciudadanos, de UPyD, de Podemos, de Bildu, de IU… ha acudido a las manifestaciones, ni han apoyado a los manifestantes con declaraciones. Solo el partido VOX, presidido desde este sábado por Santiago Abascal y fundado por Jose Antonio Ortega Lara, ha participado activamente en las mismas
Realmente urgía y urge, cambiar una ley que produce cientos de abortos diarios y que ha sido una demanda de una importante base social desde que entró en vigor la Ley Aido de 2010. La actual Ley se vendió con el objetivo de reducir el número de abortos, gracias a la mejor educación sexual, a la mayor difusión de los anticonceptivos y a la venta libre de la «píldora del día siguiente, lo cierto es que los datos revelan las cifras más altas de abortos desde el 1985 y una gran expansión del negocio del aborto.
Pier Paolo Pasolini, cineasta, ensayista, poeta y miembro del Partido Comunista Italiano, escribía en relación al aborto en sus “Escritos Corsarios”:
“Estoy traumatizado con la legalización del aborto porque, como muchos, la considero como una legalización del homicidio. En sueños, y en el comportamiento de todos los días -como les pasa a todos los hombres- vivo mi feliz inmersión en las aguas maternas: sé que existía allí…”. ”La falsa liberación del bienestar ha creado una situación igual y quizá más insana que en tiempos de la pobreza”.
“Como pollitos de criadero… han absorbido en seguida la nueva ideología irreligiosa y antisentimental del poder: tal es la fuerza de atracción y de convicción de la nueva calidad de vida que promete el poder… Como pollitos de criadero,… han aceptado por ende el nuevo carácter sagrado de la mercancía y de su consumo… (…) Decir que la vida no es sagrada, y que el sentimiento es estúpido, es hacerles un inmenso favor a los productores“.
“El fondo de mi enseñanza consistirá en convencerte de no temer lo sagrado y los sentimientos, de los que el laicismo consumista ha privado a los hombres, transformándolos en feos y estúpidos robots, adoradores de fetiches“
Una promesa electoral
El programa del Partido Popular, con el que ganaron las elecciones, señala: “La maternidad debe estar protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas, especialmente a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Impulsaremos redes de apoyo a la maternidad. Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores.”
“Prestaremos una especial protección a los no nacidos y a la infancia. Proporcionaremos también una atención específica a las mujeres durante su embarazo y en el cuidado de sus hijos menores”. “Promoveremos un mayor reconocimiento de la aportación a la natalidad de las mujeres en el sistema de pensiones”.
El artículo 15 de nuestra Carta Magna consagra el Derecho a La Vida y nuestra doctrina jurisprudencial dice: “El derecho a la vida, derecho fundamental y troncal de todos los demás es proyección de un valor superior del ordenamiento constitucional”. “La vida es una realidad desde el inicio de la gestación”. “La gestación ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta”.
Una ley de plazos libre para el aborto, como la actual, atenta claramente contra los principios anteriores.
No obstante hemos podido ver estos casi tres años de legislatura, a multitud de dirigentes del PP abogar por una Ley de plazos, eliminando pequeños matices de la de Zapatero (Jose Antonio Monago, Cristina Cifuentes, Núñez Feijoo, Celia Villalobos…)
Yo mismo he sido testigo del desprecio hacia la reforma de la Ley del Aborto de Gallardón por muchos dirigentes locales y provinciales del PP como algo no prioritario, como una imprudencia del ministro que restaba votos.
El Partido Popular no ha tenido narices de seguir adelante con la reforma, no ha sido capaz ni de derogar la Ley Aido.
Según adelantaban algunas fuentes la línea que seguiría la supuesta reforma de Gallardon, sería la de la Ley de 1985, supervisando de manera real los supuestos de despenalización, ponderando adecuadamente los derechos fundamentales de la madre con el Derecho a la Vida del no nacido.
Los cambios del PP en determinados principios, parecen evidenciar un cambio de estrategia ideológica quizás dirigida a llegar a consensos con el PSOE ante la irrupción de nuevas fuerzas políticas. Es decir, un consenso en línea socialdemócrata (O neoliberal, lo mismo da), olvidando y aparcando, los principios que hicieron que la derecha se levantara en las dos primeras legislaturas de ZP. Un consenso apoyado por las fuerzas económicas que están detrás de ambos partidos, que han visto en la crisis un peligro para sus poltronas y que comparten intereses en relación al PP-PSOE.
Un estafa, a fin de cuentas, al compromiso democrático con sus electores, al votante natural del PP.
Ayudas a la natalidad
La Ley de reforma que el PP parece querer dejar en el cajón, debería ir acompañada de claras ayudas a la natalidad y a las familias como ya escribí en este diario (http://www.miciudadreal.es/2014/08/28/politica-social-familia-vs-ideologia-de-genero/ ) : “Según un reciente informe de la red madre en relación a las ayudas a la maternidad en Europa, de los 24 países analizados España ocupa el puesto 18 en ayudas económicas por nacimiento y por hijos a cargo. En Europa se prima a los que tienen hijos y se ayuda a las mujeres que asumen el reto de ser madres dirigiendo las ayudas a compensar a unas familias donde las mujeres que podrían ser profesionales eligen la opción más políticamente incorrecta en estos tiempos de consumo y publicidad, ser madre.”
“Esta medida sería realmente social y no a fondo perdido como otros gastos con dinero público que sufrimos los españoles. «¿Ayudan los Estados por filantropía? No: ayudan porque, si no, en muy breve plazo vamos a ser una sociedad desierta donde el Sistema, forzado a engordar burocracia, tendrá que gastar fortunas en cuidar a los niños solos, a los ancianos abandonados, a los jóvenes desorientados, a los «educadores» a tiempo completo. Y pronto ya no quedarán ciudadanos suficientes a los que seguir expoliando los impuestos necesarios para pagar el dispositivo. Es comprensible, ¿verdad?».
Para concluir decir que el Derecho a la Vida es algo que se debería reivindicar al margen de las luchas partidistas. El desprecio hacia la vida humana es una consecuencia de la deshumanización individualista y consumista del hombre, niega nuestra humanidad, convierte ésta en algo relativo o en un bien de mercado.
No deberíamos dudar que el placer miope, la riqueza, los beneficios empresariales y las victorias electorales son infinitamente menos importantes que una sola vida humana triturada.
Esta España cada día es más surrealista.
Si perteneces al grupo de los que quieren mandar sobre el útero de las mujeres, como si fueran de tu propiedad, eres una persona como tienes que ser. Un español en toda regla!
Si, por el contrario, eres partidario de que las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo y sobre su maternidad, te sale un energúmeno y te tacha de totalitario, de pensamiento único y de «mismo perro con diferentes collares».
De verdad que a este país le sobran politicuchos y le faltan psiquiatras. Es que a este paso, cuando estos elementos ultras, que se hacen a sí mismo amos de cuerpos ajenos, salgan de sus iglesias el domingo qué van a hacer ¿Lapidar a las mujeres que no hagan lo que los curas les dicen desde los púlpitos? Viva la España aconfesional y libre que se pactó en 1978 con los franquistas! Viva la España de ética y moral exenta de prejuicios religiosos y, sobre todo, que viva la España en la que cada uno puede decidir sobre su vida y su cuerpo…
Cuánto le queda a España para quitarse el olor a rancio. Vivir para ver!!!
Debo darte la razón, porque si nuestra pasividad política se traduce en permitir que el oscurantismo de quienes confunden sus afanes dictatoriales con sentimientos patrióticos se instale, jamás lograremos que la cultura cívica de España madure en beneficio de las próximas generaciones en lugar de dejarles como herencia una teocracia con resabios orientales. A mayor abundamiento, téngase muy en cuenta el linaje de no pocos aspirantes a controladores uterinos: sé de algunos que no precisamente por modestia ocultan un historial impecable al servicio de la vida como antiguos militantes de grupos hitlerianos…