El movimiento asociativo de Puertollano exhibe su musculatura

J. Carlos Sanz.- La estampa en la Concha encarnaba el éxito de la convocatoria: un espacio emblemático tomado por buena parte del tejido asociativo de la localidad. Ese término tan  manoseado, que a veces se emplea a la ligera para referirnos al conjunto de colectivos y asociaciones existentes en una ciudad, fue en esta ocasión intachable.

¿Qué se vivió el pasado sábado en pleno centro de Puertollano? ¿Un muestrario sin más del diverso movimiento asociativo que hay? ¿Tal vez una representación del amplio espectro de colectivos existentes en una ciudad que tradicionalmente ha presumido de tener una ciudadanía comprometida? ¿O estábamos ante un experimento de autogestión municipal, una suerte de termómetro sociológico con el que poder medir la temperatura de eso que llamamos tejido social?

Más allá de estas tribulaciones, el I Encuentro socio-cultural auspiciado por la Plataforma Ciudadana refleja que otra forma de organizarse fermenta en Puertollano y que el tejido asociativo tiende a la capilarización. Tampoco se puede descuidar el hambre de gobernanza que hay en el municipio, ese interés larvado en algunos colectivos por dejar de lado la subordinación jerárquica hacia las instituciones y apostar por la integración en red.

Un crisol de asociaciones y un marco idóneo para visualizar sus propuestas

De entre los más de 20 colectivos y artistas que participaron hubo desde asociaciones veteranas como la Hermandad Local de Donantes de Sangre, Santa Águeda o Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia hasta otros emergentes como Vivamos las letras, la Asociación de mujeres árabes de Puertollano o Astromanchas. Pero por encima de todo una mezcolanza de aficiones, temáticas, un crisol de asociaciones diferentes pero todas coincidentes en la idoneidad de la iniciativa, en las ganas por visibilizar su labor entre la gente y sobre todo en ahondar en la interacción y el cooperativismo.

Todo ello fue posible mediante el esfuerzo de la Plataforma Ciudadana que en su empeño por demostrar que “Puertollano se mueve” aglutinó a una buena parte de colectivos y movimientos de la ciudad. Logro que era reconocido por Ana Muñoz, Concejala de Cultura, quien alabó la iniciativa realizada en la Concha destacando además la “buena salud” de la que goza el tejido asociativo. “Es importante para que una ciudad funcione” explica Muñoz que también resaltó las “políticas favorecedoras del asociacionismo local” que bajo su prisma se han venido realizando en los últimos años “y que están dando sus frutos”.

De labor abnegada calificaba Juanjo Portero, representante de la Plataforma Ciudadana, la actividad cotidiana que realizan los colectivos, asociaciones e individuos particulares que pulularon ese día por la Concha. Sacó a relucir dos de los principales objetivos del encuentro: favorecer las interrelaciones entre el tejido asociativo y facilitar que la ciudadanía comprobara in situ “el volumen de compromiso y actividades” que los colectivos llevan a cabo.

Los que mejor saben de lo anterior son colectivos que nacieron durante el alumbramiento del movimiento asociativo en Puertollano. Es el caso de Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia que comenzaron su andadura en 1990; según Vicente Luchena, presidente del colectivo, en todo este tiempo han contribuido a poner en valor el medioambiente desde la óptica del ecologismo social, “todos los problemas ambientales tienen una relación con problemas sociales” añade. Siempre ha sido un colectivo muy reivindicativo, que continuamente ha venido denunciando malas prácticas en el territorio y cuyo principal logro ha sido presionar para obtener la declaración del Parque Natural Valle de Alcudia-Sierra Madrona, aunque luego se les excluyera de la Junta Rectora de ese entorno.

Luchena destaca también la implementación de una sensibilización medioambiental entre la población puertollanense aunque no se muestra demasiado optimista cuando asegura que “la traslación de esos valores ambientales a la vida cotidiana o en la gestión de las administraciones deja mucho que desear, de hecho nuestra región está a la cola de Europa”.

Santa Águeda, el colectivo de mujeres afectadas por cáncer de mama, es otra asociación veterana que lleva más de 20 años concienciando a la ciudadanía sobre la importancia del diagnóstico precoz para evitar esta patología.

Ana Valderas reconoce que a raíz de la irrupción de Santa Águeda hubo un antes y un después tanto en la vida de las pacientes afectadas como en las relaciones con los profesionales sanitarios. “Fuimos pioneras y después nacieron otros colectivos semejantes en la región” señala con orgullo la presidenta de un colectivo que llegó a estar en el Consejo de Salud de Castilla-La Mancha pero que con el actual gobierno dejaron de pertenecer. Aun así, Valderas deja claro que “la política no nos impide seguir adelante, con nuestro trabajo nos hemos ganado el respecto de los médicos”. Hasta tal punto de que la frenética labor de Santa Águeda ha sido clave para trabajar a la par con el Servicio de Oncología y que el hospital de Puertollano cuente con mamógrafos digitales de última generación.

La jornada también sirvió para mostrar a colectivos de reciente creación que apenas son conocidos por la ciudadanía. Es el caso de “Vivamos las letras”, un grupo que se reúne todos los viernes en el Centro Cultural y que está tratando de inocular la pasión por la creación literaria entre los jóvenes de Puertollano. Para Esther Ramírez, representante del colectivo, el interés por las letras está siendo creciente, “empezamos siendo tres y ahora somos más de trece” asegura. Ya han celebrado varios recitales literarios y la propia Ramírez publicará en los próximos meses su primer libro de género fantástico perteneciente a una saga.

Otro colectivo del que se sabe poco es Demonios negros. Pese a lo siniestro del nombre, está formado por personas aficionadas a la disciplina del Airsoft, un deporte de reciente implantación en España y que simula técnicas de combate. Como explica David González, tesorero de la asociación, los practicantes de esta modalidad “llevamos equipación de ejércitos diversos y también de equipos especiales de intervención”. Llevan dos años en marcha y ya son más de 30 socios los que se han enganchado a una práctica “que quien repite la prueba”.

El Club Manchego de Fotografía es otro colectivo que en sus cinco años de existencia ha materializado un interés inusitado por el mundo de la captación de imágenes. Pedro Villa, su presidente, destaca la faceta formativa como principal valor añadido del colectivo. Desde sus inicios, el Club Manchego de Fotografía ha realizado cursos de iniciación “y todos los años hacemos dos ediciones”. Asegura que el acto más relevante que por ahora han conseguido fue un encuentro fotográfico donde acudieron más de 200 personas de toda España, entre ellos fotógrafos de renombre.

Dentro del abanico asociativo hay algunas, como es la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que han surgido en estos últimos años con la virulencia de la crisis y cómo la misma se ha cebado con las personas sin recursos hasta el punto de ser víctimas de desahucios. La PAH se ha hecho visible en todo el territorio nacional y en Puertollano lleva dos años en marcha.

Miguel Ángel González asegura que gracias a la PAH “ninguno de los compañeros afectados por ejecución hipotecaria han sido desahuciados aunque nos consta que en Puertollano se sigue desahuciando porque algunos afectados lo viven en silencio”.

Pero la persistencia de la PAH local ha dado sus frutos. González explica que gracias a la presión hacia los bancos han sido concedidas y firmadas tres daciones en pago “y tenemos en perspectiva firmar conseguir otras cuatro”. Además, se han condonado varias deudas tramitadas a través de la PAH, también hay casos de reestructuración de deuda hipotecaria y cuantifica en “más de 500.000 euros” la cantidad que los diversos afectados han conseguido evitar en concepto de pago a las entidades bancarias.

En la actualidad, la PAH de Puertollano gestiona la Oficina de Intermediación Interbancaria “una herramienta estupenda porque todos los documentos que presentamos a los bancos ahora son oficiales” remarca González.

Próximo objetivo: reclamar espacios municipales para el tejido asociativo

A estos colectivos hay que añadir otros que participaron volcando toda su ilusión, como la Asociación Banda de Música de Puertollano, que ofreció un concierto en la Concha; Asociación para la Integración Social del Discapacitado (AISDI), Club Cicloturista Caminos o Cañadas, o la Fundación Anselmo Lorenzo. Al escenario subieron también las agrupaciones Baylia Dancers, el conjunto vocal Mezcla Latina, o el grupo puertollanero The Ruinas Band. Es sólo una muestra de lo que dio de sí el I Encuentro socio-cultural en Puertollano. Un evento inédito pero necesario para constatar que el movimiento asociativo local está entrenado y cuenta con instrumentos propios para gestionarse.

Pese al carácter festivo de la jornada, en el seno de la Plataforma no esconden la vertiente reivindicativa. De hecho, a cada colectivo participante se le remitió una carta para que indicara sus principales necesidades y carencias a resolver. La mayoría coincide en la falta de sedes y locales para llevar a cabo sus tareas y en esa demanda de contar con un espacio municipal apropiado es donde tanto Plataforma como los colectivos que quieran centrarán sus próximos pasos.

Aún queda para que haya una mejora sustancial del movimiento asociativo. Quizás se echó en falta durante la jornada algún debate o charla en el que se hiciera un diagnóstico del estado real en que se encuentra el tejido social puertollanense. Pero esto no ha hecho más que empezar y aunque la localidad está más centrada en sacudirse el “mal fario” económico que atraviesa, es innegable que cierto sector de la ciudadanía se mueve como nunca.