La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales impulsa la mejora de la asistencia farmacéutica en las residencias de mayores para garantizar la correcta atención a este colectivo. Las oficinas de farmacia próximas a cada residencia, y en algunos casos los propios servicios de farmacia del SESCAM, se hacen cargo de la dispensación de los medicamentos a las más de 22.500 personas mayores que residen en los 337 centros socio-sanitarios de Castilla-La Mancha.
En este sentido, el director general de Planificación, Ordenación e Inspección, Javier Hernández, ha explicado que “es básico prestar una especial atención a la medicación de las personas mayores. El incumplimiento del tratamiento o los efectos adversos produce más de 3.500 ingresos hospitalarios de estas personas cada año en Castilla-La Mancha”.
“La plurimedicación supone un riesgo: más efectos secundarios y mayores dificultades para el cumplimiento de los tratamientos. Por ello es necesario un seguimiento más estrecho y la necesidad de adoptar medidas especiales para garantizar la seguridad y la eficacia de las terapias en las personas mayores”, ha añadido Hernández.
Éste y otros temas se debatieron en una Jornada sobre la atención farmacéutica a las personas mayores en el ámbito residencial, celebrada en la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales. En este encuentro participaron profesionales de residencias, facultativos, farmacéuticos de oficinas de farmacia y de hospital, así como responsables de la organización de la asistencia.
Inspecciones que garantizan la asistencia farmacéutica
La supervisión de la atención farmacéutica en las residencias es un objetivo prioritario en los Planes de Inspección aprobados en los últimos años. La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales ha llevado a cabo por los servicios de inspección la evaluación de la asistencia farmacéutica en más de 100 residencias.
El director general de Planificación, Ordenación e Inspección ha afirmado que “inspectores de la Junta han realizado inspecciones en centros de personas mayores para evaluar que la asistencia farmacéutica se presta en las condiciones de calidad y seguridad requeridas”.
Y en cuanto a aspectos a mejorar, las inspecciones han puesto de manifiesto que es necesaria una mayor intervención del farmacéutico en la propia residencia, en colaboración con los profesionales que trabajan en el centro. “De esta forma se podrá racionalizar y utilizar de manera más adecuada el uso de los medicamentos por los residentes, aumentando así la seguridad de los mismos y la calidad de la asistencia”, ha incidido Javier Hernández.