La comida popular de las fiestas patronales de Manzanares celebró su duodécima edición este viernes en el recinto de la Feria del Campo aprovechando la jornada festiva local. Centenares de personas degustaron gratuitamente la paella elaborada por la empresa “Platos y Tapas, S.L.”, con 1.700 raciones acompañadas de pan, zurra, agua o zumos. Los asistentes vivieron este día de convivencia que se prolongó durante la sobremesa.
La concejal de Festejos del Ayuntamiento de Manzanares, Teresa Jiménez, mostró su satisfacción por la alta participación que un año más tuvo la comida popular, que por primera vez no se celebró en domingo aprovechando la fiesta local adelantada al viernes 12 por coincidir el 14 de septiembre, día de Nuestro Padre Jesús del Perdón, con domingo. Lejos de restar afluencia, el público respondió masivamente.
La edil, que también mostró su agradecimiento a las zagalillas de las fiestas y a voluntarios de la Junta de Cofradías de Semana Santa que colaboraron en la distribución de la paella, pan y bebida, dijo que esta actividad se incluyó en las fiestas patronales en 2003 y cada año tiene enorme respuesta ciudadana. Aunque en sus primeras ediciones se varió el menú, la organización ha optado en los últimos años por la paella, elaborada por una empresa especializada en paellas gigantes, “porque es un plato que nunca falla”, señaló Jiménez.
Junto a la paella se repartieron 250 litros de zurra gracias a la colaboración de la Cooperativa “Jesús del Perdón”, que donó 100 litros de vino. De la comida se encargó la empresa de Albolote (Granada) “Platos y Tapas, S.L.”, con cuatro cocineros y dos grandes paelleras, una de más de dos metros de diámetro y otra de un metro y medio.
Para preparar las 1.700 raciones se utilizaron 170 kilos de arroz, 80 de pollo, 50 de cerdo, 20 de almejas, 50 de chocos, 60 de cigalas, 40 de guisantes, 40 de tomate triturado, 20 de pimiento verde, 30 de apio, 2 de ajos, 40 litros de aceite de oliva y 150 litros de agua.
El reparto de las raciones se hizo con fluidez a pesar de la larga cola que se formó. Se entregó plato de paella, una bolsa con cubiertos de plástico y servilleta, un bollo de pan y la bebida. Los comensales, como si de un día de romería se tratara, se distribuyeron por las sombras y stands del parque ferial, muchos de ellos con sillas, mesas y postres de todo tipo, con protagonismo para el melón.