Trabajadores del Organismo Autónomo Parques Nacionales de Cabañeros, Las Tablas y Quintos de Mora celebraron anoche un encierro en el centro administrativo del Parque Nacional de Cabañeros, en Pueblonuevo del Bullaque, para apoyar las reclamaciones y movilizaciones de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales, que también se encerraron ayer en sus bases después de concentrarse por la mañana frente a las oficinas de la empresa pública Tragsa en Toledo.
En el transcurso de la noche en Cabañeros, la asamblea de trabajadores aprobó realizar movilizaciones en las próximas semanas que se llevaran a cabo en los parques nacionales y en Quintos de Mora. Este colectivo reclama la ampliación «real» de la campaña de prevención y extinción de manera paulatina y que todos los parques tengan el mismo tiempo de contratación. Además, exigen garantías para que, en el caso de subrogación, la nueva empresa contrate a los mismos trabajadores que venían desempeñado las labores de extinción de incendios. Por último, piden que el convenio colectivo reconozca las peculiaridades del sector y que, por el contrario, «no defienda los intereses de Tragsa».
Por otro lado, entre las reivindicaciones de las BRIF están la categoría de bombero forestal, el acceso a la segunda actividad o a los coeficientes de reducción en la edad de jubilación, y condiciones salariales dignas y acordes al puesto de riesgo que desempeñan.
Las movilizaciones, promovidas por la Asociación de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales, se centraron anoche en sendos encierros en las bases de La Iglesuela (Toledo) y Prado de Esquiladores (Cuenca).
En la actualidad, estos trabajadores están contratados como peones y reclaman que se les encuadre en la categoría de bombero forestal. Además, a pesar de sus duras condiciones laborales, su salario es inferior a 1.000 euros y no son contratados durante todo el año. “Consideramos que no somos nosotros los que tenemos que demostrar que nos merecemos un sueldo y unas condiciones dignas tras 23 años haciéndolo y jugándonos la vida. La profesionalidad de la Brif está más que contrastada», aseguran.
Además, exigen el acceso a una segunda actividad o a la posibilidad de acogerse a los coeficientes de reducción de la edad de jubilación. “Después de dejarnos nuestro sudor durante 30 años en esta empresa seremos aptos para desarrollar al 100% y como venimos haciendo nuestra labor y por lo tanto creemos que nos merecemos una salida adecuada y no el abandono”.
Desde la ATBRIF consideran que el resultado de este segundo día de encierro es el de «una impresionante muestra de unión y fuerza del colectivo», por lo que esperan que Tragsa acepte sus reivindicaciones en un corto plazo de tiempo.
Señalan que los actos que se desarrollaron a lo largo de ayer solo pudieron ser secundados por trabajadores que se encontraban en su día de descanso. Por lo tanto, según la ATBRIF, las concentraciones en las sedes de Tragsa en Toledo, Cuenca y Valladolid fueron secundadas por el 90% del colectivo disponible. Lo que para este colectivo supone «todo un éxito».
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