La presencia de dióxido de carbono o NO2, uno de los contaminantes atmosféricos más agresivos, ha disminuido en España en torno a un 22% en los últimos veinte años, lo que ha supuesto una notable mejora de la calidad del aire en las principales ciudades del país. Así lo confirma el estudio que ha realizado el investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha Alberto Notario, junto a colegas del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la Universidad de Bremen, y que ha liderado el Grupo de Química Atmosférica y Clima del Instituto de Química Física Rocasolano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La reducción del dióxido de carbono comenzó a observarse en el período 1996-2008, cuando se situó en un 2% por año, y se hizo más acusada entre 2008-2012, llegando a un 7% por año, lo que los investigadores achacan a la crisis económica, la reducción de la actividad industrial y la consecuente disminución de emisiones procedentes del tráfico rodado. A pesar de estos buenos datos, los científicos señalan que España sigue excediendo de forma puntual los límites establecidos por la Unión Europea.
El trabajo, primero de estas características que se lleva a cabo en España, ha sido publicado en la revista Scientific Reports, de los editores de la prestigiosa Nature. En su elaboración se ha empleado un gran volumen de datos procedente de las redes de vigilancia de las ciudades españolas más pobladas, Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, junto con las medidas proporcionadas por instrumentos instalados en satélites de la Agencia Espacial Europea.