Carlos García del Castillo Serrano.- Atípico último día de feria con un panorama con dos puntos de vistas muy diferentes. Por un lado, y como ha venido siendo habitual durante las ferias, el botellón volvió a estar repleto de jóvenes que bebían en el aparcamiento habituado en el Quijote Arena. Por otro, la escasa fe de los feriantes por quedarse un día más, que reflejó una pobre imagen en el recinto ferial donde apenas quedaban juegos y atracciones que no tardaron mucho en desmontar ante el poco público que acudió.
El intento por alargar en un día más la feria no tuvo mucho respaldo por parte de los feriantes, la gran mayoría decidió marcharse y apostar por otras fiestas. Apenas quedaban 6 atracciones en todo el recinto ferial y algunos juegos en el desenlace de la feria. La gran variedad estaba en los puestos de comida que se decantaron por un día más. Los grandes beneficiarios de la situación, los dueños de las casetas, que vieron como ese día extra era otra oportunidad ante la poca competencia que había en todo el recinto y que los jóvenes no dudaron en acudir.