J. Carlos Sanz.- No defraudaron Lori Meyers en su concierto de anoche en el Auditorio La Granja de Ciudad Real donde dejaron huella. Diez años después de su debut discográfico, la formación granadina demostró por qué dio el salto al mainstream siendo en la actualidad uno de los grupos indies que goza de mayor reconocimiento y pedigrí.
Así pudo constatarse durante la hora y media de actuación en la que cumplieron escrupulosamente con el guión previsto. Hoy en día, el directo de Lori Meyers destaca por sus bases sesenteras, el sonido peculiar de los sintetizadores y esa voz alargada de Antonio López (Noni).
El repertorio fue una “gran selección” de los temas más afamados de su discografía. Aunque los granadinos se fajaron desde el inicio con temas incluidos en “Impronta”, su último disco, caso de “Planilandia”, “Tengo un plan” o “El tiempo pasará” que se convirtió en uno de los momentos de la noche con el inesperado cameo de Anni B. Sweet en voz y teclados.
Antes de la aparición estelar de la malagueña, regalaron al público temas como “Dilema”, incluido en su segundo álbum “Hostal Pimodán” o la popera “Luciérnagas y mariposas” de su tercer disco “Cronolánea” y del que la crítica sigue calificando como su mejor trabajo hasta la fecha.
No fue hasta bien entrado el ecuador del concierto cuando se abrió la veda de los hits y de un tirón sonaron “Religión”, “Luces de neón” con ribetes psicodélicos, la tan esperada “Emborracharme”, copas de vino en mano incluidas, y “Alta fidelidad” en la que un sarcástico Noni desafíaba al público para que se desgañitara con el estribillo. Se ve que el cantante echaba en falta más fervor, tanto que sin cortarse un pelo soltó que en otras comunidades “la gente canta más alto”. Ahí quedó el recadito para los ciudadrealeños.
Ya en el bis, y ante un público entregado, Noni y compañía rindieron tributo a los diez años de su debut discográfico con “Viaje de estudios” tocando “Dos hombres con sombrero”. Antesala del delirio final cuando tocaron los dos temas más conocidos de su cuarto álbum “Cuando el destino nos alcance”: “¿A-ha han vuelto?” rebozada de bases electrónicas y la irresistible “Mi realidad” con la que se despidieron de la capital hasta más ver.
Precisamente, la realidad actual de Lori Meyers es la de ser un grupo que tuvo sus orígenes en la escena alternativa y que con el tiempo se ha encaramado en la primera división de las bandas nacionales. Se codean en fama y reputación con Love of Lesbian o los inalcanzables Planetas.
