La provincia de Ciudad Real también exporta organistas. Es el caso de Jesús Ruiz, natural de la localidad de Valdepeñas: con 21 años ya ocupaba el puesto de segundo organista de la Catedral- Magistral de Alcalá de Henares, y con 23 años fue organista titular de la Catedral de Santa María Magdalena de Getafe. A pesar de ello no deja pasar la ocasión cuando vuelve a tierras manchegas, de acercarse a tocar en el órgano histórico de Torre de Juan Abad, instrumento que conoce muy bien.
Trae en esta ocasión un programa que hará que el órgano nos muestre todas sus posibilidades sonoras. Un concierto con brillo y color, con obras de Buxtehude, Sweelick, Storacce, Correa de Arauxo, Bruna, Martin y Coll y Fco Tejada, junto con alguna de sus improvisaciones.
Su formación musical se la debe a Roberto Fresco (Organista Titular de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena) quien le ha enseñado, técnica y dedicación a este instrumento. En la actualidad se encuentra estudiando Superior de órgano con los profesores Roberto Fresco y Jorge García en improvisación en el Centro Superior Katarina Gurska.
Ha trabajado la música española con Montserrat Torrent en los Cursos Universitarios e Internacionales “Música en Compostela” quien le otorgó en 2006 el premio Andrés Segovia- J.M. Ruiz Morales. De igual modo participó como alumno activo en la Academia de Órgano de Andalucía estudiando la música española con el profesor Andrés Cea Galán.
Asiste regularmente a cursos de perfeccionamiento trabando la interpretación con Jean- Claude Zehnder, Edoardo Bellotti (interpretación e improvisación), Jon Lauvik, Jesús Martín Moro, Wolfgang Zerer, François Espinasse,Antonio Duarte entre otros.
El Ciclo Internacional de Conciertos de Torre de Juan Abad
Con más de 20 conciertos programados para la presente edición, el órgano de esta localidad ciudadrealeña se ha convertido en un referente desde que se iniciara el ciclo hace 13 años. La experiencia y el arte de grandes maestros internacionales del órgano, la calidad de intérpretes ya consagrados a nivel nacional y la ilusión y la esperanza de las jóvenes promesas que pasan cada año por la tribuna de este órgano, hacen de este ciclo uno de los más amplios, abiertos y con proyección de futuro.
Muchos de los organistas europeos pasan temporadas en la localidad atraídos por la sonoridad del instrumento, inalterado desde su construcción hace 251 años. Los jóvenes músicos tienen la puerta de la Iglesia abierta para sus ensayos. Una actividad intensa que ha cumplido con creces el deseo de Alain Faye, maestro organero que lo restauró hace 13 años: “Tenéis mucha suerte de tener en vuestro pueblo un órgano de esta calidad, lo envidiarán muchos y les invito a cuidarlo y quererlo».
