Una de las críticas que se hace habitualmente a nuestro actual Sistema político es la falta de separación de Poderes. Pero… ¿qué es la separación o independencia de Poderes? ¿Y para qué sirve?
Es un concepto que viene del cambio de las monarquías absolutistas por las monarquías parlamentarias. El rey, que mantenía el Poder Ejecutivo, es decir, el gobierno, tenía que actuar de acuerdo a las leyes (el Poder Legislativo), leyes que eran promulgadas por el Parlamento.
Es decir, que -en teoría-, el rey ya no podía hacer lo que le viniera en gana, como pasaba con los monarcas absolutos. Gobernaba, pero de acuerdo a unas leyes que no hacía él.
Más adelante, se acabó añadiendo a esos dos poderes el Poder Judicial, que también debe ser independiente de los dos anteriores.
Posteriormente, en Repúblicas o en Monarquías donde el rey ya no gobierna, se mantiene la misma idea: que el Gobierno (Poder Ejecutivo), el Parlamento (Poder Legislativo) y los jueces (Poder Judicial) sean independientes entre sí.
Es decir, unos hacen las leyes (diputados, senadores), otros gobiernan (presidente, ministros), pero de acuerdo a esas leyes, que ellos no hacen, y otros (jueces) controlan el cumplimiento de las leyes. Tres Poderes controlándose unos a otros. Evitando que ninguno de ellos se desmande.
¿Qué ocurre cuando no hay separación de Poderes?
Pues que volvemos a la situación de la monarquía absolutista; pero, en lugar de con un rey, con un grupo de personas que ostentan un poder absoluto: me hago las leyes que me convienen para gobernar como me da la gana y además controlo que “cumplo” las leyes con los jueces que pongo yo.
Y eso no hay democracia que lo resista. Ni aun cambiando de caras cada X años.
Lo vemos en nuestro país, mismamente. El ejemplo típico:
Un político roba, pero sus leyes lo exoneran, o bien sus jueces hacen la vista gorda: no pasa “ná”.
Que si le tocan los jueces de “los otros”, no hay problema, porque hay distintos órganos a los que ir apelando (Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de cada comunidad autónoma, Tribunal Supremo) hasta que le toque un juez de los suyos que le exonere.
Y si tiene la mala suerte de que al final le condenan, el gobierno le acaba indultando.
Yo me lo guiso, yo me lo como.
Poder absoluto.
En España la propia Constitución impide la separación de Poderes. Elegimos un Legislativo (Parlamento) que a su vez elige al Ejecutivo (Gobierno) y entre ambos escogen al Poder Judicial y, además, al Tribunal Constitucional.
Es decir, que el partido o partidos con mayoría parlamentaria ostentan un poder cuasi absoluto durante cuatro años.
Pregunta retórica: siendo tan importante como es la separación de poderes para el buen funcionamiento democrático… ¿cómo es que en España no la tenemos?
P.D. Esto también es válido para cualquier organización que pretenda ser democrática, como por ejemplo, un partido político.
Por cierto… ¿hay separación de Poderes en nuestros partidos políticos?
Gonzalo Plaza
Ciudadano en blanco
Ciudadano en blanco
De nuevo en la diana. En el pasado los monarcas absolutos podían recurrir a la «lettre de cachet», lo que en España llamábamos «orden reservada», por la cual podían coger a uno y meterlo en la cárcel burlando toda ley: sin auto motivado, sin juicio, sin sumario, sin acusación, sin derechos y sin nada, hasta que muriese de viejo y de olvido. Incluso un rey como Carlos III la usó alguna vez contra los insurrectos indios del Perú, de lo cual se hizo eco Félix Mejía.
Y como no espabilemos eso mismo pronto volverá a pasar aquí, si es que no está pasando ya, como en otros países «ultrademocráticos» como los USA.
No hay que ser muy listo para darse cuenta de que NO existe ninguna división de poderes en España desde que el ejecutivo está a órdenes del partido en el poder y, entre el partido y el ejecutivo, nombran a jueces y fiscales para no tener problemas en las más altas instancias.
La cosa es aún más espectacular en algunas provincias donde los cuatro poderes van de la mano permitiendo barbaridades como las que han ocurrido en Levante.
Yo no tengo la más mínima duda de que Montesquieu se volvería a meter en la tumba si se diera una vuelta por aquí. Ahora, si se pusiera a dar pescozones, debería empezar por los ciudadanos que hemos permitido que presidentes, jueces, fiscales, alcaldes, subdelegados etc etc estén casi siempre «de la mano».Si, la mano que mece la cuna y deja en agua de borrajas aquello que no interesa mover. Y no creo que tenga que explicarme mucho más, porque las hemerotecas están llenas de casos de connivencia.
Mientras que la Justicia no tenga absoluta independecia y el Consejo General del Poder Jucdicial, el Supremo, el Constitucional y la Audiencia Nacional no sean islas ciegas, sordas y mudas a la hora de sentenciar, el que suscribe no creerá en la Justicia.
Lo triste es que, pese a ser algo tan evidente, a la mayoría de la gente no le importa lo más mínimo. La domesticación de los ciudadanos ha funcionado tan bien que se acepta el Sistema sin cuestionar siquiera si es democrático o no.
Gracias por el articulo, que pone negro sobre blanco lo que está pasando en nuestro país. Pero lo más grave, para mí es la dependencia del poder judicial, al poder ejecutivo, y lo más sangrante, que cuando se tienen mayorías absolutas, se descompone la democracia. Y viene la crisis, y la utilizan, para modificar las cosas importantes que nos van segando la hierba, sobre los píes. Ojala lea mucha gente esto, para darse cuenta de lo que nos están haciendo, yo hablo en presente, pero la parte histórica, no tiene desperdicio. Gracias.
Pues sí: mayorías absolutas, Poder absoluto, fin de la democracia.
Gracias a ti por la valoración. Hace falta que mucha gente sea consciente de lo que nos están haciendo… y que además, le importe.