“Es dudoso que se pueda remediar esta lepra que nos mata sin antes suprimir los partidos políticos.” Simone Weil (“Ècrits de Londres et demières lettres”, 1943) lo tenía claro: mientras sigamos dejando la política en manos de los partidos, esto no tiene solución posible. Ni democracia, ni derechos, ni estado del bienestar, ni «ná de ná».
“Las soluciones no son fáciles de concebir. Pero es evidente, tras un examen atento, que cualquier solución implicaría en primer lugar la supresión de los partidos políticos.”
Pero… ¿qué pasa con los partidos políticos?
Simone lo expresó así:
“Para valorar a los partidos políticos según el criterio de la verdad, de la justicia, del bien público, conviene comenzar discerniendo sus características esenciales. Se pueden enumerar tres:
1. Un partido político es una máquina de fabricar pasión colectiva.
2. Un partido político es una organización construida de tal modo que ejerce una presión colectiva sobre el pensamiento de cada uno de los seres humanos que son sus miembros.
3. La primera finalidad y, en última instancia, la única finalidad de todo partido político es su propio crecimiento, y eso sin límite.
Debido a este triple carácter, todo partido político es totalitario en germen y en aspiración.”
“Desde el momento en que el crecimiento del partido constituye un criterio del bien, se sigue inevitablemente la existencia de una presión colectiva del partido sobre el pensamiento de los hombres.”
“Si un hombre, miembro de un partido, está absolutamente decidido a ser fiel, en todos sus pensamientos, tan solo a la luz interior y a nada más, no puede dar a conocer esa resolución a su partido. Entonces se encuentra respecto del partido en estado de mentira.”
“Un hombre que se afilia a un partido seguramente ha percibido, en la acción y la propaganda de ese partido, cosas que le han parecido justas y buenas. Pero jamás ha estudiado la posición del partido respecto a todos los problemas de la vida pública. Al entrar en el partido, acepta posiciones que ignora. De esa manera somete su pensamiento a la autoridad del partido.”
“Pero de hecho, salvo raras excepciones, un hombre que entra en un partido adopta dócilmente la actitud de espíritu que expresará más tarde con estas palabras: «Como monárquico, como socialista, pienso que…». ¡Es tan cómodo! Porque no es pensar. No hay nada más cómodo que no pensar.”
Es decir, que los partidos políticos vendrían a ser como sectas: proporcionan una ideología afín que abrazar, un líder al que seguir, y compañeros para sentirse arropado y apoyado.
Son lo cómodo. El camino fácil.
Todo lo contrario de lo que representa la democracia: toma de decisiones racionales, responsabilidad individual, colaboración entre iguales, ausencia de jerarquías.
La democracia es sin duda el camino duro, sacrificado, difícil. Pero también es el que, en principio, nos permitiría construir una sociedad mejor.
Entonces… ¿la cuestión es… partidos políticos o democracia? ¿Hay que escoger entre una cosa o la otra?
Gonzalo Plaza
Ciudadano en blanco
Hombre a Weil hay que analizarla con «cuidaico». O sea, esta señora dice verdades interesantes en sus escritos pero, no es una ideóloga cuyos radicalismos no son desconocidos. Quizá sería una Podemos de ahora, y hay que dar el salto del sindicalismo o la política revolucionaria a la política del día a día (lo que no significa venderse a la prostitución política…para nada).
No discuto lo que dice pero, con «cuidaico». Porque hay que recordar que era bastante radical en sus posturas. De hecho era antisemita, antiestalinista, anti ella misma, pacifista intransigente y del bando anarquista de Durruti en nuestra infame guerra civil de 1936 ¿Le quita esto razón en lo que dice? NO, pero sí la enfrenta a los que no quieren revolucionar sus vidas y que, por desgracia, son demasiados.
Es que el fondo de su mensaje es interesante, pero las formas pueden dar ideas equivocadas a quien no las lea con un punto de análisis equilibrado ¿No crees? Aqui se dicen cosas a diario muy interesantes, pero no calan el muro de la necedad de los que están a gusto como están y disfrutan de la sodomización política a la que llevan sometidos desde que nacieron.
Yo sigo estando a favor de los partidos, aunque solo sea desde el punto de vista de la teoría, no de los Gürteles o los ERES. Es más diría: Partidos políticos + democracia interna en los partidos políticos = Acierto.
La verdad, Blisterr, en este momento, no me preocupo por llegar a los que «están a gusto como están». Me parece más importante llegar a los que sí quieren intentar cambiar las cosas.
Porque si estos últimos, encima de que somos minoría… caemos una y otra vez en los mismos errores que ya cometieron nuestros mayores… ¿qué podemos esperar de los otros? ¿Qué tenemos que ofrecer para cambiar las cosas? ¿Algo que no funciona? ¿Algo que nos coloca en el mismo bando que ellos, como los partidos políticos?
NO, Blisterr. Como dijo Albert Einstein, «las cosas no cambian si seguimos haciendo lo mismo de siempre». Si queremos salir de este pozo en el que estamos metidos, hay que probar otros remedios.
Ah, la ecuación del titular y la filosofía de Weil viene a decir que cuando intentas unir partidos políticos y democracia (interna o externa), la cosa peta. No funciona.
Es decir, es posible que partidos+democracia interna sea un acierto. Pero donde hay partidos no hay democracia interna.
En el próximo artículo explicaré (bueno, yo no) por qué.
Aunque habría una posibilidad… pero la dejo para el tercero. Y requeriría de muchos cambios. De una revolución.
Si yo estoy muy de acuerdo contigo. La pena es que los que están a gusto como están…son muchos. Todo ello para deleite de los que medran en política para robar y vivir como marajás.
De hecho, mira el rumbo que ha tomado el PP, en vez de hablar de sus políticas, de sus objetivos, de sus tareas, se dedica a cargar contra Podemos porque quieren hacer un cambio ¿Cómo es posible que el partido del Gobierno dedique todos sus esfuerzos a convertir a Podemos en la bicha? ¿De verdad que son tan cretinos? ¿De verdad que los ciudadanos nos podemos permitir que el partido que Gobierna España lance a sus más infames personajillos al hundimiento de un partido que ha ilusionado a los que estamos hartos de política rastrera y de seres tan vomitivos como la marquesa Esperanza Aguirre o el Luisma?
Por otro lado, sabes que los cambios implican esfuerzos, trabajo, pensamiento, compromiso…y la gente (a los que yo me niego a llamar ciudadanos) es muy vaga. De ahí el dicho católico «Señor, que me quede como estoy» y añado yo: «con el culo como un bebedero de patos»…pero que no me hagan pensar o sentir…
Pero, como siempre, muy de acuerdo con lo que escribes. Hala, ahora a esperar a alumbrar en la Virgen del Prado…ayyyy.
Blisterr, el PP carga contra Podemos porque necesitaban un nuevo demonio con el que asustar a la gente.
Las últimas políticas ultraneoliberales que están aplicando están haciendo tanto daño, que tienen que recurrir a medidas extraordinarias para evitar perder a la mayor parte de su electorado. El habitual miedo al PSOE parece que ya no es suficiente. Así que necesitan una nueva y más terrorífica amenaza: Podemos.
Es lo que tienen los Sistemas bipartidistas, que funcionan a base de miedo. El PP recibe votos no por méritos propios, sino porque la gente tiene miedo a que gane otro (PSOE y, ahora, también Podemos). Y el PSOE recibe votos por miedo a que gane el PP (y Podemos).
http://ciudadanoenblanco.blogspot.com.es/2014/05/asi-funciona-y-se-perpetua-el.html
Es lo mismo que llevan haciendo los últimos 35 años.
Es posible que hayan considerado que necesitan a Podemos para seguir utilizando la misma estrategia. Que en realidad, no tienen otra. Si no consiguen votos así, por el miedo, se les hunde el chiringuito.
En cuanto a los súbditos, también dijo Einstein que peor que lo que realmente hacía daño no eran los que hacían el mal directamente sino los que lo permitían con su pasividad.
Eso es lo que hay, y habrá que intentar cambiarlo también, habrá que intentar despertar al menos a una parte del rebaño… pero para mí, lo primero, es despertar a los que no son el rebaño, que somos los que primero tendremos que tirar del carro, hacer las cosas bien, encontrar las estrategias adecuadas…
Es lo que he comentado antes, no puedo pedirle a los remisos que se unan a la revolución si no tengo algo que ofrecerles que pueda funcionar. Tanto a nivel de estrategia, como de alternativas de sociedad.
En cuanto a lo segundo tenemos el decrecimiento, pero hay que mostrarlo con experiencias, prácticas, iniciativas que se pueden poner en marcha ya.
Y en cuanto a lo primero, a la estrategia… pues hay que hacer las cosas bien. Yo no puedo criticar a los que votan al PP si mi «solución» es votar a Podemos. ¿Mi secta por la suya?
No. Mi solución es la democracia, pero la de verdad. Y para ello necesitamos otro Sistema político, otra Constitución, y… tal vez, suprimir los partidos políticos o, en su defecto, cambiar su funcionamiento radicalmente. Obligar a que tengan democracia interna.
Cosa para la cual necesitamos hacer antes la revolución, porque de ellos, de motu propio, no va a salir.
Ah, Blisterr, una cosa más. Hay un dicho por ahí que reza así: «si luchas por la ruptura, obtendrás reformas. Si luchas por la reforma, no obtendrás nada».
No puedo poner la mano en el fuego por que se cumpla, pero… al menos en lo que respecta a la parte de la reforma sí que pienso que acierta. Por ello no me valen las supuestas «reformas», que podrían admitir esa mayoría pasiva de súbditos.
La ruptura, si se hace bien… quién sabe. En cualquier caso, hay que intentarla, porque, sencillamente, no tenemos otra opción.
Pues si.
Fíjate, los colegas PSOES se me cabrean cuando les digo que son lo mismo que el PP. Yo no les llamo casta, porque simplemente son afiliados que votan y callan…a la verdadera casta a la que son incapaces de criticar por miedo, la de los que llevan años mamando de la teta pública sin saber hacer la O con un canuto.
Pero, a lo que voy, hace un ratito leo en el Mundo «Arriola, secretario de los socialistas Vascos cree que Bildu obtendrá un importante apoyo de Podemos».
De nuevo lo que hablábamos. La dictadura del miedo.
Es que hay que ser muy mala persona, y lo digo en general, no a este tipo que ni siquiera conozco y que tiene el mismo apellido que el ideólogo de Rajoy y marido de la ínclita ex ministra del caldito con hueso de vaca loca, para decir esa barbaridad.
Tiene cojones que PP y PSOE hayan mantenido el conflicto vasco desde la llegada de la democracia para mangonear el poder en Euskadi y ahora quieran pillar votos diciendo que votando a Podemos, se vota al entorno de ETA. Tiene cojones que González, Aznar y Zapatero hayan mantenido reuniones con la cúpula, incluso uno de ellos fuera el señor X de los Gal y ahora digan esto.
Sinceramente, lamento haber leído la noticia después de comer, porque me están dando arcadas.
Pero nada, que sigan así. Como la marquesa Aguirre, la que tira motos de policía, se da a la fuga y les acusa de violencia contra una sexuagenaria, la que amenaza a los que protestan en los hospitales y les chulea, la que descubrió la trama Gürtel (cuando la tenía tan empozoñada como un pañal debajo de su culo) que hoy felicitaba a Podemos por haber hecho una campaña al mejor estilo nazi. Gracias Marquesa, cada vez que abres esa bocaza de jocker le das más publicidad y votos a Podemos. Al final vas a conseguir que te hundan a denuncias.
Es más, deberíamos ver el tema de la cercanía al funcionamiento e ideología nazi. A ver quién está mas cerca. Yo lo tengo claro. Por sus acciones les conoceréis y, en este caso, podemos aún no ha ejercido de gobierno en ninguna administración española. Por lo tanto, a diferencia de otros, a Podemos se la puede criticar poco. Otra cosa es que sus planteamientos puedan gustar o no, ahí no entro…
En fin, un desahogo… que todo esto hay que publicitarlo para que se sepa quién es quién. Sobre todo, cuando la gente que insulta sin medida, debería estar hace años en la cárcel y, cuando menos, muy lejos de lo público.
A estas alturas, el que no sepa ya lo que son el PP y el PSOE, no lo va a aprender.
Hemos dado el poder a lo peor de la sociedad. Y así nos va.
¿Hasta cuando seguiremos haciéndolo?
[…] el texto anterior, recuperaba una parte de lo que Simone Weil expresó sobre lo que son los partidos políticos. […]
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