Fermín Gassol Peco.- Hijas de las que florecieron allá por primavera,
rosas rezagadas que en verano ofrecen los rosales,
ajenas a su tiempo, pálidas, calladas, apenas sin olor,
temerosas que el zarpazo de algún rayo abrasador,
arrebate la frescura que sus hermosas madres sí lucieron.
Son las rosas que en verano se abren y florecen,
fugaces como un soplo de un efímero fulgor,
que el sol envidioso parece querer ajusticiar,
celoso que unas luces más pequeñas y cercanas,
oculten su insoportable calor y majestad.
No caigáis en el error de florecer en este tiempo,
aguantar a que el astro rey ceda en su fuerza,
no luchéis contra aquel que vanidoso, os ha vencido;
que es mejor ser rosa hermosa en un otoño ya sereno,
que pequeña y desvaída flor ahogada en el estío.
¡Tienes el poder de emocionar!
Tú…que tienes sensibilidad, un abrazo.
Ya no se ven rosales como los de antes. Los que tenía el X El Sabio su alrededor, los de la Plaza de la Provincia. La verdad es que eran rosas que olían muy bien. Aún recuerdo su fragancia.
En fin, las rosas siempre son interesantes. Y en ramos de 13 más…
Hoy, es verdad,tenemos muchas flores todo el año, flores cautivas del tiempo y del espacio, hermosos seres vivos transportados a un tiempo que no huele, impropios testimonios de unas estaciones que apenas tienen vida.
El hombre está empeñado hoy en poseer su diario paraíso a todas horas, quiere tener a la naturaleza sometida a sus caprichos. Quiere que las flores sean rosales que no huelan ni pinchen sus espinas.
Y las rosas…quizá por eso, Blisterr,han volado.
Un saludo.