La sala Jacobo Fugger de Almagro acoge durante todo el mes de julio la exposición “Encuentro con Kandinsky” de Olga Alarcón. La artista, nacida en Puertollano, pero afincada en Almagro desde hace varios años, presenta una propuesta diferente, cercana y fácil de entender del gran maestro ruso después del estudio y la investigación realizados sobre la reveladora teoría del color por el que es conocido Kandinsky y con un objetivo final demostrar que las composiciones cromáticas pueden transmitir las emociones, la utilización del color es una herramienta para llegar al alma del espectador.
Para ello, Olga ha reinterpretado la obra de Kandinsky divida en tres etapas. Y lo ha hecho partiendo de un falso histórico en la que la Alarcón se ha convertido en una alumna del maestro como podemos ver en varias fotografías (montajes) que se han acompañado de bocetos, apuntes… Porque como la misma autora dijo, ayer en la inauguración, durante los tres años que ha estudiado la teoría del autor ruso, ha hablado y charlado con Kandinsky porque han sido muchas horas leyendo, revisando sus escritos, soñando con el maestro ruso para sumergirse en su obra. Una experiencia, un encuentro que Encarnación Asensio, coordinadora de Cultura del Ayuntamiento de Almagro y presentadora del acto inaugural supo transmitir a través de las palabras de presentación. Ha conseguido que la voz de Kandinsky llegara a la sala Fugger para hablar de su “última y más querida alumna”. De la artista manchega, ha dicho que también es innovadora, “yo he sabido transmitirle y Olga ha sabido entenderme bien. Los dos, en el silencio del taller, hemos desarrollado la obra que ahora mostramos”.
El alcalde de Almagro, Luis Maldonado, asistió a la inauguración de la muestra que estará en la sala Fugger hasta el 31 de julio. Maldonado destacó el trabajo creativo e innovador de Olga Alarcón.
La inauguración ha contado con la colaboración de los alumnos del taller de empleo “Auxiliar de Servicios de Restauración y Hostelería” que se desarrolla en Almagro, promovido por el Ayuntamiento de Almagro y cofinanciado por el mismo, el Fondo Social Europeo y la Consejería de Empleo y Economía de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha. Los alumnos fueron los encargados de realizar el coctel en el patio de los Fúcares como prácticas del curso formativo.
La exposición en tres etapas
La exposición es un recorrido por las tres etapas del gran maestro ruso con las que revolucionó el mundo del arte y la expresión plástica. La primera parte comprendida entre el periodo de 1908 a 1916 en la que elabora una pintura todavía con códigos figurativos y composición concreta, aunque se ve el abandono progresivo de lo figurativo y el comienzo de un expresionismo abstracto. En este periodo, Olga Alarcón presenta una pintura que “tiene que ver con estas premisas aunque intentando reinterpretarla a través de composiciones derivadas de la pintura de paisaje”, explica.
La segunda etapa de 1922 a 1930, en la que Kandinsky sitúa los primeros conceptos teóricos que imparte en la Bauhaus como la teorías del punto y la línea sobre el plano y lo espiritual del color, la artista plástica ha realizado composiciones que tienen que ver con sensaciones emotivas. De la última etapa que Olga Alarcón ha investigado de la obra de Kandinsky del 1930 a 1940, la joven pintora ha realizado una interpretación basada más en la parte de las formas biomorficas y el cromatismo.
La exposición llega a Almagro después de recorrer Ciudad Real, Torralba de Calatrava y Granada, coincidiendo con el Festival Internacional de Teatro Clásico como quería esta artista joven pero con una larga trayectoria profesional. Ha desarrollado numerosas iniciativas propiamente pictóricas como exposiciones individuales y colectivas, pero también ha publicado artículos, ha participado en cortometrajes, ha diseñado portadas de publicaciones, se ha dedicado y se dedica a la transmisión docente, etc. Sus trabajos se han podido ver en el Museo Elisa Cendrero, en el café Paris de Ciudad Real, en el Centro Cívico de La Herradura en Granada, en la Escuela de Grabado Internacional de Calella en Barcelona, en el Canal de Isabel II o en la galería Burno de Nerja.
