Comunicado de IU Campo de Criptana.- Desde la asamblea local de IU de Campo de Criptana remitimos una petición a nuestro Coordinador federal acerca de la problemática acerca de los excedentes de stock del sector vinícola para que el gobierno de España tuviera que posicionarse, aunque seguimos esperando contestación oficial a la misma: Pregunta al congreso, con una doble pregunta: si va a realizarse una destilación complementaria y qué medidas complementarias se aplicarán para proteger a trabajadores y agricultores.
A dos meses para el inicio de la vendimia, que debido a la climatología vendrá muy temprana, han saltado las alarmas en el sector ante el elevado volumen de existencias en las bodegas, fundamentalmente en nuestra comunidad, con un volumen a nivel estatal de 33,9 millones de hectolitros frente a los 27,9 millones de la campaña anterior. El año pasado como consecuencia de una cosecha excepcional por las condiciones climatológicas favorables, un golpe de calor junto a la generalización de sistemas de recolección mecanizada acortó el periodo de vendimia, por lo que hubo problemas para entregar la uva, largas colas, simplemente porque las bodegas no daban abasto para recibir y molturar tanta uva en tan pocos días. Este año, aunque la cosecha no sea tan elevada como la campaña anterior, la producción se presenta igualmente alta, pero con un problema añadido. Es bastante probable que las bodegas no dispongan de capacidad para almacenar todo el nuevo vino que se obtenga al tener los depósitos llenos, sin que se esperen salidas milagrosas por parte de las administraciones.
Las cooperativas de Castilla-La Mancha reclaman con toda justicia a las Administraciones estas medidas para dar una salida al problema, fundamentalmente con eliminación de existencias, vía ayudas públicas para la destilación y obtención de alcohol, algo a lo que se resiste Agricultura. Este es un problema que se concentra fundamentalmente en Castilla La Mancha, donde la pasada campaña hubo una producción superior a los 30 millones de hectolitros, frente a una media de 21 millones. Y la situación no sólo es coyuntural sino que también hay un grave problema de fondo debido a que la mayoría de las explotaciones están encaminadas a maximizar la productividad, consecuencia de que entre 2001 y 2012 se han acometido procesos de reestructuración de viñedos con el principal objetivo de aumentar los rendimientos a través de cambios de variedades,, implantación de riegos, viñas en espaldera, etc… gracias al apoyo de las instituciones nacionales y europeas.
Los arranques subvencionados de 94.000 hectáreas, junto a otras 70.000 sin ayuda han supuesto reducir las superficies de viñedo de 1,1 millones a 953.000 hectáreas. Sin embargo, la realidad es que las producciones a nivel estatal han pasado de medias muy por debajo de los 40 millones de hectolitros, a producciones entorno a los 50 millones, 53 en 2013.
Además, estas elevadas producciones, se introducen en el mercado dentro de una etapa de bajos precios causados por buenas cosechas en el resto de países, sobre todo en Chile, Australia o EE.UU., y la grave crisis económica internacional.
Todo parece indicar que nos hallamos ante una campaña que estará marcada por las reivindicaciones, las protestas y los conflictos, simplemente porque puede faltar espacio donde almacenar la producción, al margen ya de las bajadas de precios. La Administración no puede esconderse ante un problema con responsables evidentes. La destilación que pide el sector es necesaria, al igual que articular medidas complementarias que protejan a los agricultores, como garantizar ya un precio mínimo de la uva y planes de empleo alternativos. Izquierda Unida estará con el sector en cualquier movilización que promueva y seguirá solicitando respuestas en las instituciones en las que está representada. No olvidemos que han sido las luchas en las calles las que han conseguido ralentizar y echar atrás las políticas de recorte por parte de gobiernos regionales y nacional.
Los gobiernos aducen los altos costes que tendrían estas medidas para intentar evitarlas, esperando que no nos acordemos de que han inyectado enormes cantidades del dinero de todos para salvar al sector bancario, sin que haya ninguna clase de responsabilidades, mientras que relega a este importante sector que en amplias zonas de la región han sido el principal y casi único sustento desde el estallido de la burbuja inmobiliaria. Mucho nos tememos que se pueda producir una debacle del sector que haría peligrar la sostenibilidad económica de toda la comunidad. Nada se consiguió sin lucha, por lo tanto es hora de crear una auténtica mesa sectorial que una desde los bodegueros a los representantes de los trabajadores del sector, pasando por supuesto por los cooperativistas, que exijan medidas inmediatas y la consecución de planes de futuro para el sector, que desde luego serán apoyadas por nosotros.
