Aunque cuenta con la Justicia de su parte, la familia Ferreiro sigue siendo víctima del acoso de los propietarios de la Finca La Cotofía, en el Valle de Alcudia. De nada valen las sentencias que reconocen los derechos de esta humilde familia sobre su propia casa, la histórica Venta de la Inés. Los dueños de La Cotofía siguen valiéndose de artimañanas jurídicas y otras actuaciones sobre el terreno que hacen la vida imposible al anciano Felipe Ferreiro, su esposa y su hija.
En los últimos meses han sido numerosas las muestras de apoyo de diversos colectivos a los habitantes de la histórica Venta de la Inés. Ahora, Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia ha dado un paso más dirigiendo una carta a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, instándole a actuar en defensa de los Ferreiro «ante el continuo acoso que sufren«.
En el escrito, Ecologistas en Acción refiere a la presidenta las «presiones y agresiones» contra los Ferreiro por parte los actuales propietarios de la finca colindante de La Cotofía desde que la compraron en 1986. Entre ellos, se refiere a la «rotura de la tubería que surtía de agua a la venta, cortes de caminos públicos, desvío del Río Tablillas y construcción de un embalse particular, vallado y corte del acceso a la Fuente del Alcornoque y a la Cueva de la Venta, linderos sobrepasados…».
Refiere también que las sucesivas sanciones que han recaído sobre la finca «han sido sorteadas por sus abogados con reiterados recursos ante instancias judiciales superiores, que hasta ahora han conseguido paralizar y eternizar la ejecución de las sentencias con el propósito decidido de burlarse de la Administración, de los habitantes de la Venta y de cuantos ciudadanos deseen utilizar los caminos públicos y los accesos al Río Tablillas, a la Fuente del Alcornoque y a la Cueva de la Venta que mantienen cortados».
Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia pide asimismo a la presidenta que implique a la Junta de Comunidades en la protección de la Venta de la Inés y de la familia Ferreiro, «muy afectados tras casi treinta años de agresiones y litigios, unos problemas que parecen no tener fin».
Ecologistas en Acción-Valle de Alcudia ha remitido también un escrito al director general de Montes y Espacios Naturales del Servicio Periférico de la Consejería de Agricultura en Ciudad Real, José María Toledano, exhortándole a «hacer públicos los documentos y expedientes que han permitido a la finca La Cotofía introducir rebaños de ovejas en terrenos acogidos a ayudas públicas a la reforestación, última anomalía conocida de los propietarios de la finca».
El pasado mes de febrero, los Amigos de la Venta de la Inés exigieron a Gervasio de Vicente Arenal, propietario de La Cotofía, que acate y haga efectiva la sentencia del Tribunal Supremo por la que ha de permitir a los Ferreiro la captación de agua del Tablillas mediante un tramo de servidumbre.
Además, el colectivo requirió a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha el restablecimiento del régimen de visitas al entorno de la Venta, tanto a la Fuente del Alcornoque como a la cueva de pinturas rupestres, y así no haya impedimentos para que los ciudadanos transiten por dicho entorno respetando las fechas y horarios establecidos.
En su día, el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha declaró la Venta y su entorno como Bien de Interés Cultural (BIC), aunque La Cotofía presentó recurso de casación ante el Supremo contra otra sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha que rechazaba un recurso previo contra la declaración del lugar como BIC.
En el seno de la Asociación de Amigos de la Venta, tienen claro que los movimientos de La Cotofía sólo obedecen a una estrategia planificada: por un lado, lograr que los colectivos e instituciones que apoyan a la familia Ferreiro se cansen de mantener pleitos judiciales y que esta actitud caciquil tenga un efecto espantada en aquellas personas que visitan la Venta con la finalidad de transitar por su entorno y conocerlo.
“Se trata de un daño premeditado desde hace muchos años” recalca el presidente de la Asociación, Alfonso Martín Grande. Un agravio que traspasó hace tiempo los límites de la decencia.