Tomás Ballesteros presentaba en sociedad este pasado jueves, 29 de mayo, su libro ‘Adrián Escudero Martínez. Apuntes biográficos de un republicano integral’, un ensayo sobre la trayectoria vital e ide-ológica de este integrante de una familia de braceros de Torre de Juan Abad que quiso romper la condena de vida a la que parecía predestinado.
El salón de actos del Museo Municipal de Puertollano fue el marco donde se celebraba este feliz alumbramiento editorial, un acto en el que como anfitriona tomó la palabra la alcaldesa, Mayte Fernández, así como el también investigador de la memoria histórica en la provincia Julián López y Julio Criado como responsable de Ediciones C&G, firma editorial que ha hecho posible la publicación de este interesante ensayo.
Durante su intervención ante un nutrido auditorio en el que no falta-ron curiosos, amigos e, incluso, dos sobrinas del protagonista del libro, Ballesteros desveló que la obra “parte de una foto datada en 1922, en la que uno de los miembros de la familia de Adrián Escudero, su hermano Pedro, aparece con un cartel en el que pone ‘Somos socialistas”.
Una instantánea cargada de simbolismo, toda vez que esa leyenda es retratada entre una familia de braceros de Torre de Juan Abad, junto a los pudientes terratenientes que la empleaba. Por tanto, el libro hace un recorrido por uno de sus miembros más inconformistas, “que no se resigna a vivir la vida que le tenía predeterminado el destino”. Y es que, como explicó el ensayista, en ese mundo rural y agrario “los terratenientes trataban a los braceros infrahumana-mente, sin derechos y estando siempre al arbitrio de los amos”.
Como se relata en el libro, en esta lucha por cambiar sus vidas, al-gunos de los hermanos y particularmente Adrián, crearon conciencia social y una inquietud constante por el aprendizaje, defendiendo el socialismo, la causa republicana y, siempre, a los más desfavorecidos.
Adrián Escudero Martínez tuvo una vida apasionadamente agitada. De jornalero y tejero en un pequeño pueblo del Campo de Montiel, minero en Puertollano y La Carolina, se fue a ampliar horizontes a Madrid incorporándose como voluntario al Ejército. Condecorado por acciones militares en la Guerra de Marruecos, llegó a sargento hasta ser expulsado por pertenecer a las Juntas de defensa de las clases de tropa; solicitó su ingreso en una logia masónica; editó junto a sus compañeros un periódico que fue prohibido; le encarcelaron y acusaron de dar cobijo a uno de los asesinos del presidente Dato, aunque no pudieron demostrarlo; le imputaron, sin pruebas también, por participar en la ‘Sanjuanada’.
El preámbulo a la intervención de Tomás Ballesteros lo puso Julián López, un apasionado de estos temas que promovió junto a otros entusiastas, la exhumación de Fontanosas de siete campesinos fusilados hace ahora diez años. Un hito en la investigación provincial de la memoria histórica que luego ha seguido en Mogares, Chillón, o Abenójar y sendos proyectos en Saceruela y Puertollano.
López hizo uso de la metáfora para indicar que, por encima de la veintena de cuerpos rescatados, muy pocos para los 4.000 que consta como asesinados por la represión franquista en tierras ciudadrealeñas, “estamos dando carne a los esqueletos que están saliendo de archivos y testimonios”. En otras palabras, de revestir de memoria y dignidad a las personas que nunca debieron morir por motivos de creencias, ideologías y, en definitiva, por luchar a favor de la libertad y la igualdad de todos.
El antropólogo indicó que de una gran mayoría constan muy poquitos datos de su biografía y de entre ellos, en torno a 600, “hay incluso fotografía, cartas, documentos, testimonios”. Será con 200 de estos últimos como se dé forma próximamente a un libro de microbiografías. La intención es “radiografiar toda la provincia” para dar cuenta de que esa represión se practicó por doquier.
En este contexto, indicó Julián López, “el libro que hoy presentamos ayuda a recuperar la memoria de otro represaliado, Adrián Escudero que ya está en la historia, en las bibliotecas, en internet y también en la memoria emotiva de una familia”.
El también prologuista de la obra reconoce el “cariño y rigor” con que Tomás Ballesteros ha impregnado una obra que “contribuye a hacer justicia en un nivel de círculos concéntricos”, para con él mismo, para con su familia y para con todas las comunidades geográficas, ideológicas y profesionales a las que perteneció. “Al con-tar su historia se cuentan historias de mineros y se está haciendo justicia a ellos, con la comunidad de los campesinos y de los tejeros, a la comunidad socialista, a la masónica y a la de exiliados en México”, indicó López.
Para la alcaldesa de Puertollano, Mayte Fernández, este trabajo de Tomás Ballesteros contribuye a “hacer más digna la vida de las personas que en él aparecen” y abogó por el compromiso que pretende “rescatar la memoria como vía para devolver a las personas la dignidad que le fue arrebatada injustamente, en su intento por defender la libertad y la igualdad de todos los seres humanos”.
Fernández lamentó el olvido que contribuyó a olvidar que en las cunetas hay “muchas víctimas de la injusticia, de la guerra y de la dictadura y en el siglo XXI no podemos consentir que sigan olvidados”. Por eso, significó que libros como éste “contribuyen a completar la verdadera historia de este país, algo fundamental para no repetir los mismos errores con las injusticias”.
Por su parte, Julio Criado felicitó a los investigadores que tomaron la palabra por una labor necesaria para restañar todas las heridas que quedaban pendientes de restañar y dijo que, aunque Ediciones C&G es una de las editoriales más pequeñas de la provincia, cuenta “con el empeño de hacer cosas de calidad”, como el libro protagonista el pasado jueves.
También adelantó que junto a un grupo de empresarios de Puerto-llano, están organizando la próxima Feria del Libro de la localidad, iniciativa que cuenta con el aval de la Concejalía de Cultura.