El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha decantado “por el proceso más abierto y más participativo posible” para elegir el nuevo liderazgo del PSOE tras la renuncia de Alfredo Pérez Rubalcaba. De esta manera, ha pedido a la dirección del partido que no descarte la opción de elegir al próximo secretario general por voto directo de los militantes y a quien ha sugerido esta fórmula, Eduardo Madina, “que se presente bajo cualquier formato de Congreso”.
García-Page se pronunciaba de esta manera esta mañana, en Toledo, en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que recordaba que él fue el primero, y casi el único, que pidió que se hubieran celebrado las elecciones primarias antes de los pasados comicios europeos. “Pero agua pasada no mueve molino, hay que mirar al futuro”, remataba.
Page ponía el acento en “lo que está buscando el PSOE”. Y eso es, según su opinión, “un liderazgo fuerte, potente, que de un vuelco al partido”. Y condición necesaria de ese liderazgo es “atreverse en todas las plazas, en todos los formatos, aunque yo prefiera el más abierto posible. Porque lo que está claro es que el futuro liderazgo del PSOE tendrá que pasar por la urna más grande posible antes o después”.
En este punto, el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha ha señalado que estaba muy interesado en conocer, “en saber la opinión de Susana Díaz. Es más, me gustaría que ayudara a tirar del carro, o que tire directamente del carro. Pero no porque en Andalucía hayan ido bien las elecciones europeas, sino porque ha entrado como un cañón en la opinión pública”.
En relación a la candidatura del PSOE para las próximas elecciones autonómicas en la región, García-Page ha señalado que nadie debe tener duda de que “mi cabeza y mi corazón están en el deber moral que tengo y que asumo de quitarle los dolores a Castilla-La Mancha. La posición la decidirán los compañeros, la gente, pero yo no voy a mirar para otro lado”.