Manuel Valero.- Para empezar una obviedad: la abstención sacó ayer una mayoría groseramente tirana y sepa Dios y los electores el arco de colores que puede arrojar ese multimillonario NO VOTO. Y así no hay manera de extrapolar ni el palo del polo.
Y para continuar, y con la que está cayendo, los dos partidos mayoritarios, anatema de los partidos emergentes, salvo IU que también es un partido al uso cómodamente mecido por una emergencia perpetua, se siguen llevando la parte magra del pastelito frente a la constelación minoritaria que ayer recogió el voto más activo por lo que cabe presumir de que todos dejaron sus huellas estampadas en el techo: la pleamar democrática neosistema puede que no dé más de sí. O no.
Para continuar, en España lo que está unida es la derecha, a la que habrá que agradecer que sea muro de contención de la derecha cafre que ha dado el primer mugido en Francia sobre todo, y la izquierda más desunida que las cuentas de un collar roto, salvo en Grecia que es el reverso galo de las Galias. Lo que IU le ha birlado al PSOE se lo ha birlado el we can personalista de Pablo Iglesias junior a IU que sin cortarse un pelo -no va uno a tertuliar a la Sexta para nada, oiga- ha sido el único que ha puesto su careto en la papeleta como si el we can cañí fuera un ensayo del culto a la personalité de este chico locuaz y emergente salido de la televisión como decía el diario El País es un primer titular.
UpyD también es un partido pegado a Rosa Díez que le da hasta su color pero Rosa es más discreta. Y como somos muy dados al estrambote ya hemos enterrado el bipartidismo cuando lo que ha experimentado un serio correctivo ha sido el centro sociológico o socioilógico porque se ha camuflado en el voto silente que es donde socialistas y populares tienen su caladero. Estos resultados no pueden leerse en clave nacional porque eso es más paleto que Fernando VII que usaba paletó sino en clave Europea donde la mayoría consistente de conservadores, liberales y socialdemócratas no dudarán un minuto en la concertación concertada europarlamentariamente democrática para detener los embates de diestra y siniestra y sus planes quinquenales. Los eurocabreados, populistas, xenófobos, radicales caleidoscoparán así con el viejo sistema salido de la foto del minuto del nuevo Parlamento Europeo.
Se puede decir que la democracia burguesa secuestrada por el capital de los mercados, incluso los de abastos, será muy imperfecta pero es muy divertida. La otra democracia popular, la que ha habido en el mundo hasta ayer ya se sabe que era de Partido Único y eso es lo más aburrido del mundo, salvo que sea el mío oiga. Y así, el señor Jean Claude Juncker cuyo apellido rima con búnker correrá raudo a bunkerizar la bien pagada eurocámara (salvo Pablo Iglesias junior que como predicaba una soldada euro de 2.000 machacantes al mes renuncie a la peonada y dé generosanente el trigo que predica), contra los neófitos ismos de la ira.
Y luego están las declaraciones rimbombantes de después de unas elecciones que como es de manual de mano rayan el ridículo: el PP se conforma con superar al PSOE, el PSOE recibe ahora la cosecha de la anedóctica campaña contra un Cañete misógino, IU pide la dimisión de Rajoy, UPyD da por muerto el bipartismo después de contar escrupulosamente, claro, los millones de NO VOTOS, los chicos de la Esquerra que saben mucho de abstención estatutaria de la playa, vaya, vaya, lo leen a su manera nacionalista para sorprender al respetable como Josechu y aquí paz y después gloria, excepto para Elena Valenciano, que ha tenido la gallardía de reconocer el varapalo, porque la peña puesta a ponerse levantisca vota a la izquierda de toda la vida (IU) o la de ayer mismo Podemos porque quiere y porque puede, que fue un eslogan del actual líder del Gran Satán USA- sorprendente paradoja- y que luego hizo cosa suyo el Cholo Simeone para su hazaña bélica balompédica.
Dice mi admirado José Rivero que en esto de las elecciones hay que saber leer, yo creo que también contar, de modo que a ver si me entretengo en contar los NO VOTOS y hago otra analítica completa, que esta es una vaina. Democrática pero una vaina.
Cierto Manuel: saber leer, pero más efectivo y númerico, saber contar. Pero ¿contar qué? Como en los cuentos de antaño, toda contabilidad lleva un relato pegado a la espaldas. Y el relato hay que leerlo.
touché
La hermenéutica siempre ha de estar presente. Totalmente de acuerdo, Rivero.
Por otra parte, muy bien esgrimido tu florete dialéctico, Valero.
Un abrazo.