En la década de los cincuenta, la vivienda sigue siendo un problema grave en muchas ciudades en las que la llegada de numerosos inmigrantes procedentes del medio rural demanda la construcción de viviendas sociales desde las diferentes administraciones.
La vivienda protegida en la década de los cincuenta tiene unos precios totales limitados según el tipo, que, en pesetas, eran para 1950 y 1955.
1950 | 1955 | |
Vivienda especialmente protegida | 40.000 | 50.000 |
Vivienda ordinaria | 50.000 | 60.000 |
Vivienda mejorada | 100.000 | 100.000 |
El volumen de viviendas en este periodo de postguerra alcanza sus cotas más altas entre los años 1955 y 1960 con una media de 30.000 viviendas terminadas al año. En los planes que elabora el Gobierno para el período 1944-1954 no incluye las viviendas bonificables y solo considera las viviendas protegidas realizadas a través del INV. Leyes que van recogiendo variaciones y características propias del momento. Como curiosidad, por ejemplo, la Ley de 1944 estimaba que las viviendas “no tenían obligación de construir refugios”.
Las viviendas protegidas.
El final legal de las viviendas protegidas se produce al quedar derogada por la Ley de Viviendas de Renta Limitada de 1954 que obligaba a arrendar las viviendas bonificables no vendidas en un plazo de dos años y otro de 1959 que regulaba la venta de las viviendas a sus inquilinos de acuerdo con la Ley de Arrendamientos Urbanos.
En el año 1954 había dos sistemas de protección oficial de la vivienda: uno el de las viviendas protegidas desarrollado en el Plano 1944-1954 que estaba prácticamente agotado y el otro el de las viviendas bonificables. El primero lo controlaba el INV y el segundo tenía su base en la Junta Nacional del Paro. Ello lleva a establecer un único sistema de control de la vivienda social en el año 1954 con una dirección centralizada en el INV. El decreto de 1954 dice que “deseando el Gobierno obtener el máximo rendimiento en la protección de toda índole que el Estado presta a la construcción de viviendas adecuadas a las necesidades de los españoles, se ha pensado en la conveniencia de conceder un apoyo más intenso y eficaz a los particulares, facilitándoles una amplia movilización del crédito inmobiliario, para lo cual se otorgan en la nueva Ley las mayores bonificaciones tributarias”. La Ley distingue entre las viviendas que tienen apoyo directo del Estado (Grupo 2º) y las que no lo tienen (Grupo 1º). El Estado sigue controlando las viviendas que siempre debe adjudicar a través de un sistema de concurso.
El Plan Nacional de Vivienda 1956-1960 concentra su actividad en las ciudades con mayor crecimiento o con actividad industrial. Un proceso que hace que en esta segunda mitad de la década de los cincuenta la construcción de viviendas sociales vaya aumentando poco a poco. En Ciudad Real hay una construcción que se produce en el interior de la zona urbana consolidada, dentro de Rondas, y los inicios del desarrollo en zonas periféricas.
La apertura de la Avenida del Rey Santo en Ciudad Real.
El proyecto de la apertura de la Avenida del Rey Santo se inicia en 1950 con la aprobación del mismo por la Corporación Municipal. Se pretende crear una nueva salida de la ciudad y dar la posibilidad de edificación a 23 parcelas. Para ello hay que expropiar 26 propiedades que tienen 17 casas, un almacén, una bodega, una panadería, cuatro huertos. Las 24 parcelas en las que se podrá construir tienen una superficie de unos 600 metros cuadrados cada una. La calle define una plaza ovalada en su encuentro con la calle del Tinte.
Esta nueva apertura permite la disposición de solares para la construcción de viviendas. El primer proyecto es el que plantea la Obra Sindical del Hogar OSH entre 1955 y 1956 para construir 96 viviendas. El Patronato Sindical de la Vivienda plantea la construcción de 6 bloques, tres a cada lado de la calle que tienen viviendas del tipo B con tres dormitorios y del tipo A con cuatro dormitorios. Se construyen 72 viviendas del tipo A y 24 del tipo B en bloques de cuatro plantas con fachadas de ladrillo. El conjunto recibirá el nombre de Grupo Obispo Estenaga.
En la misma plaza se levanta un grupo de viviendas para funcionarios de la Delegación de Hacienda. Un bloque de seis plantas y viviendas de Renta Limitada con un total de 38 viviendas que en su momento tuvieron un coste de 7.802.595 pesetas. Es decir, viviendas que tienen ya un coste muy superior, con una media de 205.330 pesetas por cada una de ellas. En su fachada a la plaza adoptan la forma curvada que define el ámbito de la misma. Esta definición formal del espacio se completa con la construcción del Colegio de Médicos en 1955 y la Escuela de Artes y Oficios.
La construcción fuera de Rondas. El Grupo Santa María y el Grupo Lope de Vega.
Dos proyectos importantes abordan la construcción de viviendas sociales fuera de Rondas. El Grupo Santa María se construyó en 1954 y fue realizado por la Obra Sindical del Hogar con la construcción de 150 viviendas de una planta. Edificios caracterizados por su aspecto exterior singularizado por un recurso sencillo como el uso del arco en las zonas de acceso de las viviendas. Una composición de viviendas en hilera.
Seis manzanas de 80 por 20 metros las tres primeras y de 86×20 las otras tres que van dejando parcelas en su centro de 62 metros cuadrados con 6,20 metros de frente cada una de ellas. Los extremos de la manzana se cierran con otras tres viviendas en posición vertical. De esta manera hay tres manzanas con 24 viviendas cada una de ellas y otras tres con 26 viviendas llegando a las 150 totales. Las calles interiores se han denominado con los nombres de Alfonso el Bravo y Sancho Mayor de Navarra.
En los últimos años algunas de las viviendas se van transformando con dos plantas o arquitecturas modernas como la Churrería de la esquina a capellán Marcelo Colino.
El otro grupo importante de viviendas que se puso en marcha en esta zona en 1957 es el Grupo Lope de Vega, que comprende 104 viviendas realizadas por la Obra Sindical del Hogar, según proyecto del arquitecto Jesús García del Castillo. Las viviendas se construyen en un solar de 9730 metros con un precio de 77,85 pesetas /metro cuadrado. Se levantan bloques de cuatro plantas con fachadas de ladrillo visto lo que suponía un importante avance en la calidad de las viviendas.
Son viviendas de 58 metros cuadrados que tienen un coste de 145.711 pesetas cada una de ellas lo que supuso una inversión total de 15.154.000 pesetas. Un proyecto que se retrasará unos años en comenzar y que se superpondrá con las iniciativas de la Cooperativa de Ferroviarios que conformará uno de los proyectos más interesantes del movimiento cooperativo en nuestra ciudad.
Espacios
Diego Peris Sánchez