Manuel Ciudad Ruiz presentará el próximo día 23 en Puertollano el libro ‘Los clérigos de la Orden de Calatrava en la Edad Media’ y en Calzada de Calatrava presentó el libro ‘La Villa de la Calzada de Calatrava y la Justicia Real (siglos XV-XVII)’, títulos con los que concurrió al VIII Concurso ‘Oretania’ de Investigación Histórica, alzándose con los premios ‘Diputación de Ciudad Real’ y ‘Calzada de Calatrava’ respectivamente.
P.- En primer lugar felicitaciones por los premios conseguidos y por los dos libros recientemente editados. ¿Qué nos cuentas del libro que ha obtenido el premio ‘Diputación’, ‘Los clérigos de la Orden de Calatrava en la Edad Media’, como está estructurado?
‘Los clérigos de la Orden de Calatrava en la Edad Media’, es un libro al que tengo mucho cariño no solo por la aceptación que está teniendo sino porque ha costado mucho trabajo hacerse con información que muchas veces pasa desapercibida. El trabajo, que se ocupa de la rama clerical calatrava entre 1158 y comienzos del siglo XVI, se divide en dos partes fundamentales:
1º.- La estructura institucional y su evolución: Se aborda aquí el análisis de la evolución de estructura institucional de la Orden de Calatrava y de las instituciones que componían la rama clerical de la misma: Priorato y Convento de Calatrava; Sacristanía Mayor; Prioratos comarcales de los reinos de Castilla y Aragón; capellanes; y rectores de las iglesias parroquiales de la Orden. Dentro de cada una de las instituciones se analiza su significado, origen y evolución, derechos propiedades y rentas. 2º.- La Forma de vida: Los freiles clérigos vivían en comunidad haciendo vida monástica en el Convento central de la Orden y en los diferentes prioratos. Tras recibir el hábito y pasar el período de noviciado, hacían la profesión convirtiéndose en freiles de pleno derecho. Su forma de vida derivaba de una adaptación de la regla de San Benito y de los usos y costumbres del Císter. Su misión principal fue la asistencia espiritual y sacramental a los freiles caballeros. Los freiles clérigos calatravos se dedicaban al rezo del oficio divino y otras oraciones y a las misas diarias, sin que apenas desarrollaran una labor intelectual. Se analiza aquí la forma de vida de los clérigos desde que recibían el hábito hasta su muerte a través de una serie de apartados: Toma del hábito; noviciado; profesión; espiritualidad y vida cotidiana; y la enfermedad la vejez y la muerte.
P.- Para los que no conocemos en profundidad la Orden, ¿Qué es la Orden de Calatrava y como se dividen los freiles calatravos?
La Orden de Calatrava fue una institución monástico-militar cisterciense. Fundada en 1158 en el contexto de las Cruzadas en Oriente y de la Reconquista en la Península Ibérica. Desde su nacimiento la Orden de Calatrava contó con dos ramas: una militar representada por los freiles caballeros y otra clerical, integrada por los freiles clérigos, que como he dicho anteriormente es en la que estudiamos en este libro.
P.- ¿Al parecer la rama clerical es la menos estudiada de la Orden de Calatrava?
La rama clerical de la Orden de Calatrava ha quedado tradicionalmente relegada a un segundo plano en los estudios que se han realizado sobre la misma. Los caballeros y sus acciones, que aparecen como los verdaderos protagonistas de la historia de la Orden, han merecido toda la atención de los cronistas e historiadores. Esto ha causado que apenas se conociera nada sobre la forma de vida de los clérigos calatravos y otras cuestiones referentes a los mismos, totalmente oscurecida por el reflejo del brillo de las acciones de los freiles caballeros. Sin embargo, esto supone marginar a un grupo de freiles, que aunque con una menor importancia cuantitativa y cualitativa, también tuvieron su peso específico.
P.- ¿Pero realmente qué importancia tenía la rama clerical en la Orden de Calatrava?
La verdad es que mucha importancia, hay que tener en cuenta que fueron los clérigos los que facilitaron la plena integración de la Orden en el Císter y sobre todo fueron los que sostuvieron espiritualmente a los caballeros, por los que rezaban y a los que daban asistencia sacramental mientras que estos se dedicaban a su tarea de luchar contra los musulmanes. Su labor se ha comparado muy acertadamente con la actuación de las hermanas de Lázaro, Marta y María, símbolos de la vida activa propia de los caballeros y de la vida contemplativa propia de los freiles clérigos respectivamente. Fue la labor de los segundos lo que hizo posible la actividad de los primeros. También, los freiles clérigos rezaban y decían misas por todos los difuntos de la Orden, que actuaba así como una capellanía colectiva de cara a sus miembros.
P.- ¿Se mantuvo la Orden de Calatrava siempre igual o sufrió a lo largo del tiempo de alguna transformación?
La Orden de Calatrava, como las demás órdenes peninsulares, se fue transformando paulatinamente a lo largo de su historia hasta acabar siendo una “corporación nobiliaria” secularizada, al menos por lo que atañe a los freiles caballeros, ya que los clérigos mantuvieron siempre su vocación religiosa aun con ciertos períodos de relajación.No obstante, como balance final se puede afirmar que la Orden cumplió sobradamente con la misión para la que había sido creada, la defensa de la frontera frente a los musulmanes.
P.- ¿Qué función desempeñaban los freiles clérigos en el Convento de Calatrava?
Dentro del Convento de Calatrava los freiles clérigos atendían el culto divino, daban asistencia sacramental a los caballeros del Campo de Calatrava y rezaban por todos los freiles, vivos y muertos. Para que los freiles clérigos pudieran desarrollar su labor con tranquilidad era necesario que se encontrasen sostenidos económicamente. De ello se ocupaban el Maestre, el Clavero, el Obrero y el Subclavero.
P.- ¿Había algún tipo de diferencia entre los freiles clérigos?
Se puede clasificar a los freiles clérigos calatravos en cinco grupos: un primer grupo estaría compuesto por las dignidades, ostentadas por el Prior de Calatrava y por el Sacristán Mayor; el segundo grupo lo formarían los freiles que habían recibido las órdenes mayores; el tercer grupo comprendería a aquellos clérigos que habían recibido únicamente las órdenes menores; un cuarto grupo lo formarían los freiles no ordenados; y por último, el quinto grupo sería el de los novicios.
P.- ¿Era muy diferente la forma de vida de los freiles clérigos de la de los freiles caballeros?
Se puede afirmar, por supuesto con un sentido muy general, que los freiles caballeros y los freiles clérigos tenían las mismas obligaciones: servicio a Dios, culto divino y defensa de la fe. Sin embargo, en la práctica, el cumplimiento de dichas obligaciones fue diferente, como también lo fue la justificación y las misiones encargadas a cada grupo. De este hecho se derivó que la forma de vida de los dos grupos de freiles también fuera diferente. Hay que advertir que para poder establecer con claridad cuál fue la forma de vida de los freiles clérigos se hace necesario aquí hacer continuas referencias a la forma de vida y a las obligaciones espirituales de los caballeros, de tal manera que se pueda apreciar la diferencia entra ambas ramas de la Orden. Desde que ingresaba en la Orden el freile clérigo calatravo se comprometía a llevar una vida monástica, en la que el eje central era el rezo de los oficios divinos y las misas, junto con la asistencia espiritual a los caballeros de la Orden. También se comprometía a vivir conforme a un horario (el monástico), a llevar un determinado hábito, y en definitiva a adoptar los usos y costumbres de la Orden. El compromiso que el freile adquiría ligaba a éste con la Orden de por vida e incluso después de ésta, ya que los clérigos rezaban por la salvación de las almas de los freiles fallecidos, los cuales, además, podían sepultarse en el cementerio del Convento, o en las iglesias de los distintos prioratos que tenía la Orden.
P.- ¿Cómo era la enfermedad, la vejez o la muerte para los freiles clérigos
Debía tenerse una especial consideración con los freiles ancianos y enfermos. Los freiles que enfermaban en el Convento quedaban a cargo del Enfermero. los enfermos estaban exentos de acudir al coro, decir misas y realizar las distintas tareas conventuales. También quedaban exentos de ayunar y tenían un régimen alimenticio especial que les permitía comer carne incluso en tiempo de ayuno. La muerte tenía en la Orden de Calatrava su propio ritual. Cuando el freile enfermo estaba a punto de morir los presentes debían hacer una cruz de ceniza en el suelo. Sobre ésta ponían una alfombra o un repostero y encima se colocaba al enfermo para que muriese allí. Por lo que respecta a la sepultura, ningún freile podía elegir donde enterrarse ni construir una capilla fuera de las iglesias y cementerios de la Orden. Los freiles tenían que enterrarse en el cementerio del Convento central o en las iglesias de los prioratos donde estaban obligados a recibir los sacramentos.