Faustino Segundo Arcos y María Isabel Gutiérrez Salgado.- A los vecinos de Navalpino nos invade una frustración y una amarga sensación de impotencia por las malas prácticas del alcalde, por su actitud déspota y dictatorial de menosprecio a los ciudadanos y sus derechos, que ejerce con la mayor impunidad; parece que está por encima de cualquier ley o norma, gobernando su feudo con la mirada de sus intereses personales; nos parece incompatible con una sociedad democrática.
Este alcalde está imputado por delito de fraude por funcionario público, art. 436 Código Penal, desde marzo de 2012, en el Juzgado nº 7 de la Audiencia Provincial, sin consecuencias políticas, dimisión, que lo procedente al estar su honradez en tela de juicio.
Consideramos que no es ético mantenerse en el cargo, al frente de nuestro municipio, es esas circunstancias, y nos parece grave que su partido, el PSOE, le exija, que sepamos responsabilidad alguna en inaceptable complicidad y convivencia.
Se han presentado, en el cuartel de la Guardia Civil de Horcajo, cinco denuncias por los daños que sus ovejas han producido en olivares. Estos hechos, fueron corroborados sustancialmente por diligencia de inspección ocular de dicha Fuerza Instructora, con una valoración pericial de 2.135,69€.
En el pasado mes de febrero aparecieron muertas, en un paraje que es propiedad del citado alcalde, ovejas de su ganadería. Ello evidencia que su ganado pasta libremente en total abandono y descontrol, sin el menor reparo o consideración por cualquier finca del término, con absoluta impunidad.
El alcalde es el ganadero más importante de esta localidad y maneja la Junta Local de Pastos, en actitud prevaricadora, a su antojo, haciendo caso omiso de las solicitudes que, desde 2007, le han planteado en los plenos municipales sobre asuntos de pastos, lo mismo que a las reclamaciones de más de 80 vecinos o a las solicitudes reglamentarias de participación de vecinos en esta Junta.
En esta actitud se podrían encuadrar supuestamente, los “manejos” en las certificaciones para cobrar subvenciones, no atender los pagos, o no pasar las cuotas, la última, la de 2006, recordemos que es el mayor ganadero local, en incumplimiento de la Ley 7/2000 de Ordenación de Pastos que contempla “realizar el cobro de los pastos adjudicatarios y realizar el pago a los propietarios de las tierras sujetas a ordenación”.
Ni asume responsabilidad alguna, ni ofrece la menor explicación. Parece que está sobre el bien y el mal, haciendo gala de total impunidad con la aquiescencia de su partido, el PSOE.
Esa misma actitud es la que mantiene sobre los arrendamientos de la caza; no sabemos, no da la menor explicación, cuando y cuanto se ha cobrado, se trata de importantes cantidades y, al ser dinero del Ayuntamiento, dinero público, su gestión requiere la mayor honradez, transparencia y precisión; delicado asunto.
El 5 de julio de 2012, hace 9 meses, trasladamos al secretario provincial del PSOE, José Caballero, por escrito registrado, nuestra preocupación por estas actitudes y nuestra demanda de las oportunas actuaciones del partido pero, en evidente menosprecio, ni nos ha respondido ni hemos percibido ningún cambio ni medida al respecto.
Nos produce indignación e impotencia ver como se mantiene a un alcalde imputado y bajo sospecha, y con estos comportamientos déspotas, ¿nos hemos de acostumbrar a convivir con las malas prácticas políticas, con los abusos y con el menosprecio al ciudadano y a la democracia?
Consideramos que la inacción del secretario provincial del PSOE supone complicidad y convivencia con las dictatoriales actitudes que denunciamos, un evidente menosprecio hacia los vecinos de Navalpino.