El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha protagonizado esta mañana un desayuno informativo en Toledo con medios de comunicación en el que ha anunciado la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha aprobada ayer en el Senado con los votos del PP “para parar este verdadero atropello, este verdadero pucherazo electoral que quiere dar Cospedal y que es el único motivo de este cambio estatutario”.
García-Page insistía en el hecho de que la reforma de un Estatuto de Autonomía, “que es una parte de la Constitución española”, fuera aprobada, “por primera vez en la historia de la democracia en España con los votos de un solo partido, y lo hiciera sin que nadie del Gobierno de España, ni nadie del Gobierno de Castilla-La Mancha estuvieran ayer presentes en el debate” celebrado en la Cámara Alta.
“Este no es el Estatuto de Cospedal, este es el Estatuto de Bárcenas. Y lo es hoy mucho más que ayer”, proseguía Page, para recordar después que Cospedal ya cambió la Ley Electoral hace poco más de un año “para hacer lo contrario de lo que propone el Estatuto aprobado ayer. Hace poco más de un año cambió la Ley Electoral de Castilla-La Mancha para aumentar de 49 a 53 los diputados regionales y entonces no había ningún problema en que cobraran”.
A su juicio, lo que ha ocurrido desde entonces es que “a Cospedal ya no le salen las cuentas ni con su propia Ley. No le salen porque con sus políticas no puede salir a la calle, y le salen aún menos desde que estalló el escándalo de Bárcenas. Por eso, a cada millón que ha aparecido, hasta ahora, de alguien del PP en Suiza, un diputado menos necesita Cospedal en Castilla-La Mancha”.
El líder de los socialistas de Castilla-La Mancha aseguraba que ahora reduce los escaños de las Cortes de Castilla-La Mancha a la mitad, “para hacer imposible que partidos como IU o UPyD puedan conseguir un diputado, y para que el PSOE no pueda sacarle dos ventaja al PP en ninguna provincia. Hay una falta absoluta de proporcionalidad e la Ley electoral que se avecina en Castilla-La Mancha y una absoluta arbitrariedad”.
No obstante, García-Page se mostraba convencido de que “el PSOE va a ganar las elecciones en Castilla-La Mancha. Es más, es que es la propia Cospedal las que la va a perder”.
Por ello, comprometía el trabajo de la formación política que lidera “para que sean los ciudadanos de esta tierra los que puedan decidir el año que viene, y ni haya una simulación de elecciones con el resultado por anticipado en vez de en diferido, que es lo que quiere Cospedal. Vamos que los ciudadanos, si quieren, tengan la posibilidad de darle el finquito”.