Alfredo Piedra.- Hace algunos días que, desgraciadamente, tuvimos la oportunidad de soportar en nuestras propias carnes lo dolorosos que pueden ser (sin ser el nuestro un caso extremo, ni siquiera grave) los recortes que en esta comunidad y concretamente en nuestra ciudad, Puertollano, se están produciendo. Sobre todo los tijeretazos en los servicios sanitarios, que como todos sabemos o imaginamos, son los que peor digerimos junto con los relacionados con el sector de la educación.
Por obligadas causas tuvimos que hacer una pequeña visita al hospital hace más de una semana. Necesitábamos que nos realizaran una colonoscopia, para tener la certeza de que mi compañera de viaje no había heredado una fatal enfermedad que ya ha sufrido algún ser muy querido para ella.
La preparación para la prueba no es muy agradable que digamos. Estuvo tres días ingiriendo prácticamente líquidos, pues la dieta no es muy extensa en posibilidades. El último día de preparación tuvo que tomarse una cantidad de sobres de un sabor indescriptible y cuya única misión era la de limpiar por completo todo su aparato digestivo. Se pueden imaginar cómo se pasa todo el día en el servicio vaciándose tanto por arriba como por abajo. Para colofón, dos lavativas: una al acostarse y otra al levantarse.
Nada más llegar al hospital, la primera bofetada. No hay anestesista. «¿Es que no os han avisado?». ¿Usted cree que si nos hubieran avisado hubiera pasado el calvario de estos tres días? El doctor y la enfermera, con buen trato, se preocuparon de llamar para ver qué había pasado, pero no nos dieron solución. Sólo propusieron ir a hablar con dirección y esperar a que hubiera algún movimiento para que pudieran subsanar el error.
El paso por la oficina de dirección fue tan rápido como inútil: «tenéis que ir a atención al usuario». Pese a que insistimos en que queríamos hablar con alguien con responsabilidad, esta fue la única y repetida respuesta que conseguimos.
Una vez en los servicios de atención, nos volvimos a estrellar otra vez con el mismo muro: nadie sabe nada, nadie puede hacer nada y para más inri la culpa de todo lo ocurrido era nuestra, pues no teníamos que haber ido, porque según ellos tenían un papel (escrito a mano, quién sabe si en ese momento) donde había una anotación que decía que habían avisado a su hermana. Invité a la enfermera a que me acompañase a la puerta para aclararlo con su hermana, que precisamente nos acompañaba ese día, pero se negó en rotundo. La única solución era otra cita, de la cual no hemos recibido noticias.
Lo más desesperante fue al abandonar estas dependencias. En tono muy sarcástico, cuando abrimos la puerta para salir, la encargada de atención al usuario nos soltó un «de nada». ¿Qué pensaba, que después de lo que nos hicieron pasar (los tres días sin comer, un día en el servicio, un día de trabajo perdido para mí, un día de trabajo perdido para mi mujer, etc.) encima teníamos que estar agradecidos? Creo que no se lo pensó muy bien antes de decirlo.
Quiero pensar que el despido de personal no ha sido muy acertado ni en este hospital ni en ningún otro, pero algunos trabajadores tendrían que pensar que no es culpa de los usuarios (repito, sólo algunos). Sé que el trabajo que antes se realizaba un tiempo con diez personas ahora se realiza con siete. Sé que, para colmo de los colmos, ya se oyen rumores de que van a hacerse más recortes de personal. Pero repito, de todo esto no creo que seamos merecedores los ciudadanos de Puertollano (ni de ningún otro lugar) y que lo único que nos queda es intentar, aunque sólo sea mediante la protesta, que los responsables de todo esto que nos ocurre por lo menos se den por enterados. Para el fútbol le ponemos más ganas.
*MODERADO* Los problemas laborales no hay que pagarlo con los pacientes que ya bastante tienen tambien con sus enfermedades.
Pues por desgracia es algo que ya pasaba antes de los recortes, en mi caso es el cancer de colon, por lo que hablas podria ser hasta la misma historia…
El buen hacer y la profesionalidad tiene poco que ver con los recortes, aunque en su dia puse mi reclamacion… veo que poco ha cambiado… una lastima.