Eusebio Gª del Castillo Jerez.– Las grandes fuerzas sindicales se reúnen este jueves en Puertollano, pero el 1º de Mayo en Ciudad Real es, desde hace varios años, para la Confederación Nacional del Trabajo, que ha convocado una manifestación que partirá desde la Plaza de las Terreras a las 12:00 horas. Charlamos con José Antonio Linares, secretario de prensa y propaganda de CNT, para entender la realidad laboral desde la perspectiva de este sindicato.
Pregunta. – ¿Cuál será la dinámica de la manifestación?
Respuesta.- La manifestación seguirá el recorrido que hacemos prácticamente siempre: desde la Plaza de las Terreras hasta la Plaza del Pilar. En otras ocasiones hemos terminado en la Plaza Cervantes pero, tal y como está actualmente, hemos preferido hacerlo en la Plaza del Pilar.
A lo largo del recorrido habrá distintas intervenciones de compañeros sobre temas acuciantes en la realidad actual: la ecología y el tratamiento del Gobierno hacia la naturaleza y el medio ambiente, la mujer y la Ley del aborto, la contratación y la precariedad laboral en la que estamos inmersos, la Ley de Seguridad Ciudadana y lo que representa la autogestión como realidad para que los trabajadores tengan autonomía.
Hemos visto que la dinámica de las intervenciones cortas en diferentes puntos en lugar de un discurso largo, es positiva. Al final también un compañero cantautor interpretará unas canciones.
P.- El 1º de Mayo en Ciudad Real es para la CNT porque los sindicatos mayoritarios se manifiestan en Puertollano ¿Desde cuándo se da esta situación?
R.- En Ciudad Real nunca se ha hecho nada, las convocatorias de los sindicatos oficiales han sido siempre en Puertollano. Nosotros también íbamos a allí, pero participábamos por nuestra cuenta porque nunca nos invitaron. Incluso, lo que hemos llegado a hacer con compañeros y compañeras de Puertollano, es organizar nuestra propia manifestación media hora o una hora después, acabando en el mismo sitio. Hasta que en 2009 decidimos hacer nuestro propio acto aquí en Ciudad Real.
P- Cuando coincide la CNT con otras fuerzas sindicales en las manifestaciones se percibe cierto distanciamiento ¿Juntos pero no revueltos?
R. – El objetivo es el mismo pero la supuesta unidad sindical no se rige por parámetros de oficialidad, por parámetros de subvenciones o de pacto a cualquier precio. Nosotros consideramos que la realidad laboral es lo bastante dura como para afrontarlo seriamente. El pacto está bien, llegar a acuerdos con la patronal está bien, pero con cuidado. El desequilibrio de la balanza social y laboral es notorio a favor de las grandes empresas y de la patronal y eso de alguna forma hay que remediarlo; con unidad, pero no con unidad pactada desde arriba, sino una unidad real entre todos los trabajadores.
P.- Recuérdanos cuál es el sindicalismo que propugna la CNT
R.- Es muy sencillo. Se trata de actuar desde la realidad cotidiana, desde la realidad laboral, desde la realidad del desempleo; agruparse, asociarse, buscar el apoyo mutuo e intentar conseguir los objetivos sin intermediarios ni representantes. A lo sumo, interlocutores que transmiten lo que las asambleas de trabajadores proponen.
No queremos subvenciones ni liberados. Subvenciones porque consideramos que eso representa atarnos a la política o a las decisiones de quien te da la subvención. Valoramos mucho la independencia y la libertad, y no queremos vernos atados por unas migajas. Tampoco queremos liberados porque, salvo raras excepciones, la liberación se ha convertido en una prebenda y en una canonjía para mucha gente. Ese tipo de liberación no la entendemos, nunca la hemos entendido, de ahí que no hayamos participado en las elecciones sindicales y sí que pretendamos que, desde los puestos de trabajo, se creen secciones sindicales que directamente presenten a la patronal sus objetivos y reivindicaciones.
Así de sencillo y natural. Lo que deciden los trabajadores es lo que se lleva a cabo y nadie decide por ellos. Uno de los lemas que asumimos es si nadie trabaja por ti que nadie decida por ti, y eso tratamos de llevarlo a efecto.
P.- Respecto a los datos de la última Encuesta de Población Activa que sitúa el número de desempleados por encima de 80.000, un 33,47% de la población ¿Cómo se analiza esta situación desde la CNT?
R.- Es una realidad que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo, por más que traten de enmascararla. Los números son ya tan abrumadores que desde el Gobierno no pueden ocultarlo, a pesar de que ayer nos decía Mariano Rajoy que todo estaba muy bien y se sonreía. Esta gente vive en los mundos de Yupi, y la realidad ciudadana y de la gente común es bien distinta a lo que ellos nos dicen.
Saben que estamos ante una situación que no la pueden arreglar porque no depende de sus decisiones, que serían contrarias a los trabajadores desde todo punto de vista, pero es que además están sujetos a las políticas que marca el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo y el capitalismo internacional.
P. -El 25 de mayo se celebran las elecciones al Parlamento Europeo ¿Cómo es la Europa que ve la CNT?
R.- Pues una Europa de mentira, y a las pruebas nos remitimos. Nos lo vendieron muy bien. Recordamos cómo en algunos países se volvieron a repetir esas consultas porque salieron negativas; hemos visto también cómo la Europa que se pretendía, la Europa de los pueblos, de la libertad y de los ciudadanos, se ha convertido en la Europa de la libertad de los capitales. Ha sido una absurda y total mentira. En el ámbito laboral, los trabajadores y trabajadoras no encontramos el beneficio a la integración en Europa. Vemos cómo, cada vez más, los países actúan defendiendo sus intereses nacionales: Inglaterra cierra filas y pone freno a los posibles trabajadores que vayan allí, Alemania hace lo propio, y eso afecta a muchos de los jóvenes que se están yendo a estos países. Todos conocemos a jóvenes en nuestros círculos familiares o de amistades que se marchan a trabajar al extranjero y nos cuentan la realidad, que no es otra que la de la precariedad laboral. Los gobiernos de estos países actúan poniendo barreras y límites, es decir, haciendo segregacionismo y racismo. Y esa es la Europa que quieren, pero no es la que nos cuentan en los mensajes publicitarios.
P.- La situación de ese joven, como la de otros miles, abocado a marcharse al extranjero en busca de trabajo ¿es un drama o una aventura, como desde ciertos ámbitos se pretende transmitir?
R.- Siempre habrá algún aventurero, pero desde luego no es como dijo la Ministra. 400.000 jóvenes no se van de aventura, eso es una patraña. Bueno, para ellos es una forma de solucionar el paro juvenil. Si resulta que se van cientos de miles y se marchan también los extranjeros de España, se reduce la población y la tasa de paro baja. El resultado es una generación perdida; la mejor formada que se ha conseguido en este país en mucho tiempo resulta que va a tener que irse, y muchos de ellos no volverán. Y este Gobierno, contento con la situación, claro. Se quita pulgas de encima.
P.- El desempleo es la cuestión capital pero los ciudadanos que trabajan también tienen problemas ¿Cuáles son los más acuciantes?
R.- Si nos ponemos a pensar, cualquier situación laboral, por extrema que sea, ocurre: no hacer contratos, trabajar por encima de las ocho horas y pagar media jornada, trabajar prácticamente por lo comido, trabajar y no cobrar, despidos sin cobrar indemnizaciones… cualquier situación por mala e impensable que podamos imaginar, se da. Y esa es una situación que también está tratando de ocultar este Gobierno, pero como la realidad es tan dramática, que afecta a tanta gente, no se puede enterrar.
P.- De esas realidades que comentas ¿Os habéis encontrado con alguna aquí en Ciudad Real?
R.- Sí, claro, especialmente en el ramo de la hostelería y la restauración. El régimen laboral que se exige, la precariedad laboral, es bestial.
La legislación laboral, hoy, no permite ninguna salida y conduce directamente a la contratación en estas condiciones de fraude. Muchas empresas lo hacen y, además, se permite. No sé por qué la Inspección no lo investiga de oficio, porque esa realidad se ve, se palpa. Y no se interviene. Por falta de recursos, por falta de medios, que es otra herramienta que utiliza el Gobierno para que no se pueda actuar, tanto a nivel de Justicia como de Inspección laboral. Estamos volviendo a situaciones similares a mediados del siglo XX en este país.