Celia Esther Cámara Gasanz. Coordinadora de UPyD Castilla-La Mancha.- La reciente visita del presidente de la Comisión europea a Toledo, José Manuel Durao Barroso, con motivo del IV Centenario del Greco, ha dejado un sabor agridulce entre los castellano manchegos. Con gran soltura ha elogiado la política de recortes del gobierno del PP en nuestra región, y los «supuestos» logros alcanzados gracias a ella.
Posiblemente el Sr. Barroso aún no había leído el último informe de Eurostat, según el cual de las 272 regiones de la UE, CLM ocupa el séptimo lugar entre las de mayor tasa de paro con un 30,1%, siendo la media europea de tan sólo el 10,8%. En cuanto al paro juvenil CLM, con un 61,6%, ocupa el noveno lugar entre los diez países con más paro en la UE.
Sin embargo, lo que subyace bajo estas frías cifras es la dramática situación en que viven centenares de familias castellano manchegas desde la llegada del PP al poder en nuestra región en 2011, ya que su feroz política de recortes, ha puesto en la calle a 5.000 docentes interinos (lo que se traduce en un 20% de la plantilla y un 20% más de ratios); es lo que el Consejero Marín llama «reorganización de efectivos», que no despidos (una vez más los eufemismos a los que Cospedal y su gobierno son tan aficionados).
El fulminante cierre de las escuelas rurales de 69 municipios, provocará sin duda más pronto que tarde, el abandono rural de estos municipios. Entre tanto el «trasvase» de alumnos de los centros públicos a los concertados suprimiendo unidades y profesores, según informan los sindicatos, culmina el premeditado cambio ideológico impuesto por el PP no sólo en CLM sino en todo el país.
Sin embargo, los recortes en educación han ido aún más lejos; la presidenta Cospedal ha priorizado en su gestión, cumplir el objetivo de déficit antes que mantener una educación pública accesible a todos los ciudadanos y no exclusivamente a una élite económicamente pudiente. Esto se ha materializado en la supresión de becas al estudio; ayudas a la compra de material escolar y de libros; de comedor y transporte escolar, amén de proceder al despido de profesoras en baja laboral por embarazos de riesgo ya que considera la Consejería de Educación, que “no poseen la capacidad funcional para ejercer la labor docente”, según reza en los escritos remitidos por la Consejería en estos casos.
La Sanidad Pública, no ha sido ajena a la furia recortadora del PP. Las comunidades autónomas han reducido en 17.336 efectivos el número de funcionarios interinos en un año, al pasar de 252.091 interinos a cierre de julio de 2011 a 234.755 efectivos en julio de 2012, según Hacienda, con especial referencia a Castilla-La Mancha como la región en la que se han reducido más puestos, con un descenso del 53,10% (8.743 puestos menos). Es de suponer que, ó bien el Sr. Barroso desconoce este extremo ó, lo que es peor aún, aprueba y comparte la política austericida de este gobierno que ha empujado a centenares de docentes de CLM a emigrar a países del cono sur americano, especialmente a Chile, en busca de un proyecto de vida que Cospedal les niega en nuestra región.
La reducción de estos más de 17.000 efectivos se ha concentrado en 2012, puesto que sólo en el primer trimestre del año se redujo la cifra en 15.071 efectivos frente a las 2.265 plazas que se eliminaron en el segundo semestre de 2011.
Sin embargo, paradójicamente el entramado burocrático del gobierno popular en CLM aumenta, ya que según la Orden de 18 de diciembre de 2012, hay 19 Gerencias del SESCAM entre las de Acción Integral; las de Atención Primaria; las de Atención Especializada; la de Inspección y la de Urgencias, lo cual parece, cuando menos, excesivo en los tiempos de crisis que atravesamos, ya que, a estas cifras hay que añadir los correspondientes cargos directivos, para los que suponemos que de igual forma el Sr. Barroso habrá tenido palabras de agradecimiento por la “magnífica” política de recortes llevados a cabo por estas numerosas Gerencias a instancias del gobierno presidido por la secretaria general del PP y a ratos, presidenta de CLM.
Y qué decir de la Ley de Dependencia que, según el último Dictamen del Observatorio de la Dependencia, 3.500 personas fallecieron el pasado año en CLM sin recibir prestación, a pesar de tener derecho a ello.
Recientemente se produjo el fallecimiento de un niño, gran dependiente en nuestra región, sin recibir la ayuda correspondiente; es de suponer que tan vergonzosa e indignante noticia no fue trasladada al presidente de la Comisión Europea, más que nada para no estropear los «fastos» de la visita. Total…
Y es que, en estos últimos 3 años, «12.600 dependientes han perdido su prestación, 9.000 familias que cotizaban por cuidar a un familiar dependiente ya no lo hacen, 5.000 dependientes que tienen reconocido el derecho están en lista de espera para ser valorados y 10.500, siendo ya dependientes, aún no reciben ningún tipo de prestación», según la misma fuente antes citada. Ya el X Dictamen del Observatorio de la Dependencia indicaba en enero de 2013, que en CLM se había pasado en esta materia, de un sobresaliente a un aprobado raspado, calificando como de «retroceso» su evolución en CLM y de «demolición» de la Ley de Dependencia (Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia) por el gobierno del PP.
Si esta situación provocada por los brutales e inhumanos recortes practicados por el PP desde su llegada al gobierno regional, es lo que ha alabado el Sr. Barroso llegando a calificarlos como «pasos dados en el buen camino», mucho nos tememos que los españoles y muy especialmente los sufridos castellano manchegos, no vayan a estar muy «por la labor» del voto en la próximas europeas.
Muy al contrario las políticas europeas han de perseguir el objetivo de alcanzar la plena ciudadanía europea (Dahrendorf diría que aún estamos a medio camino de lograrlo). Avanzar en políticas sanitarias y sociales comunes para evitar que se produzcan entre Estados miembros, desequilibrios como los que se producen entre CCAA en España; establecer una legislación común en materia de inmigración, recordando a todos los Estados miembros de la UE (principalmente a la canciller Merkel), que sus límites geográficos no están situados en los Pirineos, sino en Ceuta y Melilla; establecer una política común en materia fiscal que destierre para siempre los paraísos fiscales.
En definitiva, que se involucre a los ciudadanos en la construcción europea que será de ellos y para ellos, y no un festín para unos cuantos Estados miembros y unas migajas para otros (España entre ellos). Por eso me tomo la libertad de aconsejar al Sr. Barroso menos alabanzas a quienes están destruyendo a pasos agigantados el estado de bienestar y más solidaridad con los ciudadanos castellano manchegos sobre los que ha recaído todo el rigor inflexible de las políticas de una austeridad mal entendida por parte de la presidenta Cospedal.
