La Asociación de Periodistas de Ciudad Real (APCR) anda cabreada al hilo de la próxima constitución del Colegio Oficial de Periodistas de Castilla-La Mancha mediante proyecto de ley. Parece que la Federación Regional de Periodistas de Castilla-La Mancha ha pedido incluir una enmienda por la que “podrían tener acceso a la colegiación personas que no poseen la licenciatura de Periodismo”.
Esto no ha gustado nada a la APCR, que, si bien estaba entre las primeras impulsoras del Colegio Profesional, no está nada de acuerdo en que a él puedan (podamos) acceder los no titulados. Por ello, la APCR “se niega rotundamente a que se oficialice el intrusismo profesional” y deja sus intenciones bastante claras: “Entendemos que con la creación del Colegio Oficial de Periodistas, se abre la posibilidad de cerrar definitivamente las puertas de la profesión a todas aquellas personas que sin la licenciatura de Periodismo pretenden ocupar plazas de periodistas”.
Sí, amigos, a esto se dedica una asociación de periodistas. Se ve que el mayor problema del periodismo es el intrusismo profesional. Da igual que los grandes medios estén controlados por imperios contrarios a los intereses ciudadanos; da igual que muchos medios tengan a entidades bancarias entre sus accionistas; da igual que haya periodistas y medios que se dediquen a disparar desde sus propias trincheras o las del partido al que votan; da igual que las instituciones públicas intenten sobornar a los medios mediante esa trampa llamada publicidad institucional; da igual que los medios de comunicación públicos sean puros panfletos que difunden la propaganda del partido que gobierna; da igual que el periodismo de provincias sea un auténtico canto al antiperiodismo y que sus medios estén al servicio del cacique local de turno. Todo eso da igual, oiga. Aquí lo verdaderamente problemático es que hay personas que trabajan (trabajamos) como periodistas sin haber hecho la carrera.
Intrusismo: ¿un peligro para la dignificación del periodismo?
Muchos periodistas argumentan que los problemas que acabo de detallar son precisamente consecuencia del intrusismo profesional y de la falta de regulación. De hecho, en sus arengas, los detractores del intrusismo se vuelven más dignos que nunca, se colocan la bandera de la deontología profesional y aseguran que somos precisamente los intrusos los que destrozamos las bases del rigor y la profesionalidad periodística, a la vez que llevamos a cabo un trabajo mediocre. Imagino, entonces, que un periodista ‘antiintrusismo’ sabe identificar a la legua el deficiente trabajo de un intruso.
Hagamos la prueba. Cojamos a un periodista licenciado y llevémoslo a la redacción de un medio cualquiera. Durante unos días, que observe el trabajo de todos y cada uno de los periodistas. Pasados esos días, ¿sabría identificar cuáles de esos periodistas pasaron por la Facultad y cuáles no lo hicieron? No, ¿verdad? Pues entonces desechemos ese estúpido argumento de que el trabajo del ‘intruso’ es, per se, peor que el del titulado.
¿Qué es lo que busca la APCR al criticar el intrusismo?
Porque ya es hora de poner las cartas encima de la mesa. ¿Qué es lo que está defendiendo el periodista titulado cuando critica al intruso? ¿Acaso está defendiendo la pureza del periodismo? ¿Acaso está luchando por una dignificación del trabajo periodístico como una disciplina esencial e intocable de la salud democrática? Cualquiera que conozca el funcionamiento de un medio de comunicación sabrá que los periodistas mediocres están por todas partes, y su mediocridad no depende (en ningún caso) de sus estudios, sino de su propia honestidad y de su respeto a unos códigos éticos y deontológicos.
Por tanto, conviene señalar los auténticos motivos por los que un colectivo profesional intenta acabar con el intrusismo: cuando la APCR critica el intrusismo no pretende dignificar la profesión ni luchar por ningún tipo de libertad de prensa; lo único que pretende es defender los intereses de cuatro privilegiados que piensan que haberse pasado cinco años en una facultad les otorga la potestad exclusiva de trabajar como profesionales de la información. Ni más, ni menos. Es la versión sectorial de “los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo”.
La APCR da la patada a sus socios ‘intrusos’
En la APCR hay algunos socios cabreados. Hace unos años consiguieron entrar en la asociación gracias a una ‘amnistía’ de la APCR, motivada, entre otras cosas, por la incontestable realidad de que la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas Españoles) hace años que reconoce como periodistas a los profesionales que, sin tener la carrera, puedan acreditar el ejercicio de la profesión durante un determinado periodo de tiempo. Sin embargo, estos intrusos ahora están cabreados con la APCR, y no es para menos. Resulta que, después de varios años cobrándoles sus cuotas de socio y aglutinándolos para la causa de la dignidad periodística, ahora les dan la patada de manera sutil.
No les van a echar de la APCR, evidentemente. Podrán seguir disfrutando de las numerosas e imprescindibles ventajas de pertenecer a una asociación que lucha por la dignidad profesional del periodista y el libre ejercicio de sus derechos a través de convenios que establecen un descuento del 10% en tratamientos odontológicos, otro en el uso de instalaciones deportivas, otro del 20% en el fisioterapeuta, otro del 10% en sacarse del carnet de conducir, otro del 10% en una clínica del pie… Así pues, después de varios años de afiliación y religioso pago de su cuota, los intrusos acaban de constatar que la APCR les abre sus puertas si quieren curarse los callos de los pies o hacer pilates, pero al Colegio Profesional que ni se acerquen.
Una ley imposible de llevar a cabo
Puede que mi visión no sea la más objetiva al hablar de este tema, ya que yo nunca estudié Periodismo. Pero, créanme: esta futura ley me preocupa tanto como una posible invasión alienígena. Más que nada, porque es imposible de llevar a cabo. ¿De verdad piensa la APCR que conseguirá cerrar la puerta del ejercicio del periodismo a los que no hayan estudiado la carrera? ¿De verdad creen que ese escenario es posible? ¿Realmente creen que se prohibirá -ley mediante- una práctica que lleva haciéndose toda la vida? ¿De verdad consideran que pueden tener tanto peso unos temarios que se convirtieron en carrera universitaria hace poco más de 60 años (y, según Soledad Gallego-Díaz, «porque los periodistas teníamos complejo de no ser universitarios»)? ¿En serio creen que los medios dejarán de contratar a quienes consideren más preparados -o más manipulables- y solo podrán elegir entre los profesionales que les dictamine el Colegio de Periodistas?
Pero hay más preguntas: ¿qué es un medio de comunicación y qué no lo es? Antes era medianamente fácil saberlo, pero, ¿ahora? ¿Quién va a definir qué es un medio y qué no lo es? ¿Qué pasa con los blogs? ¿Son medios o no lo son? ¿Y si un grupo de personas que no son periodistas abren un blog, escriben sobre política, consiguen millones de visitas al día, insertan publicidad y pueden vivir del blog? ¿Eso será considerado un medio de comunicación? Y si se considera como tal, ¿habrá que regularlo también? ¿De verdad cree la APCR que puede dictaminar quién puede abrir un blog o periódico digital y quién no?
Una (absurda) huida hacia adelante
Quiero pensar que, en realidad, la APCR no ve posible (ni en sueños) un escenario como el que pretende instaurar, pero hace tiempo que se metió en una lucha absurda y sin sentido que le obliga a llevar a cabo una constante huida hacia adelante. Solo eso explicaría su postura. Desde luego, si se piensa que el escenario por el que lucha es viable y realista, es que está en la inopia más de lo que yo pensaba.
Porque, al final, todo se reduce a una inconsciente falacia que conviene desarticular. En realidad, la APCR no está luchando contra los intrusos, sino contra la realidad. Lucha contra una realidad que hace tiempo que le dejó de dar la razón. Lucha contra una realidad apabullante que dice que la información ya no es potestad exclusiva de los periodistas. En un mundo digital, en el que las profesiones están cada vez más liberadas, la APCR se empeña en intentar conseguir privilegios que suenan más medievales que otra cosa. Vivimos en un mundo que cada vez valora más el talento y menos la titulitis, pero parece que en la APCR piensan que el hecho de tener una carrera universitaria debe asegurarte un puesto de trabajo frente al que estudió otra cosa o simplemente no estudió.
Hace tiempo que la realidad es palmaria y ha pasado por encima de la APCR, pero ella se sigue empeñando en negar la evidencia. Pues nada, oye, mucha suerte en vuestra lucha. Yo voy cogiendo palomitas, que esto pinta divertido.
P.D.: Por cierto, que ayer la APCR aseguró que las tres únicas carreras que -a su juicio- deben habilitar el ejercicio del periodismo son Periodismo, Comunicación Audiovisual y (ojo)… Publicidad. Viendo el trabajo diario que hacen algunos, no me extraña. Les viene que ni pintado.
Carlos Otto
Tacón de aguja
LES HA ENTRADO EL MIEDITO…
ESTOY COMPLETAMENTE DE ACUERDO CON EL PERIODISTA DEL ARTÍCULO. EL HÁBITO NO HACE AL MONJE.
Pues yo veo lo más normal del mundo que la Asociación de Periodistas quiera que su Colegio esté formado por periodistas, el de Ingenieros por Ingenieros, el de Abogados por Abogados, y el de Enfermeros por Enfermeros…y el que no sea periodista podrá seguir ejerciendo, que nadie se lo impide, pero no podrá estar en el Colegio.
Igual que los graduados sociales pueden ejercer la misma función que los abogados en la jurisdicción social, pero no son abogados, y por lo tanto…oh sorpresa!!!…no pueden colegiarse en el Colegio de Abogados.
Y si tú llevas a cabo curas diarias a un familiar…puedes entrar en el Colegio de Enfermeros? Porque tienes experiencia…Y si sabes hacer impuestos y declaraciones de renta, puedes entrar en el de Economistas? Porque tienes experiencia…Los Colegios Profesionales tienen una razón de ser y una barrera de entrada, y si eso no se cuida será una Asociación, una Organización o una ONG, pero no será un COlegio.
Lo que parece mentira es tener que discutir estas cosas
Yo he curado heridas con agua oxigenada… y hasta con alcohol!!! y hago unas costrucciones con cajas de galletas que son para verlas… y de «tente» alucinantes… no sé si entrar en el colegio de médicos o en el de arquitectos, ¿qué me recomendais?
Me parece lamentable el corporativismo que se quiere instaurar en la profesión periodística, puesto que la formación en Periodismo no creo que la tengan muchos grandes de esta profesión (pregúntenselo a la Sra. Campos o otros ejemplos palmarios para ver que formación tienen en realidad), además la misma sólo constituye la base sobre la que deben asentarse multitud de conocimientos que deben adquirir los «periodistas titulados» más tarde si se quieren especializar en política internacional o otros sectores por poner un ejemplo. Y no creo que para estos conocimientos tengan suficiente con publicidad, comunicación audiovisual y periodismo. Sólo parece que se queden en las ramas de lo que auténticamente constituye dicha profesión.
Claro que hábito no hace al monje, pero tampoco al abogado ni al arquitecto, y ningún no titulado puede ejercer esas profesiones sin el título. O ¿es que un buen conocedor de leyes puede presentarse en un juicio sin más? o es que no arquitecto te puede certificar y una obra? Que demagogia.
Ahora va a resultar que el que escriben bien, como si fuera una redacción del cole, es un buen periodista. Es probable que el que tiene el título tampoco lo sea pero por lo menos ha estudiado para serlo.
Todos aquellos que dicen serlo de qué tienen sus estudios? De historia, de arte, de derecho, de química.
Uno de los mejores periodistas que hay en esta provincia es, a fuerza de ejercer, ingeniero técnico de electricidad. A mi no me dejan colegiarme en el colegio de ingenieros técnicos y firmar un proyecto. a lo mejor es que no es periodista, lo mismo que yo no soy ingeniero, y solo es un magnífico comunicador.
Amigo Carlos si tanto te gusta el periodismo ¿por qué no has pasado por una facultad como hemos hecho los demás?
Ya se que se te dan bien las redacciones y en el cole y en instituto te sacabas buenas notas en lengua y te gustaba mucho escribir en los concursos de Navidad, pero eso no te hace ser periodista. ni aunque te lo diga el futuro Colegio.
Cierto que la profesión tiene grandes males, y los redactas muy bien en tu artículo, y el intrusismo es uno de ellos.
Con título o sin el a mi me da igual si se hace digno de una profesión. Lo que ya no me gusta tanto es que en esta sociedad tan exhibicionista el que tenga inquietudes se ponga a escribir y a mandar a los digitales todo lo que le salga del teclado. Yo leo en este mismo digital a gente que no tiene ni la más remota idea de sintaxis, ortografía, signos ortográficos y que se creen unos figuras porque !!como no cobran!!. Pues no caballero, si usted tiene vocación de escritor, cree su propio blog o escriba en un cuaderno de los de toda la vida, si lo que quiere es que lo lean sus herederos y amigos…pero no nos martiricen con sus narcisismo y su mala prosa a los demás.
Entonces, si yo tengo un amigo que a su vez tiene un digital, escribo decentemente, llamo a un colega para que me informe de algo y lo publico, ya soy periodista. Cojonudo.
Dejémonos de tonterías, en algún momento habrá que realizar un «corte» para que cualquiera que junte letras no se pueda apropiar de una profesión en otro tiempo más prestigiosa.
Antes lo han explicado bastante bien, si yo hago un muro de cemento en mi parcela, ¿ya puedo firmar obras y me considero arquitecto?
Otra cosa es que gente cultivada y con conocimiento en materias varias escriba en calidad de articulista, polemista, historiador o yo qué sé, pero nunca de periodista porque no lo es. Igual que el que se va a la biblioteca, recoge un incunable y realiza unas anotaciones no es historiador.
Cuando la profesión era prestigiosa era cuando no existían los estudios de periodismo.
Ahora resulta que periodista sólo es el que haya estudiado esa carrera…….
Además hay que denunciar que los «periodistas» son los que más practican el intrusismo profesional. Se ve a periodistas ejerciendo de economistas, de expertos en derecho, en política, en historia….. En fin, corporativismo barato de lisensiado en periodismo con demasiados aires de grandeza causados por el paro el amor a su «carrera».
«Se ve a periodistas ejerciendo de economistas, de expertos en derecho, en política, en historia….»
No te quito razón, pero vuelvo a decir que algo tendrá que haber para realizar el «corte» para que yo no me levante mañana y diga: soy periodista.
Por otra parte, dicen por ahí arriba que algunos periodistas son malísimos, hablan de la Razón, etc… Pues claro, como hay abogados y arquitectos malos. Para eso está un Colegio, para inhabilitarlos o darles toques.
Y por último, también puedes llevar razón con lo de aires de grandeza, pero tendrás que reconocer que algunos que se autodenominan periodistas están a la altura de Belén Esteban.
Para ser periodista no se necesitan tanto títulos como acreditar conocimientos en estas materias:
*Sobre y ante todo, doctorado en , algo que solo se consigue en la calle como currinche toterreno.
*No solo saberse al dedillo la Gramática de la Real Academia, sino poder redactar; saber «escribir» lleva más tiempo.
*Cumplir los mínimos en ética, y si son máximos, mejor.
*Manejar sin problemas programas informáticos de edición textoaudiovisual.
*Padecer un sentido crítico como la copa de un pino, tanto, que hasta se haya tenido que ser víctima de él.
*Estar dispuesto a pagar por no saber dónde colgar el sombrero y divorciarse dos o tres veces cuando menos.
*Lo más raro, saber un poco de todo con la profundidad suficiente como para que no parezca diarrea lo que se escribe todos los días, sino por lo menos una mierda consistente.
Es obvio que yo no cumplo el cuarto criterio. Tampoco podría cumplir el sexto…
El asunto de la colegiación en España -salvo en el caso de profesiones regladas como puedan ser las sanitarias, algunas ingenierías (por ejemplo, la Ingeniería Informática no es una profesión reglada), la arquitectura y la abogacía- está sometido a enorme controversia y es algo casi único en Europa. Pero, como muy bien dice Carlos en su magnífico artículo, intentar ahora restringir el acceso es querer poner puertas al campo. Miguel Ángel Aguilar es físico; Carlos Herrera, licenciado en medicina; Luis del Olmo cerece de estudios universitarios; Jiménez Losantos estudió Filología Hispánica… ¿Son, o no, periodistas? Pero, sobre todo, ¿para qué sirve estar colegiado? Yo llevo casi 40 años ejerciendo mi profesión, que tiene un Colegio oficial, y jamás he estado colegiado. Ni falta que me hace. Así es que, la pregunta -a la que Carlos también dedica alguna atinada reflexión- es exactamente ésa: ¿para qué crear el Colegio? ¿Qué interés o intereses personales -que no profesionales- están detrás?
Sor Prendida, es recomendable que si no eres Carlos Herrera o Luis de Olmo empieces tu carrera. Intereses hay y habra siempre, lo que no se puede cuestionar es la voluntad de quien se preparo una carrera y nunca tendra oportunidades reales. Entre otras cosas por el enchufismo y el intrusismo. Ese mismo que ejercitan tantas veces los periodistas, ese mismo que las empresas ejecutan al seleccionar empleados por criterios poco objetivos y alejados del trabajo real y efectivo en las mismas.
A la propuesta le faltara mucha base, ya veras es cuestionable, por ejemplo poco se comenta de la situación de los empleos graficos. Eso si desde la Apcr abren el paso a estudiantes de publicidad,y les parece de recibo que un periodista sin conocimientos visuales, ni tecnicos sea tambien camara, por no hablar de los salarios… Curioso.
Y ni media palabra de los medios piratas que reciben siempre publicidad institucional y ni cubren los actos propios de lo que publicitan, no pagan a sus empleados, ni colaboran con la seguridad social.
Estan escribiendo el libro de la selva, al niño salvaje se lo van a comer las hienas y los leones (son amigos si y sois todos).
Es hora de sacar las cartas de la manga. Ley si, pero real, justa y que llegue a todos los ambitos de trabajo en medios de comunicacion(tecnicos de sonido, grafistas,realizadores, camaras, editores…), el abanico es amplio…
Hay que ponerse en la piel del licenciado que está en el paro, es muy bonito decir que no se pueden poner puertas al campo los que tienen curro, pero me gustaría saber si pensarían igual si fueran ellos los parados y vieran pasar por delante a intrusos y enchufados. No soy periodista, pero sí sé lo que joroba comprobar que los que tienen curro se creen la octava maravilla, como si el acceso a él solo sea cosa de los mejores, cuando todos sabemos que eso no es así.
Los millonetis ponen todos los días puertas al campo y muchas profesiones también. ¿ Acaso un periodista puede presentarse a las oposiciones a profesores de educación primaria o secundaria? No, Aunque posean un cúmulo de conocimientos que hagan sonrojar al mejor de los profesores y dotes para transmitirlos, no se les permite. Ni a un periodista ni a un licenciado en derecho, por poner algunos ejemplos.
Que la profesión se perdería a profesionales como Carlos Herrera… Cuando se jubile, nadie le echará en falta. La experiencia me dice que son los trabajadores quienes echan de menos los curros y no a la inversa. Bajemos a la tierra, somos todos (también las reputadas estrellas de las distintas profesiones) cromos intercambiables. Nadie se muere de pena cuando se nos acaba un contrato o nos jubilamos. Así de real.
Cuando los ciudadanos de un país soportan las tasas de paro tan demoledoras, me parece justo que determinados profesionales quieran poner remedio a sus males. Un poco de solidaridad, por favor.
Un periodista SÍ puede presentarse a unas oposiciones a profesor de secundaria o de F.P. Basta con que haga el máster que lo habilita (antes llamado C.A.P. o Curso de Adaptación Pedagógica) y ya está. Para hacer el Máster se exige ser licenciado, ingeniero o arquitecto. Pero no una licenciatura en concreto. Cada uno, que elija la asignatura en que quiere presentarse… y compita con licenciados en esa materia. Otra posibilidad de acceder al periodismo, que no sé si ese presunto Colegio de Periodistas contempla o reconoce, es hacer un Máster en periodismo. El hasta hace poco director de El País, es químico y luego hizo ese Máster. Lo mismo hay que plantearse si la propia carrera de periodismo (o grado en Ciencias de la Información, ¡oh!) vale para algo en su configuración actual, que en eso parece no entrar nadie.
Periodistas, los licenciados en ciencias de la información. Estoy de acuerdo con un comentario leído: el autor del artículo habría escrito un artículo de distinto signo, si él estuviera en posesión de la licenciatura en discordia. Por lo demás, Sor Prendida, quiénes somos tú y yo para cuestionar la carrrera de periodismo. Yo , como licenciado en Derecho, no deseo que cuestionen mis conocimientos , ni que haya intrusos en la judicatura o abogacía.