Daimiel Noticias.- Con una iglesia repleta y silenciosa comenzaba oficialmente la Semana Santa. En primer lugar, la Banda Municipal interpretó distintas marchas procesionales para que a continuación Ángel Expósito Mora subiera al púlpito de San Pedro Apóstol y divulgara el Pregón de la Semana Santa 2014 en Daimiel. Javier García Luengo, Profesor titular de la Universidad de Oviedo, fue el encargado de introducir el acto y presentar al protagonista de la noche.
Los primeros bancos estaban ocupados por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, el consiliario de la Junta de Hermandades, Don Eulalio Asensio y el presidente de la misma, Ramón Galiana. Expósito les agradeció su presencia y con alabanzas hacia el pueblo de Daimiel, que horas antes había visitado, Expósito comenzó un pregón ameno y directo que mantuvo al público atento en todo momento.
A pesar de que el listón de sus predecesores estaba “muy alto”, como el mismo pregonero afirmó, el periodista supo abordar un pregón que se sustentó en tres pilares, la Semana Santa, la historia del pueblo de Daimiel y su comarca y el patrimonio de la misma. De este modo, el comunicador comenzó lanzando un mensaje a los presentes, y es que “la Semana Santa de Daimiel es una de las grandes desconocidas dentro del conjunto de semanas santas españolas, por lo que deben vender a sus ‘coloraos’, ‘moraos’, ‘blancos’, ‘negros’, ‘corbatos’ y ‘capuchinos’ al resto de España, ya que siempre se mira hacia los mismos puntos en estos días obviando una Semana Santa tan bella y que deben exportar sintiéndose muy orgullosos de lo que son y han sido”.
Su discurso continuó a través de la historia de Daimiel y su comarca, nombrando sus hitos y el patrimonio más emblemático de la ciudad, como la Motilla del Azuer o el Parque Nacional de Las Tablas, abogando porque “el pueblo de Daimiel valore más y promocione los tesoros que esconde” aseguraba Expósito.
A partir de este punto, el periodista encauzó su pregón atendiendo a la actual situación de crisis en España y en el mundo. Así pues, Expósito afirmaba que “asistimos a tres crisis superpuestas, de menor a mayor importancia, sufrimos una crisis política e institucional, una crisis económica de la que saldremos y por último, una crisis total de valores y principios muy importante y de la que nos va a costar mucho trabajo salir”. El periodista explicaba que cuando habla de crisis de valores se refiere a que “cuando vemos el paro juvenil, la corrupción, la delincuencia, la inmigración o la pobreza, todo ello es el resultado de una sociedad injusta que hemos creado los adultos por motivo de esa crisis de valores y principios”. Por ello, aludía a que “la Semana Santa es una época ideal para repensarse muy bien las cosas y remover alguna conciencia, y desde este punto he planteado mi pregón” aseguraba Expósito.
En este sentido y finalizando su discurso, Expósito abogó “porque la Semana Santa no dure sólo siete días, sino que dure 358 más y que todo lo que uno reconsidera durante este periodo de reflexión se prolongue durante todo el año, de este modo, se podrá salir de la actual situación que atraviesa España”. Momento en el que los aplausos ocupaban un primer plano en el templo reconociendo la buena oratoria del pregonero, donde tanto autoridades, representantes de las hermandades y público en general se acercaron hacia el periodista para transmitirles su más sincera enhorabuena. Así concluía una de las citas importantes que abren paso a siete días en los que la Semana Santa es la principal protagonista.