Paco Acero.- Lo divino y lo humano se dieron la mano en el pregón de Semana Santa que, con un profundo contenido que invitaba a la reflexión, ofreció en la noche del pasado sábado 12 de abril Carmen Fúnez. Un discurso comprometido en el que la senadora almodovareña hizo uso de analogías para trasladar a la vida cotidiana de hoy en día los diferentes pasajes, vivencias y personajes que protagonizaron los últimos días de Cristo antes de su Resurrección.
Su intención, lanzar un mensaje esperanzador a quien peor lo está pasando por la crisis y de motivación por ser mejores personas durante todo el año. Su talante, positivo y desbordante de fe como creyente que es. Su redacción, muy cuidada, con referencias a las Sagradas Escrituras y a san Juan de Ávila. Su tono, apasionado para con una Semana Santa que ha vivido en primera persona desde chiquilla, evolucionando hacia diferentes cofradías conforme ha ido creciendo y a la que considera que también le debe mucho en el espíritu católico del que hace gala.
Fúnez, para quien su elección había sido un honor “que agradezco a la Junta de Hermandades de Almodóvar del Campo y a su presidenta [Manoli Naranjo] especialmente”, la responsabilidad de ofrecer este momento a sus paisanos no era, sino, “dar un paso más en este compromiso de seguir trabajando por Almodóvar del Campo”. Por eso, añadía en los prolegómenos a su intervención, “no es un compromiso personal, sino que es compartido y asumido por todos los almodovareños y hacer este pregón es un gesto más de mi compromiso por este pueblo y sus vecinos”.
A lo largo de su intensa alocución, esta política de Almodóvar del Campo que ha asumido durante su trayectoria diversas responsabilidades, quiso también “poner en valor nuestra Semana Santa, pero no una de tristezas y penas, sino aquella que espera la Resurrección y la nueva vida”.
Y es que, a su modo de ver, “estos días, seamos católicos o no, creo que es importante que los aprovechemos para parar y reflexionar, nosotros como pueblo y como personas”. En el primer caso, Carmen Fúnez expresó su deseo de que en Almodóvar “volvamos a enarbolar una vez más con fuerza la bandera del año jubilar que ha sido un éxito para municipio y que tenemos que seguir manteniendo en el futuro”.
Respecto a lo segundo, “espero que a muchas personas que lo están pasando mal o que tienen problemas, Dios les dé el don de la fe y tengan una resurrección en la que encuentren nuevas oportunidades y un renacer en sus vidas”.
La senadora, en un plano personal, también recorrió su trayectoria como partícipe de la Semana Santa de su localidad, que reconoció haber vivido “con mucha intensidad”. Su primera procesión fue en la sección infantil del Domingo de Ramos, “con la capilla hebrea que nos ponían con una cinta y con los ramos”. También de niña salía en la de Miércoles Santo, donde siguió evolucionando: “Como el de muchos otros niños, dejé el capillo y nos sentíamos mayores cuando nos poníamos la capa y el capirote de la Her-mandad [del niño Jesús, el Rescatado y la Esperanza]”.
Otro paso lo daría de la mano de su padre, que era hermano del Cristo de la Caridad y “también me hice hermana”. Y este año “me he hecho hermana de la Virgen de los Dolores, porque la presidenta de la Junta de Hermandades en su tesorera y el mínimo gesto que podía tener de agradecimiento era sentirme una de ellas y a partir de este año espero cumplir con la misma pasión como he hecho con la del Cristo de la Caridad”.
Por alusiones, Manoli Naranjo quiso recalcar la inmediatez con que Fúnez aceptaba la propuesta de ser pregonera, una decisión avalada también por el visto bueno del resto de la Junta de Hermandades. “Es una persona muy responsable y que además vive la Se-mana Santa como hace todo el pueblo, a modo todos de una familia tal y como lo hemos demostramos vivir durante el año jubilar todos juntos”.
También renovó Naranjo su agradecimiento al alcalde y al resto de autoridades locales por haber dotado a este movimiento del que forman parte unos 3.000 vecinos, de un Guardapasos. Algo que, en opinión de Carmen Fúnez, “es una manera de dar dignidad a nues-tra Semana Santa, a nuestras hermandades y al pueblo, devolvien-do a nuestras cofradías el esfuerzo que vienen haciendo año tras año y que en estas fechas dan una vida muy especial a nuestras calles”.
Tras el pregón, la Junta de Hermandades entregó la distinción de ‘Nazareno de Honor’ a Eloísa Lillo Yanguas, durante muchos años camarera y tesorera de la Virgen de los Dolores, que desarrolló una impagable labor logística en las procesiones de Viernes Santo y Sábado Santo. Fallecida en 2002 con 77 años, fue una de sus hijas quien recibió el título de manos de Naranjo y de Herminia Bermejo Sendarrubias, presidenta de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores.
Y el acto se completó con el concierto que ofreció la banda de música de la Asociación ‘Amigos de la Música’ que, bajo la dirección de Luis Fernando Valiente Escobar, interpretó las marchas procesionales ‘Reina de las Mercedes’, ‘Amanecer Gitano’, ‘Caridad del Guadalquivir’, ‘Amanecer con Triana’, ‘Aires de Triana’ y ‘Callejuela de la O’.