Un estudio realizado por tres enfermeras del Hospital General Universitario de Ciudad Real, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ayuda a reducir hasta un 37% el abandono de la lactancia materna tras el alta hospitalaria.
La investigación realizada por las enfermeras Patricia Molinero, Mercedes Mejía y Mª José Burgos prueba la eficacia de una intervención basada en la observación activa de la toma de pecho del bebé en las primeras horas de vida.
El estudio, muestra que un 40% de las madres se encontraban con problemas a la hora de dar el pecho y que un 72% precisó algún tipo de ayuda a la hora de iniciar la lactancia materna. Las madres que recibían apoyo enfermero disminuían 3 veces el riesgo de abandono de lactancia exclusiva al alta.
Otro dato positivo que arroja este estudio es el relacionado con la implantación, como norma, del ‘Contacto Piel con Piel’ que se instauró en el 92% de las mujeres estudiadas. Este contacto durante las primeras dos horas posparto favorece la instauración de la lactancia materna y el vínculo madre-hijo, facilita la recuperación del bebe y su adaptación a la vida extrauterina, así como contribuye a disminuir el llanto del bebé y mejora su función cardiorrespiratoria.
El estudio, que se inició en el mes de noviembre de 2013, se está llevando a cabo sobre una muestra de 100 mujeres y aun está en fase de desarrollo, pero ya está mostrando resultados muy satisfactorios. Esta técnica está centrada en el acompañamiento de las madres por parte de una enfermera durante la toma de pecho, de manera que se corrigen posturas inadecuadas tanto del bebé como de la madre y se resuelven las dudas surgidas en torno a la lactancia.
En general las intervenciones propias de enfermería basadas en las investigaciones como el asesoramiento y ayuda en la lactancia materna, la educación sanitaria o el apoyo emocional se traducen en una mejora de la calidad de vida y la salud de los pacientes y la sociedad.
Los beneficios de la lactancia
La lactancia materna exclusiva es el alimento de elección hasta los 6 meses de vida, ya que tiene múltiples beneficios para el niño como la reducción del número de infecciones, del riesgo de padecer enfermedades como la obesidad, la diabetes, el asma, leucemias, enfermedad celíaca o alergias, entre otras.
De la misma forma, está demostrado que las madres que dan de mamar a sus hijos tienen una mejor involución uterina postparto, mejoran la recuperación del peso tras el embarazo, disminuyen el riesgo de cáncer de ovario, mama y de padecer osteoporosis en el futuro.
Sin embargo, las bajas tasas de incidencia y duración de lactancia materna son reconocidas como un problema de salud pública. En España sólo el 60% de los recién nacidos la inicia y a los 6 meses sólo un 20% la mantiene. De la misma forma menos de un de 2% las madres la prolongan más allá de los 10 meses, siendo estos datos muy bajos en relación a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.