El Ayuntamiento de Valdepeñas ya ha iniciado los trabajos de recuperación de la cueva de la histórica Bodega de Los Llanos con el objetivo de hacerla visitable, una actuación que el Consistorio está llevando a cabo con recursos propios con una inversión que asciende a 25.000 euros.
En conferencia de prensa, el Teniente alcalde de Obras y Urbanismo, Manuel Martínez López Alcorocho, ha señalado que la Consejería de Empleo y Economía no ha concedido a Valdepeñas un taller para la recuperación integral de la cueva, aunque sí un taller de empleo de tonelería que había sido denegado hace un año, por lo que el Consistorio ha optado por realizar la reforma con recursos propios. “En 2014 se volvió a solicitar el plan de empleo para una actuación integral, y solo accedieron a concedernos un taller para tonelería, por tanto el Ayuntamiento ha decidido que como el taller era de tonelería y la actuación integral había que hacerla, hemos empezado a llevarla a cabo”, indicó.
Durante su intervención, Alcorocho ha puntualizado que el estado virgen de las cuevas permanecerá casi inalterable, ya que los trabajos de recuperación se están centrando en la renovación de la instalación eléctrica, mejora en las escaleras de acceso y la renovación del suelo de la cueva, que se respetará utilizando losetas de barro cocido. Además se levantarán vidrieras en determinados puntos de la cueva para proteger las antiguas botellas almacenadas y se pondrá en marcha el ascensor panorámico construido con la recuperación de la emblemática bodega.
Taller de Tonelería
Por su parte, el Teniente alcalde de Cultura, Turismo y Comercio, Manuel López Rodríguez, ha indicado que se están estudiando las más de 200 solicitudes presentadas en Valdepeñas para el Taller de Empleo de Tonelería, que tendrá una duración de seis meses y se iniciará antes del mes de junio. Se trata de una acción formativa remunerada para la que se le ha concedido a Valdepeñas 72.528 euros por parte de la Consejería de Empleo y Economía, mientras que el Consistorio aportará 14.000 euros. Se contratará a un/a director/a, un monitor/a, un auxiliar administrativo y ocho alumnos. “El objetivo es la formación de alumnos en el oficio de tonelero y la realización de clases prácticas en la reparación y restauración de las barricas y toneles de la cueva de la Bodega de los Llanos para ponerla en valor”, subrayó López Rodríguez, que indicó que la cueva cuenta con tres accesos originales, techumbre abovedada y diversas galerías picadas en piedra caliza que se comunican por estrechos pasillos. En ellas aún se conservan antiguas botellas, barricas de roble y toneles bajo una temperatura que oscila entre los 15º y los 20º, lo que hace idónea la crianza de los vinos.
Bodega histórica
La rehabilitación integral llevada a cabo en la emblemática Bodega de Los Llanos ha mantenido la construcción tradicional y las estancias de los años 60 se ha levantado un moderno salón multifuncional, así como las cocinas y áreas de administración y servicios necesarias para su rentabilidad y explotación como zona de ocio y restauración.
La Fundación de Bodega Los Llanos se remonta al año 1875 cuando Miguel Caravantes Maroto, miembro de una de las familias burguesas de Valdepeñas que surgieron en el último tercio del S. XIX, las creó con la intención de producir vinos de calidad con las características propias de la región y tuviera un reconocimiento dentro del mercado de la época. Este objetivo pronto tuvo su reconocimiento ya que en 1877 consigue una mención honorífica en la exposición vinícola; en 1891 obtiene la Medalla de Oro del Certamen de Bruselas, así como otras distinciones tanto en Europa como en Estados Unidos. En 1916 la bodega se constituye en sociedad anónima, con un capital social de un millón de pesetas. A partir de ahí comenzará el crecimiento y expansión comercial de sus vinos, apoyándose en sus magníficas instalaciones.
La Bodega Los Llanos muestra las características especiales que caracterizan la tipología y funcionamiento de estos espacios creados para el desarrollo de la industria vitivinícola. Como todas las que se construyeron en el último tercio del S. XIX consta de patio, bodega de superficie y cueva, aunque ya bien entrado el S. XX se construyeron nuevas estructuras que albergaron la nueva planta embotelladora.
Se accedía al patio a través de un portón. Este de forma rectangular mantenía una pavimentación de piedra cuarcita y silicia, renovado totalmente a raíz de las obras de rehabilitación. Los paramentos son de mampostería, rematados en tapiales y revestidos de barro y encalados.
Desde el patio se accede al muelle de descarga, jaraíz, chilanco, bodega de superficie y cuevas. El porche que da acceso a la bodega está constituido por nueve columnas de madera con base de piedra encalada. En la actualidad se ha acristalado para que pueda ser un área cerrada multifuncional.
La bodega de superficie es una estructura rectangular con techumbre a dos aguas y pavimentada con baldosas cuadradas de barro rojo o baldosas de jaraíz. Se conservan sus 42 tinajas, con su empotro de madera en la parte superior, y se ha restaurado e iluminado para embellecerla y recrear el ambiente de la época.
La cueva original fue ampliada con la compra sucesiva de las que se encontraban situadas en las inmediaciones de la calle San Marcos y la calle Castellanos. Con ellas se construyó el actual entramado de galerías excavadas en la roca caliza que compone el sustrato geológico. Su acceso se hace a través de una larga escalera, excavada en la roca, y que todavía conserva los listones con los que se bajaban las cubas o barricas.