Fernando Mora Rodríguez. Portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha.- Con el traspaso de las competencias en materia de Sanidad a las comunidades autónomas en el año 2002, se rompía un eterno maleficio que hacía que nuestros conciudadanos tuviesen peores servicios que aquellos que residían en regiones con mejores posibilidades económicas.
El Sistema Nacional de Salud y el modelo autonómico posibilitaban mayor cercanía, por conocimiento de la realidad y de los problemas, respecto de la prestación de los servicios sanitarios.
La situación previa hacia depender a una parte de las comunidades autónomas de la Sanidad de Madrid. Por ello, en el marco del Sistema Nacional de Salud – que implica igualdad para todos los españoles – se firmaba, ese mismo año, un convenio entre Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura para que nuestros ciudadanos siguiesen recibiendo las prestaciones sanitarias sin merma ninguna. Ese convenio beneficiaba particularmente a ciudadanos de la provincia de Guadalajara, también a los de Toledo, pero inversamente a los de Madrid en los hospitales de Castilla-La Mancha. Y sería similar a los que siguen funcionando con Valencia, Castilla y León o Aragón.
Con ello se facilitaba a estos ciudadanos la prestación del servicio en determinadas especialidades no existentes en los hospitales de Guadalajara o de Toledo – en aras a la eficiencia y la eficacia- . Tenía su lógica que les atendiesen en Madrid. Y así lo reconocían los consejeros de las comunidades implicadas, incluido el de Madrid, que paradójicamente es justo quien hoy ocupa la misma responsabilidad en Castilla-La Mancha, y que hoy se muestra incapaz para conseguirlo con su colega de Madrid.
Es más, Madrid se benefició del traspaso de competencias al valorarse – y por tanto pagarse – éstas de acuerdo con los servicios prestados a ciudadanos de otras comunidades. Servicios que fueron disminuyendo a medida que nuestra Región iba incorporando nuevas especialidades en nuestros hospitales.
Esta situación de prestación regular de la Sanidad, y del acuerdo en hacerlo, vino funcionando con normalidad hasta que Cospedal llegó al Gobierno de Castilla-La Mancha en 2011, aún a pesar de las amenazas permanentes del consejero madrileño, Güemes, de romperlo y de negarse a darle un contenido ajustado a los cambios demográficos habidos en nuestra Región. Ella, que se paseó por pueblos y ciudades de Guadalajara y Toledo, dando por firmado un convenio incluso antes de ganar las elecciones con el fin de atraer votos. ahora no sabe dar respuesta a esas promesas, que recalcó en su discurso de investidura, hace tres años. ¿Lo firmara con vistas a las próximas elecciones?. Tal vez, pero ya nadie cree en ella como hacedora de nada.
Hace unos días reclamamos en las Cortes regionales este derecho de nuestros conciudadanos. Reclamamos que Cospedal no pusiese fronteras a la aplicación del Sistema Nacional de Salud, justamente por su carácter nacional, porque los ciudadanos no entienden ni de fronteras, ni de competencias, ni de límites territoriales. Reclamamos que los ciudadanos que viven en las zonas colindantes con Madrid, no tuviesen que desplazarse a cientos de kilómetros dentro de Castilla-La Mancha (a Toledo, Cuenca o Ciudad Real ) para que les atiendan en un servicio que se presta a pocos kilómetros de sus domicilios.
Reivindicamos en ese debate la finalización de los hospitales de Guadalajara y de Toledo, que tenían prevista la ampliación de la cartera de servicios, pero que están parados desde Junio de 2012; reivindicamos dar mayor rendimiento a los recortados centros de especialidades de Azuqueca de Henares, de Illescas, Ocaña y Tarancón, para que se puedan recuperar las prestaciones recortadas de todos estos centros. Sin embargo, nuestra demanda, que es la de miles de ciudadanos, no obtuvo respuesta, o mejor, se negaron a aprobar nuestra lógica y razonable propuesta. Dicen que están negociando … ¡¡ ¿Desde hace tres años? ¡¡. Sorprende la ineficacia del Consejero Echaniz para lograrlo.
Con todo ello se pone de manifiesto que la Comunidad de Madrid desdeña a Cospedal, aun perteneciendo al mismo partido y siendo la jefa orgánica de su Presidente en el seno del PP. Le pone trabas para firmar un Convenio, paradójicamente ahora justo cuando manda quien lo reclamaba en elecciones de 2011. Pero ya se sabe, todo cuanto Cospedal hace no deja de ser una “simulación en diferido”.