Con la lectura de un cuento sobre pájaros, la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, ha inaugurado el Maratón de Cuentos que en su decimoprimera edición organiza el Servicio Municipal de Bibliotecas para conmemorar el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. Rosa Romero manifestaba su «gusto personal» por esta actividad de cuentacuentos, «que se me da bien, además, porque todas las noches leo un cuento a mis hijos”.
«Una actividad muy tradicional que se organiza desde hace 11 años” ha dicho Rosa Romero, «para los niños de los colegios de la ciudad que a lo largo de todo el día pasarán por el Salón de Actos del Antiguo Casino para escuchar cuentos de boca de representantes institucionales, funcionarios, bibliotecarios, padres, y ciudadanos que se presten voluntariamente a ello».
Más de 1.300 escolares ciudadrealeños tendrán la oportunidad de disfrutar de una «actividad simbólica pero que permite trasladarles un mensaje importante; transmitir el amor por la lectura desde las edades más tempranas”, subrayaba la regidora.
Un objetivo que «el Ayuntamiento capitalino fomenta entre los niños de Ciudad Real», reseñaba la alcaldesa, «a través de las diez bibliotecas municipales, donde se anima a la lectura y se ayuda a los pequeños en las tareas escolares, y de forma transversal en las programaciones de otras áreas municipales como educación, deportes y servicios sociales».
Qué bonito señora RORO. Es cierto que se le da muy bien contar cuentos. A nosotros nos cuenta uno cada día en las reuniones de barrios, en los plenos, en los medios de comunicación afines, en los mítines.
Lo que pasa es que yo creo que no estamos tan felices y contentos como sus hijos. Eso sí, los cuentos que nos cuenta usted son tan irreales como los infantiles de sus niños. Eso es lo malo.
Le recomiendo la lectura de «Los malos del cuento» de Espido Freire (un ensayo-guía muy bien escrito y muy recomendable, al menos para aquellas personas que quieran vivir sin que otros le amarguen la vida, según dice la editorial). Lo mismo hasta saca consecuencias buenas para usted y para los ciudadanos que escuchamos arrulladitos en nuestras miserias sus cuentos.
Por supuesto, y para que vea que no es personal, cuando acabe el libro, se lo pasa a los señores del PSOE para que también lo lean. Por si en las próximas locales le bailan el sillón.
Para acabar, y como guiño, me alegro de que esté tan contenta de ser una buena cuentacuentos. Luego, si eso, cuando vaya a las urnas le replico y le explico.