José Rivero.- En esa línea de avanzar posiciones, se produjo la presentación del proyecto[1] el 30 de junio de 1971, en donde también se sentaba Manuel López Villaseñor (presentado como ‘Hijo Predilecto’ y no como un ciudadano dedicado a la pintura), junto a las autoridades municipales y junto a Fernando Higueras.
“El tema de la rueda de prensa era interesante, por cuanto se ha especulado mucho sobre el nuevo Ayuntamiento. Que si va a tener forma de barco, que si va a ser un edificio no en consonancia con la Plaza, que si tal, que si cual. La rueda informativa, pues, tenía un carácter de aclaración a todas esas conjeturas que se han venido haciendo en la calle. El Alcalde dio esta justificación al acto y presentó a los informadores al señor Higueras, como un notable arquitecto, no entre los profesionales españoles solamente, sino entre los europeos…” .
La rueda informativa estaba destinada, en palabras de Emilio Arjona, a disipar esas dudas que se habían extendido en tan poco tiempo, y sólo desde la contemplación del alzado del proyecto de Higueras; pero también, serviría para apuntalar, y mucho, el decidido protagonismo del ‘Hijo Predilecto’, López Villaseñor, erigido en ‘Protagonista destacado’ de esta singular historia de desencuentros y desengaños. Resultando, a la postre que el repetido ‘Hijo Predilecto’ de la ciudad, acabaría inflingiendo desproporcionados daños patrimoniales, desde su visionaria plataforma de experto, erudito y de la influencia adquirida como ‘Asesor desinteresado’ de la Corporación municipal.
Y ello está claro desde el principio: “Cuando hace algún tiempo comentaba el Alcalde con López Villaseñor, la idea de construir una nueva Casa Consistorial, el ilustre pintor ciudarrealeño presentó al señor Sancho García a Fernando Higueras, haciendo a la vez un panegírico realista de la obra del arquitecto…Después del Alcalde habló López Villaseñor , que emitió su opinión como pintor, artista y aficionado a la arquitectura. Elogió el proyecto, diciendo que su mayor virtud, entre otras muchas, en su opinión, radicaba en que se había tenido muy en cuenta la actual forma y dimensión de la plaza [¿…?] que es lo que merece tener encuenta de la misma, puesto que las fachadas actuales, pastiches, alturas anacrónicas, etc, no cuenta para nada en un conjunto realizado con la idea de la primera plaza de la ciudad. Declara Villaseñor que se considera un poco responsable del nacimiento de la criatura, porque cuando se me habló del asunto pensé inmediatamente en Higueras, hoy por hoy, uno de los arquitectos fundamentales de Europa y al que han dedicado numerosos números monográficos revistas de arquitectura de primerísima categoría mundial en América y Japón. Higueras, arquitecto maduro, ha pasado por todos los ismos habidos y por haber, y ha realizado un proyecto redondo que además no tiene precedentes dentro de su propia línea”.
Se desvelan -si es que habían estado ocultos- algunos papeles centrales y ciertos protagonismos descentrados; que llevan a imputarse incluso la paternidad de la idea y a defender el resultado como ‘algo redondo’; todo ello desde la capacidad de maniobra que otorga un título como el de ‘Hijo Predilecto’. Parecen claras, por demás, algunas posiciones y suposiciones; pero veamos las impresiones de Fernando Higueras en el citado acto, bien diferentes de las expuestas en 1978. “Agradeció los elogios que se habían pronunciado para el y para su obra y describió su proyecto diciendo que era un edificio elástico [¿…?] que puede adaptarse a las necesidades de cada momento. Por lo que el edificio resulta atemporal, con el fin de que su estructura no pase de moda que es lo que suele pasar con lo rabiosamente a la última. Este edificio no hubiera podido hacerse en otro tiempo pasado, por los materiales que hemos de emplear en su construcción. Es en fin un edificio rigurosamente de hoy pero con algo de siempre. .. Higueras como autor de la obra, no encuentra ningún parecido con barco alguno como ha pretendido afirmar alguien…Después se le preguntó al señor Higueras como no había procurado adaptarse al conjunto actual de la plaza en lugar de buscar un proyecto singular y obligar a la transformación del conjunto. No se ha tenido en cuenta el tipismo, tradición, armonía, etcétera. El que pregunta se apoya en el argumento de las fachadas, últimamente construidas, de pseudoreminiscencias grecorromanas. Dicen Higueras y después López Villaseñor, que para adaptarse a lo que ofrecía la plaza hoy, bien pobre por cierto, no hubiera hecho falta la intervención de un arquitecto. Pero si se quería realizar algo importante, había que hacer un proyecto manteniendo marginalmente lo existente y teniendo en cuenta nada más aquellos que de positivo tiene la plaza: dimensión y altura…De lo dicho por el arquitecto en lo que abunda López Villaseñor, parece desprenderse que ambos se inclinan por una solución de contraste, sin perder la unidad armónica del conjunto y procurando que no se pierda nunca el carácter de plaza….A otra pregunta, sobre si al final resultará un edificio bonito o importante a juicio del público llano, López Villaseñor contesta que si es importante ya es bello, por lo que, desde un principio ya debe resultar un edifico importante, interesante. Aparte de que el concepto de belleza es relativo, por cuanto que, para algunos existe belleza en lo que para otros es feo…Volviendo a la pregunta anterior, Villaseñor opina que la plaza, las fachadas actuales de la plaza, no ofrecen ni estética ni tipismo alguno. y recurriendo a una metáfora, dice que es algo así como cuando en una charca cenagosa se lanza violentamente una piedra. Saltan fuera lo feo, lo maloliente, el lodo. Realmente la plaza y todo Ciudad Real es como un estanque en el que estas nuevas aportaciones sin concesiones a sentimentalismos más o menos amparados en pseudotipismos y pseudotradiciones que a lo más que alcanzan es a los años treinta y tantos, vienen a significar un anhelo de integración en corrientes universales puestas al día”.
En este juego de metáforas malolientes y de aguas estancadas, parece claro el papel prominente desempeñado por López Villaseñor; más aún podríamos decir que sin su apoyo decidido y esforzado, la historia no se habría escrito de la forma en que se hizo. Igual que resulta revelador el hallazgo del calificativo Importante para contraponerlo a Bello en la designación del consistorio higueriano. Conscientes los promotores de la dificultad de vender su idea apadrinada bajo el manto de la belleza, se agarran a la denominación de la importancia, que nadie puede cuestionarse en un edificio público de tales características. Y así serán las explicaciones dadas con la obra ya acabada en 1975. “Que la nueva Casa Consistorial de Ciudad Real ha de ser un edificio importante, ya lo hemos dicho en más de una ocasión. Que ni es ni ha pretendido ser un edificio de estilo nórdico…es una obra bella e importante…una obra atrevida y revolucionaria”[2].
[1] Arjona E. Rueda de prensa en torno a lo que será el nuevo Ayuntamiento. Lanza, 1 julio 1971.
[2] El nuevo Ayuntamiento. Boletín de Información Municipal, nº45. primavera 1975.
Periferia sentimental
José Rivero
En esta nueva entrega en la que hablas del último Ayuntamiento, me sacas de algunas dudas que tenía y cuentas y das datos que dexonocía.
Buen trabajo como siempre, y, como siempre digo hablando de esta obra «con forma de barco»: «no es fea, el problema es que no pega en la plaza; aunque viendo comoe está ya esta, siguiendo el ejemplo del consistorio ya no destaca tanto su variedad de estilos…
Además ya hasta me recuerda otras obras obras modernas que se ven junto a centros históricos de ciuades como París.