El cardenal Carlos Amigo Vallejo cumplió ayer, viernes, su compromiso con Alcázar de San Juan al ofrecer el Pregón de la Semana Santa de 2014, algo que estaba previsto que hiciera el año pasado, pero que no pudo ser por encontrarse en Roma en el cónclave que escogió al Papa Francisco como sucesor de Benedicto XVI.
Hubo, por tanto, que esperar un año para escuchar al Cardenal Amigo, quien ya ofreció en 2009 el Pregón de Navidad de la Comunidad Franciscana de Alcázar. Antes del pregón, en el propio Convento de San Francisco, mantuvo un encuentro con los cofrades alcazareños y con los medios de comunicación, a quienes ya avisó que el pregón que iba a dar no iba a ser “un sermón cuaresmal, ni un discurso académico, ni una soflama en defensa de determinados valores, sino decirle a los alcazareños que lo que van a celebrar es canela fina”. “Es un pregón para entusiasmar y para abrir los ojos a una realidad, que es que la Semana Santa es un misterio, pero no en el sentido de oscuridad, sino algo muy grande e inexplicable, pero vivo, del que cada vez más jóvenes quieren participar; algo que se celebra teniendo en este caso a Alcázar de San Juan, sus calles y sus esquinas, como escenario, pero es un mismo texto que se puede cantar de muchas formas, porque cada uno y en cada sitio lo canta con el alma propia”.
Ya en el Teatro Municipal, en el acto del pregón, que fue presentado por el locutor de Onda Cero, Marcos Galván, el pregonero de la Semana Santa 2014 insistió en varias ideas durante su alocución, especialmente en la idea de la Semana Santa como celebración estrechamente ligada a la familia, a los recuerdos y a los sentimientos.
El cardenal Amigo, que fue creando sugerentes escenas de gran belleza con cada una de las hermandades alcazareñas, comenzó subrayando que “sin Dios no tienen razón las cosas de los hombres, que no se pueden guardar en las sacristías, sino que hay que sacarlas a la calle”. Incidió en la Semana Santa como algo vivo y puso como ejemplo la salida de Jesús Nazareno en la mañana del Viernes Santo. “El Nazareno llena de vida el Viernes Santo porque nos rescata recuerdos de momentos vividos en años anteriores y recordar es pasar por el corazón”.
Para el pregonero, todos los recuerdos vinculados a la Semana Santa están llenos de vida, incluso cuando nos llevan a pensar en personas que ya no están con nosotros, pero que compartieron e incluso nos transmitieron las vivencias de la Semana Santa. “Parece que reviven personas que ya no están a nuestro lado, pero no es añoranza, sino una vida que permanece”.
“Si alguien pregunta por qué la Semana Santa se vive con tanta emoción, es porque revive sentimientos difíciles de explicar; la Semana Santa se vive en el corazón”, señaló el Cardenal Carlos Amigo, quien añadió que “el tiempo pasa, los amores permanecen”.
Especialmente emocionado se vio al pregonero al hablar del misterio de la Oración en el Huerto, conjunto escultórico que desgraciadamente ya nadie puede contemplar durante el año tras haber sido sacado de la Iglesia de la Santísima Trinidad. De este paso, que sigue el estilo de las obras de Salzillo, comentó que los personajes “hablan con las manos, dicen sin palabras”. Recordó que en Getsemaní el propio Jesús dudó y pidió que pasara el cáliz del sufrimiento. “El sufrimiento no se entiende; el amor sí porque todo lo explica; las guerras, el odio, la corrupción, las enfermedades no son lo nuestro; lo nuestro es la fe, la caridad, el perdón y la misericordia”, subrayó el Cardenal.
Más adelante, al hacer alusión al misterio de Jesús Caído y la Verónica, pidió a todos los presentes que “si se quiere ver con claridad, hay que practicar la caridad, atendiendo al necesitado”, y se planteó igualmente cuál será el futuro de la Semana Santa, una pregunta cuya respuesta encontró en dos advocaciones del Domingo de Ramos alcazareño: Perdón y Salud. “La misericordia, el trabajo por la paz, el amor por la familia, la erradicación de las enfermedades… El futuro de la Semana Santa es el mismo que el futuro del mundo”.
A continuación, el cardenal Carlos Amigo defendió la Semana Santa como una catequesis que se mantiene, pese a corrientes que pretenden alejar al mundo de la fe. “Frente al relativismo y el nihilismo, Alcázar de San Juan en Semana Santa hace valer su historia, su tradición y su fidelidad a lo que se ha recibido de los padres”, afirmó.
Los jóvenes, “que han de ser la objeción de conciencia a la desesperanza”, la obra social de la Iglesia, “que no se reconoce porque la Iglesia no se preocupa por el aplauso, sino por ser fiel a Jesucristo”, y el valor de la familia, haciendo mención a la relación de Jesús con la Virgen María (“El hijo llevó las espinas para que la madre pudiera llevar las rosas”), fueron los últimos temas que el Cardenal Amigo trató en su pregón, antes de animar a todos los cofrades con el anuncio de una nueva Semana Santa. “Estemos atentos, porque en el año del Señor de 2014 se van a abrir las puertas de los templos para honra de Dios, de la Iglesia y de la ciudad de Alcázar de San Juan”, concluyó.
Manifestaciones de fe
Por su parte, el alcalde de Alcázar de San Juan, Diego Ortega, agradeció al Cardenal Amigo su presencia en la localidad para ofrecer este pregón y recordó su visita anterior hace cinco años y el encuentro que mantuvieron el pasado otoño en Tarragona, en la beatificación de los mártires del siglo XX.
También se dirigió Ortega a las cofradías de la ciudad, de las que destacó su labor durante todo el año. Así, indicó que la actividad que más repercusión tiene de las que llevan a cabo es la salida procesional, pero eso ocurre sólo un día, por lo que hizo hincapié en lo que hacen en cualquier momento del año. “Actividades sociales y de solidaridad con el prójimo, pero también actividades culturales que enriquecen nuestro calendario y nuestra oferta lúdica, musical o literaria. Y, por supuesto, quiero destacar vuestro compromiso en la transmisión de la fe, con cultos y actividades formativas, siempre de la mano de vuestros párrocos, de vuestro consiliario y, en definitiva, de la Iglesia a la que pertenecéis”, afirmó.
En lo que respecta a las salidas procesionales, el alcalde aseguró que “la Semana Santa tiene un indudable componente cultural, tradicional e incluso turístico; pero conviene no olvidar que, ante todo, una procesión es siempre una manifestación de fe”. En este sentido, recordó que el año pasado la Iglesia Católica celebró el Año de la Fe, en el que “las hermandades desempeñaron un papel fundamental porque de hecho la piedad popular ha sido desde hace siglos el mejor vehículo para acercar la fe al pueblo”.
El acto del pregón contó también con las intervenciones del consiliario de la Asociación de Cofradías, Jesús Herrera, y de la presidenta de la misma, Antonia Julia Cortés, quien entregó al Cardenal Carlos Amigo un regalo como recuerdo de su pregón de Semana Santa.
Finalmente, participó la Asociación Banda de Música de Alcázar de San Juan, que interpretó “La Madrugá” (Abel Moreno), “Hosanna in excelsis” (Óscar Navarro) y “La misión” (Ennio Morricone). Posteriormente, se unió la Coral Polifónica de Alcázar para interpretar las obras cantadas “¡Oh, rostro lacerado!” (Bach), “Ave verum” (Mozart), “Cantata nº 147” (Bach) y “Rex tremendae” (Mozart).