Como ocurre con los Grandes Almacenes que usan este eslogan, el despliegue mediático para anunciar a la renovada F-1 no ha dejado títere con cabeza, presumiendo de antemano que el cambio radical en reglamento y tecnología era para peor y todo lo que no sea ver triunfar el color rojo-ferrari es un fiasco de esta primavera. ¡Si Los Pasos levantaran la cabeza!
AUSTRALIA TIERRA DE PROMISIÓN
El primer GP del año suele ser una lotería porque, a pesar de los test invernales, nadie sabe a ciencia cierta qué de bien le ha quedado el modelito nuevo o cuánto de veloz va a resultar el mismo. Este año, además, el problema añadido de las Unidades de Potencia (antes motores pelados y mondados) y del límite en el flujo de gasolina, preconizaban una carrera tan incierta como inquieta. Con una “pole” marcada al límite del tiempo, Lewis Hamilton llevaba al Mercedes nº 44 a la mejor posición de la parrilla que era arrebatada al local Ricciardo, debutante en Red Bull tras el despido de su compatriota Webber. Nico Rosberg veía con cabreante preocupación como sus desvelos en la calificación no servían más que para una humilde tercera plaza. El sorprendente debutante en McLaren (y también en F-1) Kevin Magnussen conseguía una estimulante cuarta plaza, por delante de Fernando Alonso, cuyo Ferrari con morro “boca de mero” no había podido escalar más arriba, dado que esta calificación a que nos referimos se realizó en circunstancias muy cambiantes en la pista gracias a la lluvia de las últimas tormentas del verano austral. Como cada año, el baile de pilotos y las nuevas expectativas con el cambio de motores, propiciaban sonrisas en las casa de Williams y Force India, mientras que en los talleres motorizados por Renault se repartían la alegría con la tristeza: Los Toro Rosso iban de lujo, mientras que los Lotus tuvieron un fin de semana para olvidar. La escudería campeona del mundo pifiaba la configuración del coche del tetracampeón, mientras que bordaba la del nuevo 2º piloto, el ya citado Daniel Ricciardo, que sería noticia durante los tres días de Gran Premio.
SUEÑOS Y PESADILLAS
La mañana de la carrera estaba ya sin nubes y la salida, a eso de las cuatro de la tarde, tenía el suficiente calor para desarrollar una carrera ajustada a pronóstico. Pero ¿a qué pronóstico? ¿al de que Vettel remontaría desde su triste 12ª plaza para ganar consecutivamente su 10º GP? ¿era el pronóstico que los novatos encaramados en primera fila de la parrilla fallarían por una u otra causa? El mismo Fernando Alonso aun con cautela decía que “desde esta plaza (5ª) el podium era posible. No amigos, los pronósticos fallaron de Rosberg para abajo y, me atrevo a decir, que también para arriba. Hamilton no fue la exhalación de otros momentos y la embarullada salida se lo acabó comiendo por una fallo mecánico como a su colega Vettel que hacía la intemerata que no abandonaba una carrera de forma tan humillante, lo que provocó en el campeón alemán y inusual ataque de mal genio cuando le preguntaron por su abandono. Rosberg, por tanto se encontró en cabeza por delante de Ricciardo y Magnussen, puestos que no variarían en carrera hasta la bandera a cuadros; por detrás el otro McLaren, Button, estaba muy atento (como siempre) a los pequeños detalles que hacen variar la balanza, y la salida del “safety-car” supo aprovechar para colocarse cuarto, puesto muy deseado y peleado entre Hülkengerg y Alonso y que, cuando se convirtió en quinto por la ya citada incidencia, cayó en manos del asturiano que hizo el “paseíllo de boxes” con mayor celeridad que el piloto de Force India.We have worked very hard negotiating a deal with the developer of the casino games online and as a result Disminuida la plantilla de “gallitos” (Hamilton, Vettel y Massa) en los rifi-rafes de las primeras vueltas, un sorprendentemente rápido “finlandés volador” Valtteri Bottas acosó al otrora detentador del calificativo Räikkönen hasta aburrirlo y pasarlo como alma que lleva el diablo, un error de tacto llevó su rueda trasera derecha contra el muro, su coche al taller y su posición en carrera a la 16ª plaza, de la que supo zafarse manejando impecablemente su Williams-Mercedes hasta el cogote del Ferrari de Alonso, para lo que tuvo ineludiblemente que volver a quitarle las pegatinas al de Kimi, bastante contrariado por el comportamiento de su vehículo. Los sueños se cumplieron para Verge y Kvyat cuando sus Toro Rosso acabaron en los puntos, mientras que la pesadilla sufrida por los Ferrari no hacía sino empezar, sabedores de que los chicos de Mercedes habían ejecutado un triplete de motores en podio, cuando tras las pruebas post-carrera, la dirección decidió excluir al “todavía en una nube” Ricciardo porque su flujo de gasolina presentaba una irregularidad palmaria. Todos subieron una plaza pero lo que se lee desde el mismo domingo por la mañana en los foros ferraristas (y cuasi nacionalistas al confundir “asturiano” con “parmesano”) pinta más a una pesadilla en el taller que al sueño de la debutante primavera.
DONDE SIEMPRE, COMO SIEMPRE
Un medio digital extrajo de las hemerotecas las declaraciones de Australia 2012 por parte de Fernando Alonso y coincidían casi punto por punto con las realizadas el domingo, y el caso es que en esos dos años han remodelado el “staff” técnico al alza, es decir gastando lo que no está escrito, e integrado en el equipo a Kimi Räikkönen que es cualquier cosa menos barato. “La temporada es larga, quedan dieciocho carreras”, frase manida y que se oye todas las tardes de GP en Australia, cuando los resultados no son favorecedores. En casa de Red Bull están en pie de guerra por la descalificación que consideran algo más que injusta y con cero puntos en su casillero para el Mundial de Marcas habría que irse muy atrás en el tiempo para ver algo igual. También es cierto que la escudería energética a la que todos daban por muerta en los test invernales, mantuvo a Ricciardo en la vanguardia de la lucha contra el cronómetro y, creo, que sólo una machada ha provocado su descalificación. Desde Milton Keynes juran venganza ahora que está cercana la 5ª de Juego de Tronos. En McLaren han hecho, sin embargo, un negocio deportivo redondo colocando a sus dos coches en el podio y liderando la provisional de Constructores, ahora que el “boss” ha vuelto y el emergente “chico-Lotus”, Eric Boullier ha tomado las riendas tras un “lifting” que ni nuestro ministro Margallo hubiera diseñado. El talón de Aquiles de la escudería de Woking es que siguen sin patrocinador principal (consecuencia del cambio de Pérez por Magnussen) y que sus motores Mercedes son los mismos que los de sus máximos competidores que, además, son los fabricantes. La sombra en el horizonte de los chicos de Honda se va alargando antes de tiempo y ello puede dar lugar a un verano demasiado bochornoso. Desde Faenza (sede de Toro Rosso) todos son alegrías y alborotos con su apuesta rusa (Daniel Kvyat) cogiendo puntos en su debut, cosa que muy pocos han conseguido con sus 19 primaveras en flor; por si fuera poco el simpático Jean-Eric Vergne también se ha beneficiado de ese efecto bonancible que las UP Renault han causado en ellos, muy al contrario de lo ocurrido con su casa madre (Red Bull) que hasta tuvo que pedir consejo a los italianos sobre algún matiz del sistema de frenado. ¡ O tempora o mores ¡
Juanma Núñez
A41- Todo Motor
