Sanidad y Asuntos Sociales destina 180.000 euros para respaldar a los jóvenes más vulnerables

La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha destina 180.000 euros para ayudas económicas directas, que complementan el desarrollo de programas de autonomía personal para 2014. “Respaldar a los jóvenes que apuestan por sí mismos es fundamental. Son personas que merecen alguna ayuda para salir adelante”, ha destacado el titular de Sanidad, José Ignacio Echániz.

El Programa de Promoción de la Autonomía Personal está dirigido a menores y jóvenes, con edades comprendidas entre los 16 y 24 años, que estén o hayan estado bajo alguna medida de protección administrativa (guarda o tutela) y necesiten apoyo personal, residencial, formativo-laboral o económico para facilitar su autonomía e integración en la sociedad.

El consejero de Sanidad y Asuntos Sociales ha destacado que “con esta aportación, los jóvenes tienen una ayuda económica que les permite continuar un programa dirigido por los profesionales que les preparan para que tengan un futuro y establezcan un proyecto personal de superación de las dificultades”.

Las ayudas económicas directas del Programa de Autonomía Personal destinan entre 150 y 300 euros mensuales a cada persona, a lo largo del 2014. El objetivo es que este apoyo económico contribuya al sustento básico del joven. Además, el programa cuenta con recursos residenciales, con 30 plazas en viviendas de autonomía en la región.

Estas ayudas pueden solicitarlas los castellano-manchegos incluidos en el Programa de Autonomía Personal, que estén inscritos como demandantes de empleo o matriculados en cursos de formación, y que estén comprometidos con los técnicos responsables del programa para realizar un proceso de formación e integración socio-laboral.

Apoyos básicos del Programa de Autonomía Personal

La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales desarrolla el Programa de Autonomía personal, que tiene como objetivo ofrecer cuatro apoyos básicos: personal, formativo-laboral, residencial y económico.

El apoyo residencial consiste en la gestión de pisos de autonomía con el apoyo de educadores, que enseñan las habilidades básicas de la vida doméstica así como de los gastos que genera mantener una vivienda.

El apoyo formativo-laboral consiste en el acompañamiento y asesoramiento en las funciones de búsqueda de empleo y mantenimiento de acciones formativas, mientras que el personal se basa en capacitar al joven para el desarrollo de habilidades básicas de integración social y respaldarle emocionalmente en el proceso de emancipación.

En este sentido, se trabaja el soporte emocional, mejora de actitudes, aprendizaje de nuevos comportamientos, visualización de objetivos o resolución de problemas. Echániz ha recalcado que “de esta forma se constituye la base para que los jóvenes avancen hacia una vida autónoma”.

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