Daimiel Noticias.- Gómez-Cambronero ponía como ejemplos el Desfile Infantil donde en la categoría de más de 10 participantes hubo 24 grupos o la Exhibición de Monólogos donde las peticiones de entrada superaron el aforo habilitado de 800 butacas.
El concejal de Festejos, David Gómez-Cambronero, ha destacado la «gran participación» de los daimieleños en las citas del Carnaval. Una vez que no se han producido incidentes, que «es la primera preocupación», Gómez-Cambronero subrayaba la respuesta en bailes y desfiles, especialmente en el Infantil del pasado sábado. El concejal de Festejos indicaba que se superaron las previsiones y, por ejemplo, en la categoría de más de 10 participantes se citaron 24 grupos diferentes. «Cada vez se lo ponen más difícil al jurado, los padres se involucran mucho y parece un desfile de mini-carrozas», comentaba.
Una participación que también fue masiva en el Baile de la Bruja, que creció en el Entierro de la Sardina, por primera vez incinerada en la Plaza de España, y que incluso podía haber sido mayor en la III Exhibición de Monólogos. Gómez-Cambronero explicaba que el viernes ya se habían agotado las 800 entradas que se sacaron a la venta y que, por las peticiones que hubo en las últimas horas, «más de cien personas» que tenían intención de ir se quedaron fuera. «El primer año ya funcionó muy bien, es un espectáculo que gusta y seguiremos apostando por él», remarcaba.
La mayor preocupación de la concejalía de Festejos para esa noche del viernes fue mejorar la acústica que hubo en el Pabellón Ferial siete días antes. El concejal ha explicado que la empresa contratada respondió muy bien en Feria en el concierto de Camela y que por eso se volvió a confiar en ella. Sin embargo, Gómez-Cambronero ha reconocido que durante las chirigotas «el sonido no fue bueno» y señalaba que el problema llegó porque la ecualización previa, sin público, no tuvo en cuenta este factor.
En ese primer fin de semana se celebró un Desfile de Carrozas que se vio perjudicado por la amenaza de lluvia de toda la tarde del domingo. Ese condicionante, unido a que algunas de las carrozas llegaron después de lo previsto, jugó en contra de la organización que, como explicaba el concejal, decidió acelerar el ritmo del desfile y por eso «se rompió un poco la armonía» del mismo.
Todos esos pequeños inconvenientes no aparecieron el Día del Río, donde de nuevo una multitud de máscaras guarronas inundaron con sus disfraces las inmediaciones del Azuer y después bailaron sin parar al ritmo de Planeta 80 en el Pabellón Ferial. En este punto, el concejal entendía que la motivación del concurso anima a que la gente se vista y, por tanto, pedía comprensión para el difícil papel del jurado, cuyos componentes no son fáciles de encontrar. Por eso avanzaba que, de cara al año que viene, tiene la intención de abrir un plazo para dar la opción de ser miembro de esos jurados. «Normalmente la gente que critica no quiere luego estar ahí», concluía.
