Manuel Artiñano Moraga. Concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Ciudad Real.- Es una práctica muy habitual que la oposición presente en los Plenos celebrados en el Ayuntamiento de Ciudad Real un número elevado de iniciativas y propuestas para el beneficio de la ciudad a la que representa, que en su totalidad son rechazadas con la marca lacrada de la “herencia”, para desmerecer los planteamientos y alternativas presentadas por el grupo municipal socialista.
En este último Pleno, que cerraba el mes de febrero, los ediles del PP y la máxima regidora han incluido un elemento nuevo en su estrategia para derrumbar las iniciativas presentadas por la oposición, con el fin de salvar la delicada posición en la que se encuentra su líder Rosa Romero: los cesados trabajadores del Centro de la Mujer y de la EMUSVI si se hubiera aprobado su disolución.
Aunque el mensaje trasladado en las mociones a pleno por parte del grupo municipal socialista nunca han tenido como objeto el despido de ningún trabajador, en este Pleno de Febrero, se nos ha querido tildar de insensibles ante la situación de los empleados de la EMUSVI y del Centro de la Mujer, al proponer el cierre de la Empresa Municipal de Suelo y la Vivienda, que hoy no tiene sentido dado el número elevado de viviendas a la espera de ser compradas de bancos, constructoras y sin olvidar al banco malo (SAREB). Y ante la reiterada propuesta de instar al Ayuntamiento a que continúe con la gestión del centro de atención a las mujeres víctimas de violencia machista por el Ayuntamiento.
Esta sensibilidad mostrada por el Equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento, podría también haber sido para los más de quinientos empleados públicos de la Junta de Comunidades despedidos, o los casi cuarenta de este Consistorio; o el gran número de trabajadores que por culpa de la reforma laboral ven como cada vez, aumentan el número de desempleados por despidos y cierres de empresas. Y de esto, Sra. Alcaldesa, no han dicho nunca ni pio; porque esta lamentable situación no afectaba a sus intereses y sí la que atañe al Centro de la Mujer y a la EMUSVI.
Pero esta insensatez de justificar lo codiciado mediante el gesto de conmoverse por la situación en la que se quedan algunas personas al tomar una decisión que les perjudica, no ha sido trasladada, por ejemplo, a la moción que presentaba el PSOE en el Ayuntamiento, sobre ordenanzas de uso de zonas peatonales y de movilidad para atender las peticiones de acceso de discapacitados a calles peatonales; ni a la voluntad de un diez por ciento de firmantes exigiendo una consulta popular por la ampliación de la zona azul en esta ciudad; ni por las carencias existentes para los vecinos y empresarios del Torreón; ni para las demandas que se vienen formulando por la oposición pleno tras pleno, solicitando las mejoras de barrios y pedanías en urbanismo, seguridad, actividades y recursos.
Una vez más, Sra. alcaldesa, sus actos e inclinaciones delatan sus intereses, antepuestos a los de los ciudadanos a los que gobierna. La desgracia o mal de un vecino nos afecta siempre a todos y no solamente cuando algo se pierde o no se consigue.
