Manuel Franco. Afiliado a CCOO.- La convocatoria de manifestación por el empleo en Puertollano y en apoyo a los trabajadores de Solaria para el sábado día 8 por parte de los dirigentes sindicales es sin duda un paso adelante respecto a la actitud que han mantenido en la nutrida lista de conflictos que han arrasado con el futuro de cientos de familias en la comarca.
Durante los últimos cinco años ha aumentado el paro en la ciudad en más de tres mil trabajadores y han desaparecido varias empresas en la localidad, algunas de ellas del sector energético; carbón y auxiliares, auxiliares del complejo petroquímico, renovables como Silicio Solar; de otros sectores como comercio, transporte, construcción; y sin olvidar los efectos de los recortes en el empleo público. Lo mismo ocurre a menor o mayor escala en el conjunto del Estado Español y en la CE. La causa no es otra que la crisis capitalista de sobreproducción, la ausencia de inversión.
Pero volvamos a Puertollano y al aspecto central. Ahora la cuestión prioritaria es llenar las calles de Puertollano con un clamor contra el cierre de Solaria.
En cuanto a la fecha hay que recordar que es el día de la mujer trabajadora por lo que de existir colectivos que particularmente reivindican los derechos de las trabajadoras habría que contar no ya solo con su permiso, también con su apoyo implícito invitándoles a hacer público mediante reparto de hojas un comunicado con reivindicaciones comunes con la lucha de Solaria, contra el desempleo y por la igualdad de género.
Pero solo es un paso, sería un salto mucho mayor si además de llenar el Paseo de San Gregorio significa un cambio en la forma de abordar el conflicto para hacerlo de manera correcta: Sí se puede evitar la pérdida de más puestos de trabajo, preparar a los trabajadores para futuros ataques y organizar a los parados al menos para luchar por cobrar la prestación necesaria para mantenerse en condiciones de calidad de vida hasta que se encuentre trabajo. ¿Cómo? Desde luego no apelando a la buena voluntad para buscar un plan de viabilidad que nadie ha sabido concretar en ningún momento, y menos diciendo la verdad de Perogrullo de que la culpa del cierre de Solaria la tiene la dirección de la empresa (declaraciones políticos del PP -claro señores, y la culpa de la crisis es de banqueros como el Sr. De Guindos-).
Es necesario pasar a la ofensiva con los métodos históricos del movimiento obrero, como decía una vecina del barrio de Gamonal en la ciudad de Burgos; “si nos están arrebatando lo que hemos conseguido con la lucha, será luchando como lo tendremos que reconquistar”. La política sindical de “comprender” a los empresarios no ha servido para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores durante la década de vacas gordas anterior a la crisis y es totalmente impotente frente a ella. Puertollano es un claro y fiel ejemplo de lo catastrófico de una falta de alternativa a los intereses mercantilistas.
Si ni la empresa ni la administración que tantas dádivas les ha concedido tienen más alternativa que el cierre los trabajadores sí tenemos una: La nacionalización.
En primer lugar tener una alternativa como la nacionalización de la planta sin indemnización salvo en casos de necesidad comprobada, bajo control de los trabajadores y poniendo encima de la mesa un plan de inversión a largo plazo para dotar de paneles a tantos centros administrativos públicos sea posible hacerlo (causas estructurales, no económicas) es perfectamente viable, salvo que no está en los planes de los políticos que defienden los intereses de los capitalistas, estos son los que hay que doblegar. Lo mismo ocurre con los desempleados, lo que pedimos es lo que han hecho las administraciones con el dinero público pero en favor de los banqueros y grandes empresarios, subvencionar los beneficios en épocas de vacas gordas y comprar las pérdidas durante la crisis… y como no hay dinero suficiente recortan en sanidad, educación, servicios sociales, o sea, sustraen el salario diferido del conjunto de la clase obrera.
Los defensores de “lo posible” dirán “no se puede pedir lo imposible”. En primer lugar esto es falso, y afortunadamente en este sector de las renovables queda meridianamente claro que tiene futuro si se apuesta por él. En segundo lugar si solo se reclama lo posible, cada vez será menos, mientras que si se reclama lo justo cada vez te aproximaras más a ese fin.
Además tener un objetivo claro te permite una motivación y voluntad, frente a la resignación que causan las sucesivas derrotas facilitadas por la política del mal menor, que no se está viendo en las movilizaciones de los trabajadores de Solaria realizadas hasta el momento, este fue el ambiente que también se respiraba en la manifestación del martes.
La última movilización donde fueron convocados todos los trabajadores y vecinos por CCOO y UGT en junio de 2012 fue masiva, 6.000 personas según la policía. A la luz de que no fue un giro hacia un sindicalismo combativo, la auténtica motivación y voluntad de los dirigentes sindicales en aquel momento parece que fue verse retados. Como el ambiente era muy propicio para la lucha y los dirigentes no tenían ninguna intención de ser el cauce, este ambiente se expresaba en La Plataforma Ciudadana por el Futuro de Puertollano, que unos días más tarde congrego a 7.000 personas según la policía.
Muchos trabajadores participaron por igual en ambas manifestaciones, sin embargo la principal preocupación de las direcciones sindicales era que La Plataforma no les hiciera sombra en un momento que como ahora llovían los ERE y cierres de empresas. Por su parte los promotores de La Plataforma Ciudadana por el Futuro de Puertollano también parecían más preocupados en constatar que ni querían ni necesitaban organizaciones políticas o sindicales. Sin embargo, presentaron su comunicado a los grupos en el Ayuntamiento, PSOE, IU y PP.
No podemos repetirnos los mismos errores. La lucha puede ser larga y sin lugar a dudas va a ser dura. Hemos sufrido mucho los trabajadores de Puertollano y su comarca pero es hora de decir basta.
El plan de lucha que deberían poner encima de la mesa CCOO, UGT, CGT y CTI debería girar en torno a:
Llamamiento a la ocupación de la planta y facilitar cuanto material haga falta a tal fin.
Votación de una alternativa viable para recuperar los puestos de trabajo perdidos (Plantilla a niveles del anterior ERE)
Presentación del conflicto, alternativa y plan de lucha a los trabajadores de otras empresas (principalmente Repsol) en sus centros de trabajo mediante la convocatoria de asambleas.
Solicitar apoyo activo de las AAVV, de pequeños comerciantes y de cuantas agrupaciones simpaticen con la lucha.
Crear una caja de resistencia para los gastos de la ocupación de la planta. Preparar una huelga general en toda la comarca y conjunta con cuantas regiones se vean especialmente afectadas por cierres de empresas: Cádiz, Ferrol… Al igual que en sectores: Energía, automoción, construcción naval, obra pública…
Recurriendo a los métodos históricos con los que la clase trabajadora ha conquistado mejoras en sus condiciones de vida, podemos evitar el cierre de Solaria.
No a la política de confraternización con la patronal. Por unas CCOO combativas, de clase y democráticas.
Contra el cierre de Solaria.
A igual trabajo, igual salario. No a la discriminación salarial de la mujer.
TODOS A LA MANIFESTACIÓN EL SÁBADO 8 DE MARZO.
Aunque estoy completamente de acuerdo con Vd. en la finalidad, no lo estoy tanto (o muy poco) en la forma.
Las renovables solamente tienen cabida en este mercado eléctrico ultra mafioso si están protegidas -que no primadas, porque atraen a los especuladores y a los señores del ladrillo, que todo lo que tocan lo convierten en estiercol.
La solución a Silicio y Solaria pasa por quitar de la poltrona de Toledo y del sillón energético a dos vendidos a las eléctricas. A Cospedal por estar casada con un incalificable que pulula por los consejos de administración de las eléctricas y luego es la mano que mece la cuna en Castilla La Mancha y al ministro Soria por querer convertir este país en un paraíso de los combustibles fósiles a partir de barbaridades como la fracmentación de rocas a través de la inyección de químicos cancerígenos.
Estos dos políticos, en el peor sentido de la palabra están dejando a las eléctricas campar por sus respetos, ya que lo primero que quieren hacer es amortizar sus inversiones en las térmicas de gas y, por supuesto, seguir sacando tajada de una más que amortizada y peligrosa nuclear.
Cualquier político, dicho en el mejor sentido de la palabra, y me da igual que sea de derechas o izquierdas, habría puesto la eólica, la solar, la maremotriz y la biomasa en todas sus variantes en primera línea desde hace años. España es una península rodeada de mar con olas, de vientos hiperproductivos y repleta de sol. Materias primas gratuitas en las que solamente hay que invertir una vez para poner molinos, placas o hélices. Pero, con la iglesia eléctrica hemos topado y, ese negocio no se toca.
Hablamos de cosas como la microproducción para barrios, como la descentralización energética, como la producción por hogar, y eso no es ni más ni menos que una reducción de beneficios para Endesa, Eon, Fenosa… Que NO LO VAN A PERMITIR, y que tienen fuerza para poner mirando a Cuenca al ministro Soria y a nuestra presidenta, esa que tanto odia Puertollano.
La solución para Solaria y Silicio Solar, en mi seguramente errónea opinión, pasa por legislar a favor de unas renovables que produzcan sin necesidad de entrar a subasta, que tengan precios populares (las placas siguen siendo carísimas), que se premie la producción en el hogar (ahora se penaliza), que se multiplique la potencia maremotriz en las costas y, sobre todo, que se eduque a la ciudadanía para que haga un uso racional de la energía, un bien escaso y carísimo de producir económica y medioambientalmente.
Por eso insisto en que el quid de la cuestión no pasa por la lucha obrera, sino por la lucha en las urnas para que quien salga represente el beneficio de la sociedad, no de las sociedades anónimas.