Los trabajadores de Solaria decidieron ayer convocar otra concentración el próximo viernes a las puertas de la empresa. Será a las 11,30 horas. Con ello pretenden mostrar su repulsa «a la actitud de la empresa, que sigue sin hacer frente a la totalidad de la nómina de enero, un problema que se puede repetir con el salario de febrero», informa Ramón Álvaro Oña, representante de CTI-CSI·F en el comité de empresa.
«La empresa quiere perpetuar la estrategia que tan buen resultado le ha dado en otras ocasiones, utilizando el impago de nuestros salarios como herramienta para viciar todo el periodo de consultas y de paso imponer sus planteamientos», señala Oña.
El sindicalista ha recordado que la empresa arguye causas productivas y no económicas, «por lo que resulta difícil asimilar que no pueda afrontar el pago de una pírrica nómina, ¿o es que hay gato encerrado?». «Por otro lado,» prosigue, «y atendiendo al planteamiento empresarial, nos surgen dudas respecto al cobro de nuestras indemnizaciones, ¿cómo van a hacer frente a ellas, o es que pretenden que los trabajadores la financien?.
El representante de los trabajadores teme que la reunión prevista para este viernes con la empresa «discurra por los mismos derroteros que la celebrada el viernes pasado y la dirección persista en su planteamiento inicial de cerrar el centro de trabajo y ajustarse a los 20 días de indemnización que la ley marca».
De esta manera, según Oña, «deja huérfana la negociación al privar a los representantes de los trabajadores de lo que dispone el ET sobre las posibilidades de evitar o reducir los despidos o atenuar sus consecuencias». «Sí así fuera, el periodo de consultas quedaría vacío de contenido y discurrirá sin pena ni gloria, al no poder abordarse las dos cuestiones más relevantes y que deberían ser el objeto principal de la negociación».
