“Quiero denunciar el uso masivo y abusivo de la mentira en el discurso de Rosa Romero”. Así comenzaba Alberto Lillo, concejal socialista responsable del área de urbanismo y obras, una rueda de prensa en la que ha criticado los anuncios de inversión que está haciendo la alcaldesa en la ronda de visitas a los barrios que inició hace unos días.
También ha valorado negativamente que el PP no vaya a convocar el referéndum sobre la ampliación de la zona azul cuya petición recabó más de 10.000 firmas de ciudadanos, apoyándose para esa negativa en un informe del Interventor que considera que el asunto afecta a la hacienda local. El concejal cuestiona este argumento, pues la ampliación de la zona azul se aprobó en un Plan de Movilidad urbana, “luego si es un plan de movilidad, vamos a tratarlo como un asunto de movilidad no como un asunto económico, que en realidad es lo que han querido hacer: ampliar la zona azul para recaudar más dinero”. Ante la reacción del equipo de gobierno, el PSOE está estudiando el recurso o las posibles acciones al respecto.
En cuanto al otro asunto que centraba la comparecencia del concejal, las inversiones para los barrios de la ciudad, Lillo considera que puede ser admisible que en estos momentos de “zozobra”, la alcaldesa anuncie determinadas obras con cierto optimismo, sin embargo, matiza, “atravesar la línea del optimismo y llegar al engaño no es compatible con una gestión responsable de su labor”.
En cuanto a la participación ciudadana, cree que ir a los barrios a contar lo que se va a hacer y ya está decidido, no es dar a los vecinos la oportunidad de considerar prioridades. Por eso, comparaba el programa del PSOE con la actitud de Rosa Romero y defendía que “a los barrios hay que ir a escuchar” (precisamente como se llama el programa referido, “El PSOE te escucha”). El concejal llama la atención en este punto sobre el hecho de que el equipo de gobierno haya iniciado estas visitas como consecuencia de esa iniciativa del GMS, ya que “se ha tirado tres años en el sillón, en los despachos, sin bajar a la calle y claro, no saben cómo está la calle”.
Para apoyar esta afirmación ha repasado los barrios que ya ha visitado la alcaldesa, refiriéndose en primer lugar al barrio de Larache, “barrio donde se encuentra el monumento faraónico casi funerario que nos ha costado 16 millones de euros a los ciudadrealeños y que está amortajado con un lienzo artístico, del que dicen que debido al clamor popular, van a poner a funcionar el parking”. Al respecto, ha manifestado que su grupo, ya en 2012 y por dos veces, solicitó al equipo de gobierno informes sobre la posibilidad de abrir al público y ejercer una actividad “en un edificio sin terminar, abandonado y no recepcionado”, que hasta el día de la fecha no han tenido respuesta.
Sin abandonar Larache, ha advertido el concejal que es otro engaño manifiesto que vayan a llevar dos carriles bici nuevos al Barrio con este Plan de Inversiones para barrios, porque ya estaban incluido en el Plan de Obras de Obras de la Diputación para Ciudad Real en 2013.
También rebatió la cantidad que la alcaldesa dice que tiene prevista para el Plan, 8,5 millones de euros, cantidad que a juicio del concejal suma de forma «tramposa», ya que recién aprobado el Presupuesto de 2014, «las inversiones ascienden a un millón y medio escaso, y parte de ello está destinado a compra de vehículos para la Policía Local». Del mismo modo, ha dicho que «no es verdad que vaya a dedicar seis millones y medio al alumbrado, porque se ha privatizado, y ahora los vecinos tenemos que pagar 1,5 millones de euros al año durante 25 años para que la empresa se comprometa a invertir».
Mostró su indignación por el anuncio aparecido en prensa la semana pasada en relación con la recepción de la obra del nuevo colector, “que ha costado mucho dinero a las arcas municipales y a los vecinos”. “¡Nueve años después! ¡Y se congratulan!”
Por otro lado, llama la atención del edil socialista que la alcaldesa «visite los barrios de tres en tres y además, juntando zonas con necesidades tan dispares como La Granja, Los Rosales y Nuevo Hospital». Critica que diga ahora que va a arreglar la rotonda del Hospital, «cuando el grupo socialista lleva años pidiendo su arreglo (se inunda cada vez que llueve)». Además, se pregunta cómo es posible que con todas las necesidades que tiene La Granja, la oferta del Plan de Barrios para ese barrio sea la poda. Considera un agravio esa oferta frente a otras que se han hecho en la zona centro (Avda. del Rey Santo, El Prado) «o las que ese mismo día comprometía Rosa Romero con los otros dos barrios: urbanismo y centro social, entre otras».
Precisamente sobre el centro cívico de Los Rosales, refirió que es “la eterna promesa del PP cada vez que se aproximan las elecciones municipales, y que debe tener aproximadamente la misma edad que el colector”. Además de denunciar que el mismo viernes que la alcaldesa volvía a anunciar la construcción del centro cívico, en el orden del día de la Junta de Gobierno Local incluían el desistimiento de esa misma obra. “Desistimiento según el diccionario es abandono, renuncia, desinterés, dejación. No sé con cuál de las cuatro palabras me quedo para expresar la forma de gobernar de este ayuntamiento”, concluía Alberto Lillo.