Desde que Sarkozy dijera aquello tan gracioso de refundar el capitalismo (¿puede fundarse la basura con más basura?), ningún político había tenido la pachorra, o la alquimia suficiente, como para sintetizar ideal y mierda en la misma frase y alcanzar los límites mismos de la mentira salvo los españoles, que, como mentirosos a secas y ni siquiera políticos, a fuerza de prodigarse en un mundo al revés, han llegado a hacerse sencillamente increíbles, o creíbles solo para lameculos, chupamindas y demás aprovechados y catarriberas.
Un político genuino aporta un gramo de idealismo, un nosequeo de utopía que logra correspondiente condescendencia; pero un sucedáneo español, que solo se tapa las vergüenzas, usando mentiras de taparrabos, no se granjea simpatías y ni siquiera esa complicidad de espectador de sainete que hizo del nunca amortajado Berlusconi un líder del putrefascismo. La Infanta hace su deposición ante juez sin esfuerzo, nada penosamente, sin cagarla, con la típica posma de una bri, perdón, borbona, y un ricohombre, que no hidalgo, senador se deja caer de su inútil cargo senatorial con jeta y carpeta tras haberse lamido con entusiasmo las prebendas y haber puesto un pico en Suiza.
Ya ni siquiera procuran ocultarse bajo una prosa churrigueresca. El chorizo público (o privado, qué más quita) español es tan vulgar, de marchamo tan cantinfresco, de verdad, que, fuera de defraudar (también) toda estética, ha logrado sacar al pueblo a las plazas moviendo, no ya la indignación, sino un desconsuelo que nace del más profundo desamparo, como si no bastara el que nos ha venido de su gestión del presupuesto, que más parece ingestión. Dan ganas de irse a zurrar otra badana o incluso consagrarse al estudio del nostrático o a calcular la incidencia del pedo discreto en los conventos de monjas, porque hablar de política es más ridículo y menos útil, es como hacer de Job en el estercolero.
Para no aburrirse, Larra contemplaba a los políticos españoles como si fueran patatas y era la monda. Al menos las patatas, como los asteroides, no presentan siempre la misma cara, los mismos rasgos, son todas distintas entre sí y por eso no resultan aburrantes. Es cierto que, como los políticos, los tubérculos engordan con el fiemo, la mugre y la descomposición social y se reproducen por gemación, algo así como retoños familiares o amiguetes, procurando esconder su volumen orondo de forma subterránea. Se desarrollan muy bien en este clima mediterráneo, propicio a la cooptación más que al mérito. Cierto que las ocasionales heladas de democracia y justicia no son buenas, pero, gracias al suave abrigo y protección que ofrecen la Constitución (hecha para dar una finca de caza al rey de España y compañeros de usufructo), y las eviternas leyes franquistas (que, como los números reales, tienen principio y no fin), la producción de miserias sociales y particulares está garantizada hoy en día en un reino en que, gracias a ellos, la apariencia es un monarca que gobierna sobre la esencia.
Contornos
Ángel Romera
http://diariodelendriago.blogspot.com.es/
También patatones y grandes patanes. Que abrevan en las mismas aguas llenas de fiemo , antes llamado lodazal. Para verificar la metáfora del barro originario.
Los políticos se han hecho increíbles, sí, porque simultáneamente al juramento o promesa de cumplir con las obligaciones de su cargo, respetando la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, juran interiormente NO decir NUNCA la verdad. Y ese juramento interior no lo incumplen nunca. Tienen la mentira tan interiorizada, que han dejado ser conscientes de su mendacidad cotidiana. Y además son patanes. Mucho.
Y luego los hay como el concejal de Alcázar, que después de cagarla privatizando el agua de los alcazareños, se ha hecho caca en sus calzoncillos y no aguanta la «presión».
Pero coño, no te lo estaban diciendo los ciudadanos????
Si hacemos caso al alcaldillo de Alcázar, le digo alcaldillo por la poca talla política que ha demostrado, aquí solamente vale lo que dicen las urnas cada cuatro años. Es decir, otro que cree lícita la barra libre entre elecciones. PUES NO.
Os han dicho que hagáis referendum, sabíais que no lo íbais a ganar, porque lo del agua no tiene nada que ver con ganar las elecciones. Pues joder, haber hecho el referendum.
Ahora os cagáis porque los ciudadanos os ven por la calle y os piden explicaciones. Anda, y quéos pensábais, que ganar unas elecciones da patente de corso para hacer de vuestra capa un sayo????
Vaya banda.
Y para el alcaldillo: Los socialistas harán lo que tengan que hacer y de ello responderá su ejecutiva pero, confundir al pueblo con el PSOE no te hace nada más que ser más alcaldillo aún. Los ciudadanos de Alcázar no son el PSOE. Los ciudadanos de Alcázar no son terroristas y, los ciudadanos de Alcázar son los que ponen y quitan alcaldes en Alcázar. No se te olvide. ALCALDILLO DE TRES AL CUARTO.
Ah, que no se me olvide. Si la razón para privatizar es una deuda escandalosa generada por los cargos puestos por el PSOE, pues id a los tribunales. Es más, pedir una auditoría oficial en Toledo.
Ah, no, que no se puede porque Cospedal se ha cargado la principal auditora de cuentas públicas de Castilla-La Mancha. UFFFFF.
Mismos perros, diferentes collares…
Y mientras tanto, Cospedal en Génova hoy dando por saco con el tema de ETA. Vivir para ver. Ahora a vueltas con la ETA, con lo que tiene en Castilla La Mancha. Eso sí, para llamar terroristas a los ciudadanos que no piensan como vosotros, os falta tiempo.