Con motivo del cuarto centenario de la aparición del Segundo tomo de “El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, escrito por Alonso Fernández de Avellaneda, la Diputación Provincial de Ciudad Real, a través de su sello editorial de la BAM, Biblioteca de Autores Manchegos, ha querido rendir homenaje con la publicación de esta obra editada por los profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha, Milagros Rodríguez Cáceres y Felipe B. Pedraza.
Ángel Caballero, vicepresidente de la Diputación Provincial y responsable de Cultura, en su presentación a los medios, ha recordado la edición del Quijote de Miguel de Cervantes que se hizo en 2005 para conmemorar el cuarto centenario de su publicación, y que ahora se volvía a hacer lo mismo con el Quijote de Avellaneda, que este año celebra también su cuarto centenario.
“Es una satisfacción para la BAM editar este Quijote que, aunque es infinitamente menos conocido, hemos querido hacerlo con calidad y rigor científico para que sea atractivo. Una novela controvertida, escrita bajo seudónimo, en un tono mas irónico y divertido que permite ver otra cara del Quijote e incluso compararlo al de Cervantes. Además, tal y como hemos estudiado todos, si no hubiera existido este Quijote de Avellaneda tal vez no hubiera existido una segunda parte del Quijote de Cervantes, por lo que tiene mérito que esta obra fuera capaz de mover a Cervantes a escribir una segunda parte”.
Ha desvelado que la cubierta muestra una imagen sacada de un cuadro donado en 1601 por Rodrigo Pacheco a la Iglesia San Juan Bautista de Argamasilla de Alba, “y que se presupone que ésta debía ser la cara de la persona en la que se inspiró Cervantes para escribir el Quijote, lo que de alguna forma une a esta población con el Quijote”.
Felipe Pedraza, que junto a Milagros Rodríguez Cáceres, ha editado esta obra, se ha referido al esfuerzo que ha supuesto llevar a cabo el trabajo de edición de este libro. Y ha resaltado que ha sido una tarea compleja poner en plata este texto, “porque hasta el 2008 se pensaba que del Quijote de Avellaneda se había hecho una única edición en el siglo XVII, pero el investigador Enrique Suárez Figaredo descubrió que lo que parecía una única edición eran dos”.
En este sentido ha puntualizado que tuvieron que batallar con los dos textos y cotejarlos para comprobar que no eran iguales, con el inconveniente de que de la primera edición solamente se conoce un ejemplar que se encuentra en la Biblioteca Nacional del Estado, aunque aparece mutilada y le faltan una serie de páginas, siendo esta la razón para desestimarla y aferrarse a la que estaba en mejor estado. Ha argumentado que de la esa primera edición se debió hacer una primera tirada muy pequeña, de tanteo, para ver como respiraba el mercado, y al ver que se vendía volvieron a reeditarlo, “componiéndola de nuevo, a plana y renglón, haciendo coincidir todas las líneas y todas las páginas por lo que es comprensible que los investigadores vieran tres ejemplares idénticos y había que profundizar mucho para percatarse de ello”.
Sobre la presente edición, Pedraza ha dicho que quiere ser leída. “Se ha hecho un esfuerzo para establecer el texto con toda la fidelidad, sin querer dejar ningún pasaje oscuro. Aproximadamente se incluyen entre 700 y 800 notas en las que se especifica lo que es y representa el Quijote de Avellaneda”
En resumen ha insistido en que se trata de un libro legible con una muy buena impresión y con una cubierta atractiva, agradable y significativa.
El acto ha contado también con la presencia del alcalde de Argamasilla de Alba, Pedro Ángel Jiménez, quien se ha referido al nacimiento de este libro como un acontecimiento festivo que hay que celebrar “sobre todo en esta era digital en la que nos encontramos y en la que las nuevas tecnologías van ganando la batalla al papel”.
Ha agradecido el trabajo a los editores, al aceptar la sugerencia que se les hizo para poner en marcha este trabajo de una calidad extraordinaria y con un cuidado exquisito en el que se han incluido las anotaciones pertinentes para facilitar la comprensión del texto. Igualmente a la Diputación y a la BAM por su implicación en la edición.
Finalmente se ha referido a Alonso Fernández de Avellaneda por la dedicatoria que hace en su primera edición al alcalde, regidores e hidalgos de la Argamasilla, “patria feliz del ingenioso hidalgo”, por darla a conocer como el pueblo de don Quijote. Y ha incidido en que la publicación de este libro conmemorando el cuarto centenario es el acto estrella de los diferente eventos que se van a celebrar a lo largo del año y que el próximo martes se presentará en la propia Argamasilla de Alba.